Neymar: el Barça rompió la banca; el Real Madrid no quiso

En el pulso de los grandes mastodontes del fútbol español, el Barcelona se llevó la tajada por Neymar, aunque literalmente tiró la casa por la ventana. El Real Madrid, según confesó su candidato a presidente, Florentino Pérez, lo intentó, pero echó cuentas y se percató de que fichar al internacional brasileño salía por algo más que un riñón: casi 150 millones de euros. El Barça ha sido el primero en saltar la banca.

Neymar va a aterrizar en esta Europa golpeada por la recesión, pero él caerá sobre un mullido colchón relleno de billetes grandes de euros. Desde que en el invierno de 2011, Neymar dos Santos, padre del jugador, estampara un compromiso vinculante con el Barça, y en contraprestación recibiera un cheque de 10 millones de euros, la guerra de los dinosaurios del fútbol hispano (y europeo) se ha desarrollado debajo de la mesa. Viajes a Brasil, ofertas mareantes de dinero, movimientos simulados de ajedrez con algunas situaciones vodevilescas y personajes inesperados.

El último intento del Real Madrid por convencer a Neymar y padre para que fichara por el club blanco se realizó hace unas pocas semanas. Viajaron a Brasil Chivo Pérez, hijo de Florentino, sus amigos Óscar Ribot (hombre ligado a la empresa de Carlo Cutropía, que representa a Marcelo y Casillas, y maneja la imagen de Arbeloa y Xabi Alonso) y Alejandro Sierra Palma, también ligado a Canal plus. Allí se vieron con Wagner Ribeiro, agente oficial de Neymar, y también con el padre del futbolista.

La oferta del Real Madrid era de 35 millones para el Santos, más 70 millones brutos para el jugador, compensando con ese dinero los 10 millones que Neymar tendría que devolver al Barcelona, un contrato de cinco años a razón de 11 millones de euros netos por temporada, además del 40 por ciento en los derechos de explotación de la imagen publicitaria del internacional brasileño.

Más o menos, los madridistas calculaban que la operación Neymar se disparaba a los 116 millones de euros. Pero muy lejana a los 150 millones que, según cálculos de los contables del Real Madrid, ha llevado al futbolistas a los brazos del club del Camp Nou.

Neymar esgrime una sonrisa de oreja a oreja; su gesto es el de un joven henchido de felicidad. Jugará al lado de sus ídolos de siempre Iniesta, Xavi y, sobre todo, Messi. Pero también ve cómo se convertirá en uno de los jugadores más ricos del mundo, pues el club de Sandro Rosell ha sido muy generoso en su esfuerzo. El Barça pagó 28 millones de euros a los dueños de la licencia federativa del jugador, es decir, esa cantidad se la repartirán entre el Santos (15,4 millones) y los otros dos propietarios del jugador, el Grupo DIS (11,2) y el Grupo TEISA (1,4). A esto hay que unir un acuerdo firmado en el último momento y que resultó muy disuasorio: la disputa de dos amistosos entre el Santos y el Barça, uno a jugar en Brasil y el otro en la Ciudad Condal.

Para Neymar queda el pellizco más grueso: 42,5 millones de euros netos, al margen de los 10 cobrados con anterioridad. Un contrato por cinco temporadas a razón de 7 millones de euros netos. A cambio, el Barça cede al futbolista el cien por cien de la explotación de sus derechos de imagen. Neymar, según especialistas del marketing, se ha convertido en un boom publicitario en Latinoamérica con unos ingresos futuros que pueden superar los 20 millones de euros anuales.

En el Real Madrid, al menos el entorno de Florentino Pérez, no se rasgan las vestiduras por la desembocadura final de la “operación Neymar”. Se tiene interés en mostrarse elegante en la pugna por hacerse con los servicios del brasileño, que lucirá la azulgrana hasta más allá de 2018. El pez blanco será otro. Bale o alguien más.