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La economía americana y el precipicio fiscal
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Ignacio Rodríguez Añino

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La economía americana y el precipicio fiscal

Después de la reelección de Obama, el interés de los inversores se ha fijado en lo que los americanos llaman el 'fiscal cliff', el precipicio fiscal por

Después de la reelección de Obama, el interés de los inversores se ha fijado en lo que los americanos llaman el 'fiscal cliff', el precipicio fiscal por el que se puede despeñar la economía americana en una fecha tan cercana como enero de 2013.

Es en esa fecha cuando expiran los recortes de impuestos promovidos en la era Bush como mecanismo de reactivación de la economía y cuando entran en vigor los recortes de gasto que se acordaron el año pasado como compensación al aumento del techo de deuda de Estados Unidos. Si no hay acuerdo de prórroga de los recortes de impuestos ni sobre la deuda, unos 600.000 millones de dólares abandonarían la economía americana. Este precipicio fiscal sólo se puede evitar si las prórrogas se aprueban en el Congreso y en el Senado y son firmadas por el Presidente.

Da miedo pensar que si no se ponen de acuerdo la economía americana puede caer un ¡¡4% del PIB en 2013!! O incluso más si hacemos caso a un análisis reciente del Fondo Monetario Internacional que dice que el impacto de las políticas fiscales en el crecimiento económico puede ser incluso 1,5 veces mayor debido al “efecto multiplicador fiscal”. Es decir, estaríamos hablando de un impacto del 6% de la economía americana el año que viene. Si eso pasa, no necesitaremos muchas profecías mayas para ver un apocalipsis a principios de 2013.

Y es precisamente la posibilidad de ver una depresión como la de los años 30 del siglo XX lo que puede empujar a los políticos americanos a ponerse de acuerdo, como han hecho muchas veces. La verdad es que esta vez las posiciones están muy encontradas y podemos ver mucha volatilidad conforme se acerca la fecha límite y no se consiga un acuerdo.

A pesar de los políticos (en todas partes cuecen habas) la economía de Estados Unidos se está recuperando bien. Uno de los indicadores adelantados que nos gusta mirar en M&G es la evolución del mercado inmobiliario. Y aquí las cifras están mostrando una tendencia positiva: parece que los precios de las casas han tocado fondo y que el stock de viviendas disponibles ha decrecido hasta los cuatro meses de suministro.

Esta situación es justo la opuesta a la de 2007-2008 cuando la caída en el precio de la vivienda y el aumento de casas sin vender predijeron la recesión. Este año, entre febrero y agosto, el precio de las viviendas subió un 5%, una buena señal.

El paro es otro de los temas claves para entender la economía americana y cómo reaccionan sus autoridades monetarias. Y está cayendo demasiado despacio, 7,8% a finales de septiembre comparado con un máximo del 10% en octubre de 2009. La tendencia es sin duda positiva, pero está todavía por encima de la media a largo plazo del 5-6% . Ese más o menos 8% es bajísimo para los estándares españoles (sería pleno empleo aquí), pero no se contabiliza exactamente igual. Hay analistas que dicen que si tenemos en cuenta los trabajadores que han dejado de buscar trabajo o los que trabajan en mini-jobs o a trabajo parcial, podríamos estar hablando del 15% de paro en Estados Unidos.

Pero si sigue la tendencia positiva de la vivienda podríamos ver una reducción importante del paro si la recuperación se extiende a otros sectores.

La vivienda va bien, el paro se reduce, en definitiva, parece que comparada con Europa la economía americana se encuentra en mucha mejor situación. Y además, hay otra cosa muy importante, los bancos americanos están mucho más saneados ya que han reducido deuda y han mejorado sus balances. Si los consumidores americanos terminan su proceso de desapalancamiento, si mejora el mercado inmobiliario, su capacidad de endeudamiento mejorará y los bancos podrán volver a prestar dinero. Esperemos que sea así y que Europa pueda subirse al mismo carro.

Después de la reelección de Obama, el interés de los inversores se ha fijado en lo que los americanos llaman el 'fiscal cliff', el precipicio fiscal por el que se puede despeñar la economía americana en una fecha tan cercana como enero de 2013.