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Del Bosque necesita más que nunca del coraje de Diego Costa para reactivar a la Selección
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José Manuel García

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Del Bosque necesita más que nunca del coraje de Diego Costa para reactivar a la Selección

Del Bosque asume como prioritaria una reactivación total de la selección de España. Necesita más que nunca la intensidad y el coraje de Diego Costa

Foto: Diego Costa, un jugador que puede convertirse en imprescindible para Del Bosque
Diego Costa, un jugador que puede convertirse en imprescindible para Del Bosque

Tras el paupérrimo partido que España disputó en Sudáfrica, Vicente Del Bosque asume como prioritaria una reactivación total de la selección de España. El seleccionador, después de los partidos de Guinea y Sudáfrica, tras los últimos partidos clasificatorios, ha observado con preocupación que la Roja ha bajado los decibelios, se encuentra un escalón más bajo de lo soñado y que, de seguir con ese juego meloso y de tran-trán, en la cita mundialista de Brasil corre el riesgo de pegársela. España necesita sangre. Necesita más que nunca a Diego Costa.

Técnicamente, la Roja lleva el traje perfecto. Pero su fútbol bonito, sin intensidad, terminará devorado. En los últimos meses, España ha recibido un par de serios avisos. En la final de Brasil, la 'canarinha'planchó el juego sobón de la selección a base de casta y velocidad. El fútbol horizontal de España perdió por goleada ante la verticalidad de los anfitriones. La gira de África ha dejado la herida más abierta que nunca.

Esto no quiere decir que la selección campeona renuncie a su estilo, pero sí que cruce la delgadísima línea roja de su fútbol de calidad y toque porque se confunde con un juego lento, que no mira la portería, se olvida de las bandas y obstruye por el centro.

A veces los recuerdos gloriosos se apelotonan en nuestra mente de manera desordenada y borramos sin querer algunos detalles trascendentes. Nos quedamos con el gol de Iniesta a Holanda y nos olvidamos de los pasos que tuvimos que dar para llegar a la cima. Uno de ellos fue el latigazo de Carles Puyol. Aquel remate de cabeza, sangre y orgullo del capitán del Barça, contra el marco alemán significó muchas cosas más al margen del pase de España a la final sudafricana. El gol de Puyol recordó al mundo que España, además de un fútbol de una calidad insuperable, posee el plus de la raza, el aditivo del orgullo, esa novena marcha que hizo a la selección campeona del mundo.

Pese a quedar de nuevo campeona de Europa, ya sin Puyol, España mantuvo ese nivel de orgullo necesario para seguir en la cima. Pero desde hace año y medio, transcurridos muchos encuentros, la selección ha entrado en una vía peligrosa de amaneramiento que no conduce a nada.

La irrupción de Diego Costa añadirá corazón y verticalidad que en los últimos tiempos la Roja había perdido a grandes dosis. Tras un año de altibajos, el paso dado por el jugador del Atlético apostando por la Roja, es la mejor noticia que se ha llevado el seleccionador. El hispano-brasileño, salvo desgracia, es un fijo en la lista para el evento mundialista. Del póker de goleadores que el equipo nacional posee (Negredo, Fernando Llorente, David Villa, Fernando Torres y Soldado), Del Bosque tiene claro que a lo sumo dos acompañarán a Diego Costa. Los demás verán el Mundial por televisión.

Cesc Fábregas, como Diego Costa, es innegociable. El barcelonista, como se vio en la última Eurocopa, es un 'nueve mentiroso'de primer nivel, un futbolista de alta competitividad y muy vertical. Con los dos, Del Bosque recuperará la sonrisa. Y España elevará su electricidad perdida. Lástima que ya no esté Puyol.

Tras el paupérrimo partido que España disputó en Sudáfrica, Vicente Del Bosque asume como prioritaria una reactivación total de la selección de España. El seleccionador, después de los partidos de Guinea y Sudáfrica, tras los últimos partidos clasificatorios, ha observado con preocupación que la Roja ha bajado los decibelios, se encuentra un escalón más bajo de lo soñado y que, de seguir con ese juego meloso y de tran-trán, en la cita mundialista de Brasil corre el riesgo de pegársela. España necesita sangre. Necesita más que nunca a Diego Costa.

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