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En JP Morgan sólo su presidente no cree ya en España
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Alberto Artero

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En JP Morgan sólo su presidente no cree ya en España

Saben que una de las acusaciones recurrentes que se realiza a la banca de inversión es aprovechar los informes de sus analistas en un sentido, por

Saben que una de las acusaciones recurrentes que se realiza a la banca de inversión es aprovechar los informes de sus analistas en un sentido, por ejemplo, comprar Telefónica, a fin de crear un flujo de fondos que le permita hacer exactamente lo contrario, esto es: aprovechar para vender la operadora al contado o a crédito. El maestro probado de tal estrategia sería Goldman Sachs si nos atenemos a las acusaciones de su particular enfant terrible, Matt Taibbi. Aun así, dicen los más informados, la actividad de esta firma sólo representaría la punta del iceberg de la cleptocracia financiera. Mejor no mirar bajo la superficie.

Para los críticos, tal degeneración encontraría su origen en la evolución de la actividad bancaria desde la intermediación a la lucrativa y arriesgada originación, del trabajo en interés del cliente a la persecución del beneficio para la propia entidad, del bonus por buen servicio al bonus a mi servicio, de la creación de valor al valor de la creación de estructurados y derivados. Hecho el sistema perverso de incentivos, hechas las trampas para su aprovechamiento individual. Y a los stakeholders que les den, murallas chinas a mí. No se fíen de la palabra de un banquero, estudien lo que hace, se aconseja. No es mala advertencia.

Viene esto a cuenta de las declaraciones del presidente de JP Morgan, Jamie Dimon, en Davos el pasado miércoles, recogidas por Carlos Segovia en El Mundo. Si nos atenemos a la información, la actividad de financiación de la firma en España tendría un carácter casi ‘samaritano’ ya que, en caso de salir de nuestro país, que es lo "que todos ustedes harían", la situación "sería aún peor". Muchas gracias, Mr. Marshall, pero me parece que no se ha enterado, ¿o quizá sí?, de que sus estrategas europeos están diciendo justo lo contrario hace semanas. Y así lo han recordado este lunes en su actualización semanal, available upon request.

Curioso.

En efecto, desde principios de año Mislav Matejka tiene como apuesta estructural el jugar bursátilmente los estados periféricos de la eurozona contra Alemania. Y la sigue manteniendo pese a que "pocos creen que siga siendo válida tras la habitual rotación de carteras de enero". Estamos, pues, ante una idea contra la visión generalizada del mercado, lo que refuerza aún más su singularidad, desconocida al parecer por las instancias más elevadas de su casa. Dime de qué presumes…

No se vayan todavía, que aún hay más. Tres son los fundamentos de tal opinión: hemos visto lo peor, y así lo prueban los flujos de fondos hacia España e Italia en el Eurosistema (TARGET-2); siendo así, seguirá la contracción de diferenciales al menos hasta las elecciones alemanas de septiembre; y esta mejora de las condiciones de financiación ayudará al crecimiento y al beneficio empresarial. Y lo más interesante: todo esto se irá materializando de forma definitiva en los próximos 12 o 18 meses. No es flor de un día.

Por tanto, no estamos ante una propuesta meramente táctica, sino de una 'visión' que, además, tendría un significativo precedente histórico, dadas las similitudes que –a juicio de los analistas de la firma estadounidense- existen entre lo que ha sucedido en Europa en los últimos tres años y la crisis asiática del 97. Similar origen (exceso de crédito y falta de liquidez), similar contracción de la actividad industrial, similar ajuste del mercado de acciones (70% de pico a suelo) o valoraciones aún inferiores a los de aquella época.

La mejora de los déficits por cuenta corriente fue la señal de salida de un rally que llevó a los indicadores bursátiles de los estados afectados a multiplicar por seis en 15 años, frente al más 30% del S&P500. Miren los recientes datos de balanza exterior de los denostados PIIGS y… ya tienen la mecha que puede, en su opinión, encender este polvorín.

Concluyen los autores que no cabe esperar de los integrantes de tan infame acrónimo algo similar por razones demográficas, de competitividad interior y de exposición al comercio internacional (por más que la bolsa griega se disparara en 2012 y que las subidas desde mínimos superen el 40% en el caso español). Pero "lo cierto es que a nada que se materialice una parte marginal del potencial existente, la oportunidad es más que atractiva". So far so good.

¿Cómo les suena?

Más allá de que se comparta o no el optimismo de uno, que se desprecie o no la condescendencia del otro, sabiendo que no se puede pedir al presidente de una entidad que conozca todos los papeles que se publican dentro de su casa, sí cabe exigirle que sea responsable en sus declaraciones, especialmente cuando contradicen de manera tan flagrante la opinión estratégica de algunos de sus expertos más respetados. Bastante desprestigiada está la banca de inversión como para que la mujer del César, que además de ser honrada, debiera también parecerlo, dé pábulo a innecesarias sospechas con su discurso. Puede que prefiramos hacer como que no conocemos lo que hay de puertas a dentro de algunos filibusteros de cuello blanco, pero de ahí a que se nieguen a mantener el decoro...

Buen fin de semana a todos.

Saben que una de las acusaciones recurrentes que se realiza a la banca de inversión es aprovechar los informes de sus analistas en un sentido, por ejemplo, comprar Telefónica, a fin de crear un flujo de fondos que le permita hacer exactamente lo contrario, esto es: aprovechar para vender la operadora al contado o a crédito. El maestro probado de tal estrategia sería Goldman Sachs si nos atenemos a las acusaciones de su particular enfant terrible, Matt Taibbi. Aun así, dicen los más informados, la actividad de esta firma sólo representaría la punta del iceberg de la cleptocracia financiera. Mejor no mirar bajo la superficie.