​Inglaterra se rasca el bolsillo por Cesc y el Arsenal activa la 'operación hijo pródigo'

Cesc Fàbregas, de repente, todos se han vuelto locos. Son los rincones inexplicables del fútbol: que en Inglaterra pareces Aladino y el dueño de la lámpara mágica y en Barcelona, uno más que brujulea con aires perdidos por el pabellón de los genios. Lo que sí es una rotunda evidencia es que Cesc, ese cuatro que de repente inventa la ‘Mona Lisa’, ya está cansado de la indefinición de los técnicos del Barcelona que lo condenaron más veces de las precisas al banquillo.

El Barça, como se escribió en El Confidencial hace un par de días, ha puesto precio de salida a su ave migratoria: 40 millones de euros. Chelsea, Arsenal, Manchester United y Liverpool ya le han hecho llegar a Darren Dein, el agente de Cesc, que están dispuestos a llegar a esa cifra. Y, lo más importante, quieren seducir al talentoso ‘cuatro’ con una serie de condiciones irrechazables. Dinero. El Chelsea y el United ofrecen 9 millones de euros netos. El Liverpool 8,5. Arsenal llegaría a los 8 millones. Pero el equipo de Arsène Wenger cuenta con dos grandes ventajas, que le hacen llegar hasta el tramo definitivo con cierta holgura y el pecho inflado de optimismo. Cuando el doloroso (así lo calificaron en su momento) traspaso de Cesc al Barça, hace ahora cuatro campañas, los ‘gunners’ pusieron una cláusula en el contrato: si el jugador, resulta transferido a otro club, los londinenses tendrán derecho a tanteo.

Arsène Wenger, el padre espiritual (así lo ha definido muchas veces el propio jugador) de Cesc Fábregas y que quedó prendado de su fútbol cuando éste fue elegido el mejor jugador del Mundial sub-17, hace cuentas y escribe compulsivamente en su libreta personal todos los pormenores y aristas de la ‘operación hijo pródigo’, y en todas encuentra ventajas. Es cierto que el Arsenal necesita músculo en la medular, pero el alsaciano (que ha renovado contrato por tres años más) no está dispuesto a ceder un milímetro de su filosofía sobre el fútbol y el talento. Wenger dispone de 100 millones de libras para invertir en fichajes, ya ha hablado un par de veces con el futbolista catalán y éste le ha dado esperanzas. Pero le ha advertido que también escuchará ofertas.

Una de ellas es la que proviene del Chelsea. Mourinho ha hablado dos veces con el agente del jugador y una vez, antes de emprender el vuelo a Washington, con el propio Cesc. El portugués, que ya no contará con Frank Lampard, quiere que Fábregas haga el papel del legendario futbolista londinense. “Cesc es perfecto para el puesto, no hay nadie mejor para sustituir a Lampard”, ha asegurado Mou. El Chelsea se ha adentrado con fuerza en la pelea por lograr el fichaje del barcelonista y para ello no escatimará esfuerzos. Elevará la oferta a 42 millones.

Van Gaal, flamante entrenador del Manchester y seleccionador holandés, ha salido al paso de unas declaraciones atribuidas a él en las que desmentía el interés de su equipo en Fábregas. “Cesc es un futbolista top y encajaría en cualquier equipo del mundo, y también en el nuestro, está claro”, ha dicho desde la concentración de Holanda en tierras portuguesas. El Livepool quiere romper las redes este año y rodear a Luis Suárez con un elenco de futbolistas de primer nivel. Los de Brendan Rogers están a punto de hacerse con el fichaje del sevillista Alberto Moreno (22 millones) y quieren coronar la faena con la adquisición del falso ‘nueve’ barcelonista. 8,5 millones netos por temporadas (4) para Cesc y 40 millones para el Barça.

El Barcelona apenas dice nada y ese silencio es lo que más inquieta. Luis Enrique quiere hacer suma y cuenta nueva. Si se va Cesc, el ironman asturiano ya dispone del retorno de Rafinha y ha dado orden de seguir cortejando a Ivan Rakitic. Cesc, desde la concentración de la Selección en Washington, prefiere bromear con sus compañeros y escuchar. Tiene a Cazorla, Fernando Torres y Mata para ponerles en antecedentes. Pero sobre todo, el catalán cuenta con su olfato para los negocios y le hará caso a su corazón. Le debe mucho a ese músculo, le recuerda papá Arsène…