El 'shock' de Messi, la sequía de Cristiano y el descontrol de Simeone

Deja esta jornada un regusto agridulce. No es momento de hacer sentencias ni de pronosticar nada cuando solo se han disputado seis jornadas, pero la lesión de Messi, la sequía goleadora de Cristiano y el peor arranque de Simeone invitan a pensar en que la Liga puede abrirse a más equipos. Valencia y Sevilla han arrancado mal y han ocupado su lugar el Celta de Berizzo y el Villarreal de Marcelino.

Las lesiones siempre son inoportunas e inesperadas. La de Messi cayó el sábado como un jarro de agua fría a los aficionados del Barça. Fue un 'shock' para los culés y para todos los aficionados al fútbol. Leo sufrió siete lesiones en las dos temporadas que tuvo a Rijkaard de entrenador, tan solo se lesionó en una ocasión en cuatro ejercicios con Guardiola, dos veces tuvo que parar en una campaña con Tito (y Roura) y padeció tres en cuatro meses con el Tata Martino. Con Luis Enrique es la primera vez que se va a perder dos meses de competición al romperse el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. Se supone que el Barcelona cuenta con recursos para sacar adelante los partidos sin Messi, pero la baja de Leo, unida a la de Rafinha y la imposibilidad de inscribir a otro futbolista hasta enero, hacen quedar en precario a la plantilla de Luis Enrique.

Vivir sin Messi dos meses será complicado para el Barça. Otra cosa es que lo pueda aprovechar el Real Madrid de Benítez, que se parece mucho al de Mourinho y al de Ancelotti en la dependencia que tiene de Cristiano Ronaldo. El portugués arrancó con ocho goles en dos partidos y de repente se ha quedado a cero en cinco partidos. Ya en pretemporada no estuvo a su nivel goleador. Llegaron los goles de Cristiano porque las ocasiones las sigue creando, pero en su transición a nueve se le ha mojado la pólvora al delantero de Madeira. Y si no marca Cristiano, el Madrid pierde mucho potencial pese a que Benzema es el mejor Benzema desde que le fichó el Madrid en 2009.

El Atlético desaprovechó el pinchazo del Madrid y tiró a la basura la posibilidad de salir líder de El Madrigal. Simeone está protagonizando su peor arranque desde que llegó al Atlético y, lo más preocupante, se le ve algo despistado y dubitativo en la toma de decisiones. Son ya dos los partidos en que hace un doble cambio al descanso. Si en Eibar acertó, en Vila Real no le salió bien y quizás evidenció que el error estuvo en la alineación y el plan inicial. Preocupan en el Atlético el estado de forma de Filipe Luis, por quien el club, presionado por el Cholo, ha hecho un gran esfuerzo económico, las distracciones de Godín y el descontrol táctico de Simeone que por primera vez parece no dar con la tecla.

Sorprende conocer que es la primera vez que el Villarreal se encarama al primer puesto de la clasificación de Primera. Se recuerdan grandes temporadas del submarino amarillo, con la semifinal de Champions y el penalti fallado por Riquelme como punto álgido de la historia de un club magníficamente montado por Fernando Roig, que ha creado una estructura empresarial en la que se vive y se respira fútbol, con un gran trabajo de José Manuel Llaneza y la aparición de Fernando Roig Jr.

Con el Villarreal sucede igual que con el Celta porque no se puede apostar a que aguantarán el ritmo. Al conjunto de Berizzo ya le pasó el año pasado porque su filosofía y sistema de juego es tan exigente que los jugadores se quedan sin piernas a final de temporada. Y a Marcelino también le ha ocurrido en el Villarreal y en otros equipos, que exprime tanto a sus futbolistas que se quedan sin gasolina.

Solo van seis jornadas disputadas y queda toda la temporada, pero en la última fecha ha sido un suceso que el Villarreal sea líder de Primera y la lesión de relativa gravedad de Messi. Lo son menos la mala racha de Cristiano Ronaldo y las primeras dudas del Cholo.