¿Qué le debe Villar a Padrón? Nadie lo ha descubierto. De momento…

La relación entre Ángel María Villar y Juan Padrón es enigmática. Ninguno de los que están a su alrededor alcanza a explicar por qué Padrón controla a Villar hasta el extremo de que el dirigente vizcaíno solo haga lo que le permite el dirigente tinerfeño. Cuentan los que vivieron el proceso electoral de 1988, cuando Villar ganó a Eduardo Herrera, que sigue de presidente de la federación andaluza, el día que Manuel Meler, presidente entonces del Español, se retiró de la votación, que fue Padrón el que manejó todos los hilos, que ya entonces no quiso ser el candidato y puso al exjugador del Athletic, por entonces presidente de la federación vizcaína, como candidato. Desde entonces, le maneja a su antojo y nadie sabe los motivos de tamaña sumisión, que dura seis lustros.

Todos los problemas que ha tenido Villar en sus 28 años de presidente de la Real Federación Española de Fútbol le han venido por Padrón. Todas las dudas sobre su honradez las ha provocado su apoyo incondicional al que “realmente manda en la Federación”, como aseguran todos los que conocen el organismo que controla el fútbol español. En los últimos meses, se ha filtrado que si Villar gana las próximas elecciones, Padrón dejará de ser vicepresidente, pero esa filtración se ha hecho a propósito buscando el apoyo de las federaciones territoriales que no aguantan el comportamiento caciquil de Padrón en el manejo del dinero y las decisiones federativas. Pero la marcha de Padrón no está ni mucho menos asegurada si Villar vuelve a ser reelegido (cumpliría 32 años al frente de la RFEF si gana otra vez en unas elecciones que se supone serán en primavera).

Nunca se ha sabido con qué o por qué le tiene cogido Padrón a Villar, pero sus decisiones invitan a pensar que hay algo raro. El odio de Padrón a Tebas es de sobra conocido y no ha amainado, pese a que el presidente de la Liga retiró su querella contra el vicepresidente de la RFEF cuando fue elegido presidente como muestra de buena voluntad. Entonces Villar le dijo que en seis meses pasaría a formar parte de su junta directiva. Cuando se enteró Padrón, le prohibió a Villar nombrar directivo a Tebas, y casi tres años después de su elección como presidente de la Liga, Villar no ha nombrado directivo a Tebas porque Padrón no se lo permite.

La vinculación de Tebas con Mediapro fue el motivo por el que Padrón rechazó un contrato de 40 millones de euros por los partidos de la Selección que había hecho la productora de Jaume Roures. Y la Federación firmó uno de ocho millones de euros con Mediaset porque a Padrón le cae mal Tebas. Villar no tiene autonomía. Para tomar una decisión, depende de la autorización de Padrón, que el próximo 25 de febrero cumple 80 años.

Villar tiene controlado todo el sistema de reelección. Aunque la orden ministerial (Orden ECD/2764/2015, de 18 de diciembre, por la que se regulan los procesos electorales en las federaciones deportivas españolas) le obliga a hacer un reglamento electoral con mayor publicidad que el de 2012, el presidente de la RFEF ha ordenado redactar un proyecto de reglamento electoral para ganar tiempo y vacilar al Consejo Superior de Deportes. En ese borrador ni siquiera reconoce que el Gobierno español tutela las elecciones federativas, y dice que es FIFA quien controla todo y a quien debe rendir cuentas, poniéndose de nuevo por encima de la ley española. Villar se siente intocable y desprecia a todo el que está a su alrededor. Los que le consideraban un buen tío ya dudan de su bonhomía seriamente. No hace caso a nadie, salvo a su ‘jefe’ Padrón, y mueve sus piezas en función de las próximas elecciones a la presidencia de la FIFA y de la UEFA.

Villar estará hoy en la Gala del Balón de Oro como uno de los mandamases de FIFA. En Zúrich se siente a gusto porque allí, en la FIFA, no tiene el yugo de Padrón. Igual que en la UEFA. ¿Pero qué le debe Villar a Padrón? Nadie lo ha descubierto. De momento…