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Benzema, el patito feo que tuvo los dos pies fuera y Florentino Pérez renovó
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José Manuel García

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Benzema, el patito feo que tuvo los dos pies fuera y Florentino Pérez renovó

Karim Benzema, ese patito feo con episodios depresivos que nunca terminó de deshacer sus maletas, sintió estremecer sus huesos la noche del martes, cuando Carlo Ancelotti,

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Karim Benzema, ese patito feo con episodios depresivos que nunca terminó de deshacer sus maletas, sintió estremecer sus huesos la noche del martes, cuando Carlo Ancelotti, su técnico y valedor, decidió su relevo en el minuto 88. El Bernabéu rompió en aplausos y bendijo a un futbolista genialque muchas veces no es ni carne ni pescado y otras tantas veces se viste de Beethoven. Jamás deja indiferente. Pero que no se lo toquen, asegura que dice Cristiano Ronaldo sobre el francés y corrobora, levantando una ceja, Ancelotti. Florentino Pérez no dice nada. Él hace.

Florentino Pérezes un incondicional de los entrenadores y no dudó un segundo en atender la demanda de Manuel Pellegrini: el verano de 2009, el chileno quería a toda costa al joven Benzemay Florentino tomó un avión privado y se plantó en Lyon para convencer al futbolista y a sus padres del futuro blanco radiante que se le presentaba al niño. Y Benzema, una mezcla de Henry y Cantona, según la propaganda oficial, viajó con el presidente del Real Madrid al Bernabéu. El Lyon, fábrica de tesoros, agitó el pañuelo en jubilosa despedida: acababa de recibir un cheque que entre bonus y pluses alcanzaba los 39 millones de euros.

Pero Benzemaroció con sangre de horchata el césped madridista. Combinó tardes magistrales con periodos de ausencia descorazonadora. Un tipo de unas pocas sonrisas y un río de lágrimas. Con Mourinho, la irregularidad de Karim siguió siendo plana, pero necesaria, según confesó el propio Mou. Su juego silencioso encajaba con el explosivo de Cristiano. Uno aportaba la pausa, il tempo, el otro la ejecución perfecta: el gol sin paliativos. Uno se llevaba los golpes, el otro las ovaciones. Cristiano Ronaldoy Karim Benzemaencajaban como piezas de un reloj suizo. A Mourinho no le hacía especialmente feliz el carácter huraño y lleno de aristas del francés, pero su sintonía con Cristiano le aconsejabano realizar movimientos perturbadores.

Mou se marchó al Chelsea y Benzemase quedó en el Real Madrid. Su rol apenas varió. Era el abrelatas de Cristiano, cuya voracidad parece no tener fin.Con Ancelotti siguió en el papel y el italiano tampoco movió líneas. Con la llegada de Bale, ambos formaban el vértice necesario para el triángulo perfecto. Y así se lo dijo a Florentino Pérez en el mes de abril.

Por entonces, el Real Madrid llevaba tiempo despedido de la Liga, pero tenía en el bolsillo la Copa del Rey y olía con olfato de león hambriento la Décima. “No me toque a Benzema, cuyo fútbol es ideal para Cristiano y abre muchos huecos”, le dijo Carlo al presidente. Pero el presidente viajaba en otra órbita. Es más, le aseguró al técnico que tenía muy encarrilada la contratación de Luis Suárez. Casi a punta de caramelo, contrato bajo llaves y a la espera de ver la luz. Pero el uruguayo se rompió el menisco en vísperas del Mundial y la operación se vino abajo como la casa de paja de los tres cerditos. Luis Suárez, después de una recuperación milagrosa y dudosa (por sus métodos), logró jugar algunos partidos y cuando ya miraba al Bernabéu su mal carácter (mordisco a Chiellini) le jugó una mala pasada. El Real Madrid se olvidó del asunto y Suárez viajó a Barcelona.

Benzemarespiró tranquilo. Renovó hasta 2019. Florentino, de puertas afuera, se mostró feliz. Mucho más felices estaban Cristiano Ronaldo y Carlo Ancelotti, los que apadrinaron la renovación. El "triángulo perfecto”, como bautizó el italiano a su maquinaria ofensiva, seguirá haciendo goles.

De momento, Benzemahace pleno en todas sus participaciones de la presente Champions. Atrás dejó los pitos y las broncas. No es Curro Romero y también detesta los toros. De la Fiesta se queda con la música y las ovaciones. Karim se siente feliz en el Real Madrid. Tiene contrato durante cinco años más y su sueldo pasó de 4,5 millones por temporada a 7 millones por ejercicio. Ya es una estrella en el campo y en el banco. Todo sonrisas para el patito feo.

Karim Benzema, ese patito feo con episodios depresivos que nunca terminó de deshacer sus maletas, sintió estremecer sus huesos la noche del martes, cuando Carlo Ancelotti, su técnico y valedor, decidió su relevo en el minuto 88. El Bernabéu rompió en aplausos y bendijo a un futbolista genialque muchas veces no es ni carne ni pescado y otras tantas veces se viste de Beethoven. Jamás deja indiferente. Pero que no se lo toquen, asegura que dice Cristiano Ronaldo sobre el francés y corrobora, levantando una ceja, Ancelotti. Florentino Pérez no dice nada. Él hace.

Florentino Pérez Karim Benzema