Michel, futuro entrenador del Real Madrid

No se trata de los dos partidos que el Sevilla que dirige ha jugado contra Madrid y Barcelona en este curso, en los que el conjunto hispalense ha plantado cara a los dos gigantes del fútbol español, demostrando la mano de un buen entrenador. Más que esos dos partidos, fue la rueda de prensa posterior al partido ante el Barça el pasado sábado. La elegancia, el estilo, el saber estar y el sentido de común de Michel le colocó de nuevo como candidato a ocupar algún día el banquillo del Real Madrid. Como entrenador está sobradamente preparado y su ADN madridista le convierte en el candidato principal para sustituir a José Mourinho, cuando al portugués le apetezca marcharse de vuelta a la Premier League o a dirigir a Portugal.

La carrera de Michel como entrenador no ha sido sencilla. Se topó con la aridez de la Segunda División B en el Rayo Vallecano, donde demostró contar con un método y buen gusto por el fútbol, pero en un lugar complicado para jugar bien y cumplir los objetivos. En la cantera del Real Madrid no le benefició combinar el cargo de responsable de la cantera con el de entrenador del Castilla y la decisión de marcharse en mitad de la crisis institucional que se venía en el ocaso de la presidencia de Ramón Calderón. En el Getafe ya se vio su mano para evitar el descenso y el equipo azulón jugó bien. En el conjunto madrileño maduró en el manejo de grupos y es en el Sevilla donde está rompiendo en entrenador de primerísimo nivel.

Los críticos inmisericordes, que no le alabarían aunque ganase la Liga con el Sevilla, recuerdan permanentemente que descendió con el Castilla plagado de jugadores hoy internacionales, que ninguno está en el primer equipo del Madrid, por cierto. Aquel Castilla no descendió por culpa de Michel precisamente, pero aquella experiencia también le sirvió para mejorar como técnico.

Cuando apareció Guardiola en el Barça se señaló a Michel como un antagonista en el Madrid de la figura que representaba Pep. Pero nunca tuvo opciones de entrenar al Real Madrid cuando Florentino Pérez reconquistó la presidencia. Entonces se eligió a Manuel Pellegrini por la negativa de Rafa Benítez y porque el presidente del Real Madrid aseguraba por aquel entonces que Mourinho nunca se sentaría en el banquillo local del Bernabéu mientras él fuera el máximo mandatario blanco. Pellegrini nunca tuvo respaldo en el Madrid y todo cambió la siguiente temporada, con el Barcelona convirtiéndose en el club que más títulos había ganado de la historia en un año. Mourinho ya podía entrenar al Madrid y llegaba en un estado de excepción a frenar la sangría que le estaba provocando el Barça de Guardiola al equipo merengue. Entonces ya se habló de Míchel como posible entrenador del Madrid, pero no se contempló en ningún momento por los que toman las decisiones en el club de Concha Espina.

Ahora Míchel está para entrenar al Madrid en cualquier momento. Se encuentra muy a gusto en el Sevilla y en su hoja de ruta ni se plantea esta posibilidad. Pero tarde o temprano llegará su oportunidad. No es cuestión de ser el Guardiola del Madrid. Es continuar la historia del Madrid, de los Miguel Muñoz, Luis Molowny, Amancio, Di Stéfano, incluso, y, sobre todo, Vicente del Bosque. Glorias como jugadores que tuvieron su oportunidad como técnicos y siguieron triunfando desde el banquillo del Santiago Bernabéu. Mourinho tiene contrato con el Madrid hasta 2016 (hay rumores que hablan de otra ampliación, pero no parecen muy fundados), pero en el Madrid saben que cuando se quiera marchar se irá y todos están convencidos que si consigue la Décima Copa de Europa para el club se marchará ipso facto. Para entonces, sea a final de esta temporada, con la Décima o sin la Décima, o en 2014, 2015 ó 2016 (con contrato o sin contrato, Mou siempre dará la sensación de que se marcha), Michel será el mejor candidato para entrenar al Real Madrid. Incluso, con una candidatura fuerte que compitiera con la de Florentino en las elecciones presidenciales del próximo año (hay varias que se están preparando y que podrían unirse), Michel sería un buen gancho, junto a varios madridistas históricos que han sido excluidos del club por los que gobiernan el club en la actualidad, que se pueden perpetuar con el cambio de estatutos aprobado ayer en la Asamblea. Porque Michel representa al Madrid. Por fútbol y por valores.