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¿Está justificado decir que España será la próxima Alemania?
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Juan Carlos Barba

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¿Está justificado decir que España será la próxima Alemania?

Según Morgan Stanley España está preparando el camino para ser la próxima Alemania, pero es dudosa la corrección de los datos en que se basan.Hace muy

Según Morgan Stanley España está preparando el camino para ser la próxima Alemania, pero es dudosa la corrección de los datos en que se basan.

Hace muy pocos días pudimos ver en titulares que, según el gran banco de inversión Morgan Stanley, España está destinada a ser la próxima Alemania debido a los ajustes realizados en la economía española, que han hecho que los costes laborales unitarios (ULC), es decir, la relación entre los salarios y el PIB, se están moderando mucho más que en los países más importantes del continente y, especialmente, Alemania.

En el gráfico podemos ver la representación de los datos que han llevado a Morgan Stanley a decir esto. Como se ve, los costes laborales fueron aumentando con mucha fuerza en España hasta el año 2008, mientras que en Alemania permanecieron casi sin cambios desde 1993 hasta 2007. Esto simplemente refleja la dispar evolución en las ganancias de productividad en ambos países, por la pujanza de la industria alemana de alta tecnología y de alto valor añadido mientras que en España nos dedicábamos a invertir casi exclusivamente en el sector de la construcción. 

Sin embargo, y según los datos oficiales, la situación cambió de forma radical a partir de la crisis. Mientras que en Alemania los costes laborales siguieron subiendo y, sin embargo, el PIB apenas lo hizo –de hecho el PIB actual sólo es ligeramente mayor que el de 2007–, con las consiguientes pérdidas de productividad, en España la masa salarial total descendió con mucha fuerza debido a la pérdida de empleo. Por su parte, el PIB lo hizo en mucha menor medida. Ello ocasionó que los datos de productividad aumentaran de forma brutal, que es lo que refleja el gráfico. La evolución vista en Alemania es habitual en la recesiones graves; lo extraño es lo ocurrido en España. La explicación oficial es que la pérdida de empleo ha sido selectiva y ha sucedido en sectores muy poco productivos, como la construcción. 

Pero si se va a las tablas input-output de la economía española se ve enseguida que la explicación no se sostiene, ya que la construcción sólo es ligeramente menos productiva que la media de la economía y, sin embargo, el otro sector donde se ha producido la gran sangría laboral, la industria, es el más productivo. Donde menos empleo se ha perdido es justo en el sector menos productivo, los servicios.

Tampoco ha sucedido esto por una bajada nominal de los salarios, como vemos en el siguiente gráfico. Podemos apreciar claramente que los salarios en España han crecido durante la crisis y hasta 2011 al mismo ritmo que en Alemania. Sí que se han moderado en 2012, pero realmente en términos porcentuales la diferencia es muy pequeña.

Es decir, que todo parece indicar que España ha seguido la misma evolución que otras economías en períodos de declive muy fuertes, una caída en la productividad del factor trabajo y una elevación, por tanto, de los costes laborales unitarios. Es lo mismo, por ejemplo, que le ocurrió a los EEUU durante la Gran Depresión. Aunque la tendencia al deterioro de la productividad se ha moderado mucho en 2012 por las caídas salariales, es un fenómeno que sigue sucediendo, ya que el valor añadido sigue descendiendo más rápido que la producción. La explicación más probable, como expuse desde esta misma columna hace unos meses, es que existen graves problemas metodológicos en el cálculo del PIB español que hacen que este aparezca artificialmente elevado, con lo que todo el cálculo de productividad basado en este agregado económico carece de valor. España no será pues, la próxima Alemania, sino que sigue siendo, mucho más que en 2007, la próxima España.     

Según Morgan Stanley España está preparando el camino para ser la próxima Alemania, pero es dudosa la corrección de los datos en que se basan.