Rajoy y la cita boba de Merkel sobre empleo juvenil

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, viajó ayer a Berlín para participar en una vista y no vista cumbre sobre el empleo juvenil de resultado cero. Nada nuevo respecto a lo ya decidido en el Consejo Europeo de la semana pasada, en el que tampoco fue ninguna novedad la disponibilidad presupuestaria de 6.000 millones de euros para combatir el paro juvenil en los 28 países de la Unión Europea, de los que 2.900 se gastarán en España en los dos próximos años.

A partir de ahí, sólo en la agenda electoral de Angela Merkel podemos encontrar el sentido de esta convocatoria de la canciller. Una cita boba si nos atenemos a los resultados. Además de Rajoy, se prestaron François Hollande (Francia) y Enrico Letta (italia), amén de los 28 ministros de Empleo de la UE. Decisiones, ni una. Pero en sus respectivas conferencias de prensa, ninguno perdió la ocasión de cuidar el consumo interno.

Sólo en la agenda electoral de Merkel podemos encontrar el sentido de esta convocatoria. Una cita boba si nos atenemos a los resultados. Además de Rajoy, se prestaron Hollande y Letta, amén de los 28 ministros de Empleo de la UE. Decisiones, ni una. Pero en sus respectivas conferencias de prensa, ninguno perdió la ocasión de cuidar el consumo internoEn el encuentro de Rajoy con los periodistas españoles, el presidente tampoco justificó el viaje. No hacía falta viajar a Berlín para decir que la culpa del paro juvenil la tiene la recesión. O que no habrá empleo sin crecimiento. Vaya descubrimiento. Es como decir que sin agua no puede haber humedad. Ah, y un tercer mensaje: por enésima vez el presidente nos hizo saber que él respeta las decisiones judiciales. Evidentemente, le volvieron a caer más preguntas sobre el caso Bárcenas, al que sigue sin nombrar. Y, en fin, a todo eso se redujo su paso por la capital alemana, por sorprendente que parezca.

Como el fumador que anuncia su firme voluntad de dejar el vicio, Rajoy se mostró dispuesto a dar la batalla por un aumento de los fondos dedicados por la Unión Europea al empleo juvenil. Lo de los 6.000 euros para 28 países es como una broma de mal gusto. En eso coincide al cien por cien con el Rubalcaba alemán, Peer Steinbruck, líder del SPD, que ha fijado en 20.000 millones de euros la cantidad que se necesitaría en una batalla creíble contra el drama de los casi 6 millones de parados menores de 26 años en los países de la UE.

Como una de las opciones para afrontar el problema en España, se limitó a sugerir eventuales rebajas en las cotizaciones sociales del empresario que contrate a jóvenes menores de 26 años. Es la única pista de Moncloa sobre lo que piensa hacer con los 2.900 millones de euros que le tocan a España (57% de paro juvenil) en la endeble ofensiva europea contra esta tragedia de nuestro tiempo. Tal vez no ha sido más explícito porque, como ha pedido el PSOE, el Gobierno no quiera decidir en solitario cómo utilizar esos fondos. Ojalá. Lo suyo es buscar un consenso parlamentario, en línea con el espíritu del Pacto por Europa con el que Rajoy acudió a la cumbre europea de la semana pasada. Ya veremos.