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El Barcelona de Rosell se macarriza sin Guardiola
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Javier Gómez Matallanas

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El Barcelona de Rosell se macarriza sin Guardiola

El Barcelona ha perdido en una semana gran parte del 'seny' y el estilo que había recuperado con Guardiola. El prestigio culé se ha desgarrado a

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El Barcelona de Rosell se macarriza sin Guardiola

El Barcelona ha perdido en una semana gran parte del 'seny' y el estilo que había recuperado con Guardiola. El prestigio culé se ha desgarrado a jirones por el sainete montado por ese portavoz de melena 'pepera' llamado Toni Freixa, que habla en boca de Sandro Rosell y su solidaria junta directiva, por el indulto que ha concedido Ángel María Villar a José Mourinho (y a Tito Vilanova, por cierto), y por las declaraciones de Rosell diciendo que "la última Liga fue extraña", aludiendo sin decirlo a los arbitrajes.

Da toda la sensación de que uno de los motivos, de los varios existentes, de la marcha de Pep Guardiola ha sido que el mejor entrenador de la historia de Barcelona, el símbolo y mito barcelonista, sabía por donde iría la estrategia del club esta temporada. Guardiola era totalmente contrario a entrar en un discurso victimista y confrontacional como el que han utilizado los dirigentes del Barça la pasada semana.

Atacar al Real Madrid por el indulto a Mourinho, cuando es una decisión personal del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, no es de recibo. El Barça quiere tomar la delantera a la guerra sucia a nivel de declaraciones -con el dedo en el ojo como triste e injustificable colofón- que montó Mourinho desde que llegó al Madrid. Una estrategia que el propio club madridista exigió a Mou que termira con ella y el portugués bajó el pistón desde diciembre. De hecho, en el Madrid están ahora mismo preocupados porque en las últimas encuestas la imagen del equipo y el técnico no son buenas y la gesta de la Selección de Del Bosque les ha quitado el foco.

Pero el Barcelona ha decidido ir directamente al conflicto, en una dialéctica que no se sabe donde le conducirá y que nunca hubiera aceptado Guardiola. El Barça de Pep ganó todo dentro y fuera del césped. Y en una semana, ha perdido bastante fuera en los despachos. Y Rosell, que lo tiene todo para ser un buen presidente, está dejando a Joan Laporta cada día mejor. Como el mejor presidente de la historia del Barça a distancia del segundo. No en vano, Laporta fue el que dio la oportunidad a Guardiola como entrenador del primer equipo sin experiencia alguna en la elite ni en Primera. Y lo eligió antes que a Mourinho, ese otro gran entrenador que provoca el nerviosismo en Can Barça solo con oír su nombre y ha provocado que el Barça se empiece a macarrizar.

El Barcelona ha perdido en una semana gran parte del 'seny' y el estilo que había recuperado con Guardiola. El prestigio culé se ha desgarrado a jirones por el sainete montado por ese portavoz de melena 'pepera' llamado Toni Freixa, que habla en boca de Sandro Rosell y su solidaria junta directiva, por el indulto que ha concedido Ángel María Villar a José Mourinho (y a Tito Vilanova, por cierto), y por las declaraciones de Rosell diciendo que "la última Liga fue extraña", aludiendo sin decirlo a los arbitrajes.

Pep Guardiola Sandro Rosell