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Joaquín Caparrós, la hora que nunca le llega al entrenador de moda
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José Manuel García

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Joaquín Caparrós, la hora que nunca le llega al entrenador de moda

"Joaquín Caparrós lo es todo para mí; él me hizo debutar y cuando dejó al Sevilla, miren los resultados que ha tenido". Jesús Navas, estrella del

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Joaquín Caparrós, la hora que nunca le llega al entrenador de moda

"Joaquín Caparrós lo es todo para mí; él me hizo debutar y cuando dejó al Sevilla, miren los resultados que ha tenido". Jesús Navas, estrella del Sevilla y campeón del mundo, no oculta sus devociones hacia Joaquín Caparrós. Lo mismo hablan de este hombre, que masca chicle en los partidos para evitar que los nervios se le desbanden, una legión de ilustres futbolistas que 'el león de Utrera' acunó. La lista le corona como 'gurú' del fútbol: Diego Capel, Antonio Puerta, Jesús Navas, José Antonio Reyes, Sergio Ramos, Adrián, Fernando Llorente, Muniain

No conozco a ningún futbolista que hable mal de Caparrós. El utrerano es un fanático del fútbol, alguien que vive por y para el balón, que maquina de forma compulsiva las mil maneras de sacarle partido. Pero donde sobresale Joaquín es en el manejo de los vestuarios, un mago en los asuntos del corazón y la mente. Existen mil maneras de mantener en tensión a un grupo, que no decaiga en el aburrimiento, que los valores básicos, como compañerismo, lealtad, y solidaridad, sobresalgan por encima de cualquier tejado. Los 'amigos invisibles', los arroces grupales, las reuniones lejos del hábitat de una ciudad deportiva son armas infalibles, pero también los bis-a-bis con el jugador, donde una riña a tiempo obra milagros. Que le pregunten a Reyes o Antoñito o a Capel o a Muniain o a Fernando Llorente. Si hay que utilizar una palabra mayor, se utiliza, pero ese futbolista sale al campo el domingo que se come las espinilleras del rival; más enchufado que un cajón lleno de cargadores.

Caparrós, más sevillista que el escudo del mural del estadio, logró que la afición del club de su alma recuperase la autoestima. Y lo hizo de la única manera que sabe, a base de trabajo y toneladas de dedicación. Ascendió con el Sevilla, lo consolidó en Primera y lo metió en Europa. Pero el utrerano es hombre de una sola palabra y un día como hoy de hace siete años, le dijo a Del Nido mirándole a los ojos (testigo de la reunión: Monchi) que su ciclo como entrenador del equipo había terminado. De momento, claro.

Le relevó en el cargo Juande Ramos, que cogió el primer AVE y se reunió con Del Nido y Monchi en Córdoba. Fue el año de los traspasos de Julio Baptista y Sergio Ramos (55 millones de euros en total), pero también el verano de las llegadas de Andrés Palop, Luis Fabiano, Dragutinovic y, por encima de todos, Fredy Kanouté. Con ellos, el Sevilla hizo un acopio de títulos que asombró al mundo. Pero la mano de Caparrós siempre quedó ahí, dejando a punto a Jesús Navas, Dani Alves, Renato, Adriano, Martí, Javi Navarro, David Castedo, Puerta, Capel

El milagro continúa hasta la actualidad

Joaquín Caparrós pasó a entrenar a un Deportivo en decadencia y consiguió el milagro de tenerlo en pie. Le llamaron para Bilbao y al Athletic se tiró de cabeza. Se hizo inquilino de Lezama, uno más de la partida, el ciudadano del mundo Caparrós, Jokin para los aficionados. Y siguió trabajando, sembrando, puliendo, levantando unos cimientos que hoy se han consolidado con la aportación mágica del Loco Marcelo Bielsa, pero la sombra caparrosiana queda por ahí, bajo los chopos que rodean la montaña y miran a Lezama.

Después de una experiencia loca, pura anécdota, en Neuchatel, Joaquín Caparrós sorprendió a más de uno aceptando la invitación de Lorenzo Serra Ferrer, consejero delegado del Mallorca, un bético confeso, que se las ha tenido tiesas con varios del Sevilla. Pero el fútbol une intereses y aparca rencillas. Caparrós aterrizó en Mallorca y observó un equipo con el péndulo de la moral averiado, se arrimó a los capitanes y diseñó un plan. El Mallorca no iba a jugar a la usanza del Barcelona, pero el equipo recobró la autoestima, juntó sus líneas y se mostró una roca sin apenas hendiduras. Ha ido ganando partidos el cuadro bermellón y se ha puesto a tiro de Europa, cuando en invierno olía a descenso.

El Mallorca sigue un año más en el pelotón de los grandes y Caparrós mostrando sus hechuras de caballero de fútbol y grabando a fuego una etiqueta de entrenador fiable, casi infalible. Ahora maneja una oferta de renovación que le ha extendido el Mallorca, pero la ha guardado en su cajón y ha prometido responder muy pronto. Porque Caparrós espera. Espera una hora que nunca le llega.

"Joaquín Caparrós lo es todo para mí; él me hizo debutar y cuando dejó al Sevilla, miren los resultados que ha tenido". Jesús Navas, estrella del Sevilla y campeón del mundo, no oculta sus devociones hacia Joaquín Caparrós. Lo mismo hablan de este hombre, que masca chicle en los partidos para evitar que los nervios se le desbanden, una legión de ilustres futbolistas que 'el león de Utrera' acunó. La lista le corona como 'gurú' del fútbol: Diego Capel, Antonio Puerta, Jesús Navas, José Antonio Reyes, Sergio Ramos, Adrián, Fernando Llorente, Muniain

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