El enamoramiento de Sergio Ramos y la conquista de la marca España

Se la jugó. Puerta grande o enfermería. Doble o nada. Sergio Ramos se jugaba muchísimo cuando asumió la responsabilidad de ser uno de los lanzadores en la tanda de penaltis de la semifinal de la Euro2012 ante Portugal. Y, para darle mayor heroísmo a su lanzamiento, decidió convertirlo a lo Panenka, una suerte en la que si lo fallas quedas ridiculizado porque si el portero adivina la intención del lanzador ataja la pelota en mitad de la portería con comodidad.

Con ese gesto de arrojo y valentía -de haberlo fallado se le habría calificado de chulería- Sergio Ramos enamoró a toda la afición al fútbol en España. Atléticos, culés, béticos, valencianistas, seguidores de todos los  equipos de España, se unían a los sevillistas y madridistas que mayoritariamente admiran al defensa de Camas, y Sergio Ramos se convertía en un ídolo español. Los atléticos le cantaban tras su fallo ante el Bayern de Munich aquello de "Sergio Ramos, ¿dónde está el balón?". Pocos se lo volverán a cantar porque la inmensa mayoría se alegraron de que marcara y, sobre todo, de cómo marcó el penalti a Rui Patricio, portero de Portugal.

Más allá del penalti a lo Panenka, que marcará un antes y un después en la carrera de Ramos, el defensa del Real Madrid se mereció ser el MVP de la Eurocopa por su impresionante rendimiento. Por supuesto que Andrés Iniesta es justo ganador de ese galardón individual, pero si se lo hubieran concedido a Ramos también tampoco hubiera pasado nada. El sevillano se ha convertido en uno de los mejores centrales del mundo y aún cuenta con bastante margen de progresión. Junto a Piqué, otro 'top 5' mundial como central, ha formado una pareja en el centro de la defensa sobre la que se ha fundamentado el éxito defensivo de La Roja, junto a Iker Casillas, otro que se merece el Balón de Oro. Y están obligados a dárselo porque después del trébol de leyenda, del triplete hostórico que ha logrado España, ese galardón tan tan arbitrario se lo merece un español y Casillas representa al grupo como gran capitán, además de merecérselo por sus paradas magistrales y milagrosas.

Los Ramos, Iniesta, Casillas, Torres (Bota de Oro de la Euro2012, por cierto, y un mito del fútbol español, el único jugador de la historia que ha marcado en dos finales de la Eurocopa), Xavi, Silva, Mata, Alba, así como el seleccionador Del Bosque... lo que representan estos 'cracks' y la gran mayoría de miembros de la Selección son los valores de la marca España. Los triunfos de la Selección son la mejor manera de expandir la marca España. La publicidad que ha dado de nuestro país la Selección de fútbol es impagable, no habría dinero para diseñar una campaña así a nivel mundial. Ese tirón se debe positivizar y ser aprovechado por el Estado español. 

Y no debe ser una cosa particular de la Real Federación Española de Fútbol, que ha demostrado ir a lo suyo y ningunear al Gobierno español como hizo con el acuerdo que alcanzó con China para organizar la Supercopa de España en Pekín. Ese acuerdo debería haber sido liderado por el Consejo Superior de Deportes, como propusieron sus dos últimos presidentes y repitió el actual. Pero la RFEF ha ido a lo suyo, dejando de lado al CSD y a otras federaciones deportivas, y ha alcanzado el acuerdo sin contar con nadie. Por eso es difícil que se juegue en China la Supercopa de España, que tampoco era el objetivo de la RFEF, cuyo fin último era facturar por los cursos y títulos de entrenadores que daría a los chinos, por un precio nada barato, por supuesto.

Pero ese dominio de lo chusco en la RFEF es otra historia. Lo importante es que Ramos ha demostrado que va camino de ser el mejor central del mundo, Casillas ya es el mejor portero, Iniesta juega en patines y es el Maradona de La Mancha, Torres es el mejor nueve del mundo, Cesc Fabregas será aún más completo que el genial Xavi Hernández e Iniesta juntos, Sergio Busquets es otro genio del balón, como Silva... Y así podriamos ir uno a uno analizando a nuestros campeones. Son el patrimonio y los valores de la marca España.