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Mariano Rajoy pasó de que se televisara a la Selección española de fútbol
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Javier Gómez Matallanas

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Mariano Rajoy pasó de que se televisara a la Selección española de fútbol

El hecho de que no se televisara el partido de la Selección española en Bielorrusia es un síntoma de que la crisis también ha alcanzado de

Foto: Mariano Rajoy pasó de que se televisara a la Selección española de fútbol
Mariano Rajoy pasó de que se televisara a la Selección española de fútbol

El hecho de que no se televisara el partido de la Selección española en Bielorrusia es un síntoma de que la crisis también ha alcanzado de lleno al sector fútbol. Que la máxima exponente de la 'Marca España' en su vertiente deportiva, la selección española de fútbol, no fuera televisada en un partido oficial el pasado viernes invita al análisis y a buscar las claves, incluso políticas, de por qué ninguna televisión retransmitió el partido.

Lo primero que se ha demostrado es que los partidos de España no son de interés general. Y eso es una decisión política del Gobierno del PP que en sus primeros meses de mandato decidió no desarrollar la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual al no crear el Comité Estatal de Medios Audiovisuales que según esa Ley era el encargado de determinar qué eventos son de interés general. El pasado mes de enero la vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría anunció que no iban a crear el CEMA porque suponía un coste de 6 millones de euros y no podían desarrollarlo por los recortes impuestos en todos en los sectores por su Gobierno. En marzo, se anunció que los eventos de interés general los iba a determinar el Ministerio de Presidencia. 

Y con la polémica creada porque no se televisaba el Bielorrusia-España se ha informado, sin citar qué norma lo determina, que "en tanto no se apruebe por el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (que no ha llegado a constituirse –ni se va a constituir-) el catálogo de acontecimientos de interés general, se emitirá en directo y abierto, y para todo el territorio del Estado, un encuentro de fútbol por cada jornada de la Liga de Primera División, así como las semifinales y la final de la Copa del Rey de fútbol, siempre que haya algún canal de televisión en abierto interesado en emitirlo".  No obstante, el Gobierno de Rajoy ha superado la Ley Cascos del 97 (creada contra Canal+, a quien luego dieron la razón los tribunales), y ya no ve el fútbol como algo de interés general.

Sea como fuere, en la práctica, como se demostró el pasado viernes, la selección española ya no es de interés general. Siendo el siguiente paso que el partido de cada jornada de fútbol deje de ser en abierto a la vista de que ese encuentro (que ahora emite el canal Marca TV, sin cobertura en todo el territorio nacional) no lo juegan todos los equipos de la Liga (sólo lo hacen los que no disputan Europa League ni Champions League). Y si la Selección no es de interés general, es porque el Gobierno de Rajoy no ha movido un dedo para que lo fuera con un caso real con el que poder hacerlo la pasada semana.

Ni una sola subvención para comprar los derechos

Desde el Gobierno, según las versiones oficiales del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y del Consejo Superior de Deportes, no se movió un dedo para mediar e intentar que el partido de España se televisara. Pero otras fuentes próximas a la Real Federación Española de Fútbol aseguran que el asunto sí se trató desde el Gobierno y que fue el propio Mariano Rajoy el que no quiso hacer nada para que se viera a la Selección por televisión. Resulta que la Federación Española de Fútbol ha decidido no cobrar la subvención a la que tiene derecho del Consejo Superior de Deportes, que ascendía a más de tres millones de euros. Consideran en la Federación que se podía haber utilizado parte de ese dinero (medio millón de euros) para subvencionar parte de lo que la productora alemana Sportfive pedía por la venta de los derechos del partido España-Biolorrusia. Pero Rajoy ni contempló esta posibilidad, por más que el ministro Wert y el secretario de Estado para el Deporte Miguel Cardenal fueran partidarios de devolver el favor a la RFEF de haber renunciado a su subvención facilitando que el partido se televisara.

No se ha utilizado el partido de España no televisado, en ningún caso, para desviar la atención en mitad de la brutal crisis económica que vive Occidente, y que sacude con gran virulencia a nuestro país. Y el debate sobre si se debía gastar TVE más de un millón de euros en su compra ni se planteó porque con los problemas financieros que arrastra el ente público no se habría entendido. Igual que tampoco se puede criticar que Mediaset no aceptase el alto precio que pedía Sportfive, porque dentro de su política, la empresa de Telecinco y Cuatro es un ente privado que puede decidir lo que le venga en gana con su dinero. Otra cosa es si de la subvención devuelta por la RFEF se hubiera utilizado medio millón de euros para financiar la compra como quería la propia RFEF, en una postura lógica desde su posición buscando que se viera a la Selección de fútbol en directo por televisión en España, como ha sucedido siempre, con contadas excepciones, desde que existe la televisión en nuestro país.

Lo vivido con el Bielorrusia-España demuestra que el valor del fútbol ha bajado por más de que se tratase un partido de la Selección campeona del mundo y de Europa y provocará que las empresas que compran y venden derechos deben bajar sus pretensiones con la actual coyuntura económica. Pero también es un precedente que puede provocar que los ingresos de la propia Real Federación Española de Fútbol caigan por la crisis y que para 2014 no pueda renunciar a la subvención del CSD como ha hecho para 2013.

Y lo que parece evidente es que el 'pan y circo' se ha acabado. Igual que no se televisó a España, en un hecho sin precedentes que no quiso evitar el Gobierno de Rajoy, las medidas por parte del Gobierno para que los clubes paguen su deuda a Hacienda se han endurecido en los últimos meses y quien no cumpla el calendario de pagos puede tener dificultades para su futuro, corriendo el riesgo de desaparecer. El fútbol no se escapa a la crisis. Y a los que menos les gusta ese sector auguran que la del fútbol será la siguiente burbuja que se pinchará. 

El hecho de que no se televisara el partido de la Selección española en Bielorrusia es un síntoma de que la crisis también ha alcanzado de lleno al sector fútbol. Que la máxima exponente de la 'Marca España' en su vertiente deportiva, la selección española de fútbol, no fuera televisada en un partido oficial el pasado viernes invita al análisis y a buscar las claves, incluso políticas, de por qué ninguna televisión retransmitió el partido.

Mariano Rajoy