​Pitarch vetó a Quique Sánchez Flores y forzó la marcha de Paco Alcácer del Valencia

La dimisión de Jesús García Pitarch como director deportivo del Valencia provocó una victoria en Liga del conjunto che. Pitarch, que sabía que no iba a ser renovado cuando acabar su contrato en junio, forzó un pulso con la presidenta valencianista para defenestrar a todo el departamento de comunicación y colocar a un hombre de su confianza para al menos intentar vivir protegido mediáticamente hasta su salida en julio. Como Layhoon Chan no cedió a sus presiones para que echara a Damiá Vidagany y su equipo y pusiera a Jordi Bruixola como nuevo director de comunicación, Suso García Pitarch decidió dimitir.

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En su comparecencia de despedida Pitarch demostró su calaña poniendo la diana sobre Vidagany, a quien señaló como cabeza de turco para las ultras valencianistas. Además de hacerlo públicamente, Pitarch le dijo directamente a los Yomus que atacarán al DirCom del Valencia, actualmente director de marketing y comercial. Se da la circunstancia de que fue Vidagany quien le puso en contacto con la presidencia (tras mucha insistencia de Pitarch) para que entrará en la dirección deportiva.

En el vestuario ha sido un alivio su marcha porque los jugadores no le aguantaban y en el seno del club a ningún empleado le ha entristecido su marcha, más bien al contrario. En esta etapa de Pitarch en el Valencia se ha superado a sí mismo. Si en su primera etapa se hizo famoso por la frase de Rafa Benítez de pedí un sofá y me han traído una lámpara, en esta provocó la salida de Paco Alcácer cuando, según fuentes próximas al delantero, le dijo: “¡Tus agentes son unos hijos de puta!”. Ese fuerte insulto de Pitarch hizo que el canterano decidiera aceptar la oferta del Barça.

La relación de Pitarch con los agentes de Alcácer (Toldrá Football Consulting) se rompió cuando se la preparó a Luis García Plaza, también representando por la misma agencia, en Abu Dhabi. Le fichó de entrenador del Baniyas y luego le defenestró. Tras hacerle la vida impoisible a García Plaza, Pitarch apuró su contrato de director deportivo entrenando a los cadetes del equipo de Abu Dhabi para que le pagaran todo su contrato.

A Abu Dhabi llegó tras liarla en el Zaragoza, club con el que acabó en los tribunales y club en el que tampoco dejó ningún amigo. La carrera de Pitarch venía en picado después de su tortuoso paso también por el Hércules. En Alicante también es casi imposible encontrar a alguien que hable bien del que fuera su presidente con competencias de director deportivo.

En el Valencia ha actuado en los últimos meses siempre guiado por sus fobias. Vetó el fichaje de Quique Sánchez Flores, al que seducía la idea de fichar regresar al banquillo de Mestalla, porque aseguraba en privado que Quique se la había jugado cuando coincidieron en el Atlético. Mediáticamente Pitarch no cuenta con ningún apoyo en Valencia y tampoco lo hubiera tenido si hubiera conseguido tirar a Vidagany y poner en su sitio a Bruixola.

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En medio de un culebrón dantesco protagonizado por Peter Lim, con Layhoon Chan de secundaria de lujo, el paso de Pitarch por el Valencia ha sido otro capítulo patético de los malos tiempos que vive el club che. El agente Jorge Mendes se quitó de en medio de la gestión cuando Lim prescindió de Nuno y ahora su único interés en vender bien a los futbolistas que tiene en la plantilla valencianista. Mendes no tuvo nada que ver ni con el nombramiento de Gary Neville ni con la llegada de Pitarch, aunque en el Atlético su relación era buena porque todos los jugadores que se atribuye Pitarch que fichó él y triunfaron (Miranda y Diego Costa) los fichó Miguel Angel Gil Marín con Mendes y él tuvo poco que ver. Su mala manera de salir del Valencia le hacen tener complicado que ningún club español le fiche.