La táctica del avestruz de Villar y el 'intervencionismo' de Cardenal

La Real Federación Española de Fútbol aprobará hoy el paquete de medidas propuestas por el Consejo Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional con el fin de dotar de normas con las que los clubes de fútbol puedan expulsar a los radicales de los estadios españoles. Los puntos que habían acordado las tres partes con la ausencia en todas las reuniones de Angel María Villar, presidente de la RFEF, serán aprobados en la Comisión Delegada que se celebra a las 17:00 en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

En el proceso hasta aprobar esas medidas ha quedado retratado Angel María Villar. El presidente de la RFEF ha vuelto a utilizar la táctica del avestruz. Se ha quitado de en medio y ha metido la cabeza en un agujero, esperando que pasara el chaparrón. Pero la cosa era tan seria que no le ha valido la estrategia del aquel famoso del chiste que le hicieron una pregunta comprometida durante una entrevista y se hizo el muerto hasta que se fue el periodista de la habitación. La actitud de Villar ha avergonzado hasta sus más íntimos colaboradores. Y su intento de demostración de fuerza haciéndose fotos flanquedado por Blatter y Platini en el Mundialito de Marruecos ha sido un despropósito.

Se queja Villar del intervencionismo del Gobierno en la gestión de las Federaciones. Esa es la misma queja que tiene Alejandro Blanco con el Consejo Superior de Deportes, porque considera que se mete mucho en la gestión del Comité Olímpico Español. Lo único que pretende el CSD es aplicar la Ley de Transparencia aprobada en 2014 tanto en la Federación Española de Fútbol como en el COE, al igual que en todas las instituciones que hay aplicar esa Ley exigida por la sociedad civil, totalmente hastiada de la corrupción generalizada. No querer que se aplique la Ley de Transparencia es un síntoma de sospecha de posibles corruptelas y administración fraudelanta.

Resulta que el intervencionismo de Cardenal en el caso de los ultras está propiciado por la alarma social que provocó un asesinato en una pelea entre el Frente Atlético y los Riazor Blues, dos grupos de hinchas radicales, antes del Atlético-Deportivo. Mezclar esa decisión firme del Gobierno de tomar medidas urgentes con una injerencia estatal es embarrar el terreno de juego. Y eso es lo que ha hecho Villar con Blatter y Platini intentando que los Primos de Zumosul de la FIFA y de la UEFA vengan a asustar al Estado español. Y la cosa no es ni parecida al chantaje que le hizo Villar con la UEFA a Lissavezky en 2008 amenazando con no permitir a España jugar la Eurocopa de Austria y Suiza.

En todo este caso traslucen costumbres y comportamientos meramente españoles. En este país nos movemos por fobias y por filias personales. Los malos rollos entre personas se imponen a la responsabilidad institucional. Y eso es lo que pasa entre Villar y Javier Tebas o entre Alejandro Blanco y Pepe Sáez, y entre Villar y Blanco ahora con Cardenal. A Villar le cae mal Tebas y no le hace directivo de la RFEF como lo han sido todos los presidentes de la LFP y no se sienta a firmar con él el convenio RFEF-LFP, que lo tuvo que firmar a principios de agosto Padrón con Tebas.

Este lunesse espera que la Comisión Delegada de la RFEF apruebe el paquete de medidas para expulsar a los ultras de los estadios españoles. Fuentes de la RFEF aseguran que será así. Si Villar no lo hace tendrá realmente problemas porque el ministro Wertpodría forzar su cese inmediato como presidente de la RFEF. Aunque esconda la cabeza bajo la tierra como los avestruces…