El extraño caso de Alberto Moreno y su (no) traspaso al Liverpool de Brendan Rodgers

A miles de kilómetros de distancia de la vorágine mundialista, un muchacho de veintiún años y buena parte de su cuerpo cubierto de tatuajes cruza la caliente arena de la playa de Conil (Cádiz). En su mano derecha, lleva una sombrilla, la izquierda porta un teléfono móvil de primera generación y del que apenas se separa. Alberto Moreno, jugador internacional del Sevilla, un chico despierto y muy alegre, se cruza 'wassaps' con la reata de amigos futboleros (Reyes, Vitolo, Jairo, Campaña, Luis Alberto…), que se interesan por la 'última hora'del jugador. Y éste, indefectiblemente, responde con un “sin novedad en la playa”, con aroma a desaliento. Ni Liverpool ni Sevilla se ponen de acuerdo en el billete. No hay traspaso, de momento.

Mientras corretea por la orilla al arrullo de un mar que escupe azul y las mejores energías, Alberto trata de no pensar, y si piensa algo es que “lo que venga, siempre será mejor”. No piensa que la vida es un misterio, pero sí está convencido (porque así lo ha vivido en sus carnes) que la vida es un sube-y-baja constante y que lo que sea llegará. Alberto, que debutó con la Selección Española de Del Bosque con ficha del filial del Sevilla, se proclamó campeón de Europa con la Sub-21 y hace un mes campeón de la Europe League con los de Nervión, es un tipo maduro, que confiesa sin tapujos su sevillismo de cuna(está en el Sevilla desde alevines) y procura que no se le desate el caballo de la ilusión viéndose en el mítico Liverpool, club con el que ha firmado (con previa autorización por parte sevillista) un contrato de cinco años de duración, que le endulzará el futuro.

Hace tres semanas (el tiempo en el que su representante, Javi Moya, y el club de Alfield Road sellaron un acuerdo quinquenal) parecía una operación relámpago, donde todas las partes parecían bañadas en felicidad: Alberto Moreno, Sevilla y Liverpool. El cuadro 'red'envió un fax a la dirección deportiva del club de Nervión con una oferta en firme por el joven zurdo: 20 millones de euros y la cesión de un jugador, el gaditano Suso, que esta temporada ha jugado en las filas del Almería.La oferta parece irrechazable. Pero el SFC, con la perspectiva de otro traspaso (el de Rakitic al Barcelona), más los ingresos por la brillante trayectoria por la Europa League, ha apretado un poco más. No quiere a Suso (tampoco a Iago Aspas, también del Liverpool)y sí unas condiciones de pago (más dinero al contado), así como variables más asequibles. El Liverpool ha frenado su ímpetu y lo medita.

Entre medias, una nube de noticias ha empañado la operación. El Tottenham, a través de su nuevo entrenador, el argentino Mauricio Pochettino, gran conocedor de la Liga, se ha cruzado en las negociaciones con una supuesta oferta al Sevilla (circunstancia desmentida por el club blanco): 17 millones de euros más las cesiones de Roberto Soldado o el francés Capoue.

En Liverpool, el nerviosismo reina en los medios de información, que hablan de punto muerto en la operación y desvían las miradas hacia el holandés Blind (uno de los verdugos de España) y el argentino Marcos Rojo. En el entorno del jugador, sin embargo, la tranquilidad parece la tónica dominante. Desde Liverpool envían mensajes que imprimen serenidad a Alberto Moreno, pues leaseguran que la pelota se encuentra botando en el tejado del Sevilla.

Ayer, Monchi y Unai Emery se encontraron en Valencia y trataron diversos temas. Sustitutos de Rakitic, cesiones… Pero entre los nombres expuestos en la mesa se encontraba el de Alberto Moreno. El jugador del sevillano -del barrio del Cerro del Águila- saltó a la primera fila de la Liga gracias a la valentía y confianza del técnico vasco, que vería con agrado que Alberto siguiera en el equipo, pues le ve un gran margen de mejora, sobre todo en conceptos defensivos. Puede que ésa sea una de las causas que han ralentizado el traspaso de Moreno al Liverpool. Puede que por eso el Sevilla ha puesto en la nevera los movimientos para fichar a un sustituto. Nadie dice que el traspaso se ha venido abajo. El Sevilla parece hermético. Lo mismo que el Liverpool. Y Alberto Moreno, cuyo teléfono refleja llamadas de los grandes de Europa (el Real Madrid sabe muy bien los números de la operación de Alberto y no se olvida…), siguemirando el azul del mar y esperando una llamada…