Cesc Fábregas, el líder del Chelsea… y de España

“Podíamos neutralizar a Xavi, incluso si me apuras, a Iniesta, pero Cesc era imprevisible. Porque su juego, además de mucho talento, es de gran intensidad. Y Messi, claro”. Son palabras de José Mourinho, exentrenador del Real Madrid y ahora del Chelsea. Cuando Mou supo que, definitivamente, las gestiones habían dado fruto y Cesc Fábregas sería traspasado a “su” Chelsea, su sonrisa duró todo el día. Por fin contaba con el líder que demandaba desde hacía meses. Tras dos partidos jugados con la Selección, Vicente Del Bosque también sonríe. El seleccionador coincide con Mou: también España ha encontrado su líder.

Con la jubilación de Frank Lampard, el Chelsea perdió su bandera. La huella del veterano medio centro es demasiado profunda, por lo que supone en la dinámica del equipo y en el propio vestuario. Por ello, Mou se llevó media primavera cortejando a Cesc. Le prometió que él sería el “jefe”, ese líder con el que sueña todo entrenador. “Contigo vamos a llegar muy lejos”, apostilló el portugués. El catalán, que tiene alma de líder, que era el abanderado del mítico juvenil B que dirigía el añorado Tito Vilanova y tenía como buque-insignia a Leo Messi, necesitaba un rosario de frases como las que le dedicó Mou. Por eso, Cesc no dudó un momento: agarró el petate y se marchó a Londres. En el Barça no se sentía importante.

Y hasta hace unos días, en la Selección, su estrella también brillaba con intermitencias. Retirados del equipo nacional Xavi Hernández y Xabi Alonso, ausente por lesión Andrés Iniesta, Cesc Fábregas ha dado el paso al frente. Se vio frente a Francia y lo corroboró ante Macedonia, contando, por supuesto, con la inestimable colaboración de un futbolista preñado de talento como es David Silva y la ayuda (no exenta de calidad) de Koke y Sergi Busquets. Con ellos, mirándose a los ojos, el fútbol de España ha vuelto a recobrar la sonrisa. Y Del Bosque respira tranquilo.

Cesc siempre fue un futbolista especial. Arsene Wenger, su “padre deportivo”, se lo dio en el Arsenal, de allí voló a cumplir un viejo sueño, triunfar en el Barça, pero se encontró con un equipo hecho, que rodaba solo o bajo los estertores geniales de Leo Messi. Cuando se marchó Pep, Tito Vilanova habló con el jugador y le pidió que diera un paso al frente, el paso que todos esperaban. La terrible enfermedad del técnico y su posterior fallecimiento, fueron golpes demasiado duros para Cesc. Martino no pudo o no supo gestionar el caudal de talento del de Arenys de Mar y éste, tras escuchar una ola de silbidos en la gradería del Camp Nou, decidió poner tierra de por medio.

El jugador del Chelsea ya ha hablado con Del Bosque y éste le ha transmitido toda su confianza. Sabe que ahora le toca a Cesc dar el paso adelante y en los dos últimos partidos así lo ha demostrado. “Me he notado importante en la Selección, tengo edad para hacer buenas cosas y siempre me siento así”, ha dicho el futbolista.

Con Cesc Fábregas agarrado al mástil, la bandera de España ondeará limpia y alta. Con Iniesta, Koke, Isco, David Silva, Mata… El lunes sonreía Del Bosque. No le prestó la sonrisa Mou. Pero ambos comparten a Cesc Fábregas. Un tesoro con larga luz y mucha vida.