Es noticia
De Guindos también delira
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

De Guindos también delira

El ministro de Economía, Luis de Guindos fue ayer a la radio para hacer los deberes que el presidente Rajoy le ha puesto ante los cada

Foto: El ministro de Economía, Luis de Guindos (Enrique Villarino)
El ministro de Economía, Luis de Guindos (Enrique Villarino)

El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue ayer a la radio para hacer los deberes que el presidente Rajoy le ha puesto ante los cada vez más cercanos tests de stress electorales. A él y al resto de los ministros. Así les cierra la boca a los de Génova. Cospedal y Floriano no paraban de quejarse en voz baja por la desidia del Gobierno cuando toca tirar del carro en vísperas de las elecciones territoriales. Id por esos caminos y predicad la buena nueva de la recuperación y el “despegue”. Es la consigna.

Empezó dando ejemplo el propio presidente, con su rueda de prensa a la americana de hace una semana. El éxito de crítica fue muy mejorable, con humillantes alusiones al desconocimiento del país en el que vive. Así se ha reinstalado en los circuitos políticos la recurrente distinción entre la España oficial y la España real para descifrar el optimismo del Gobierno al estrenarse el año del seísmo electoral que se avecina.

Por el mismo camino fue ayer el ministro, cuya brillante carrera se ha forjado en los despachos de Endesa, Lehman Brothers, Pricewaterhouse, y es el preferido de los grandes fondos de inversión para presidir el Eurogrupo. Bueno, pues De Guindos dijo ayer que los trabajadores españoles, por suerte, ya han perdido el miedo a perder el empleo. Dicho lo cual, como presunta señal de que ya se está percibiendo la salida del agujero, apela al mantenimiento de la moderación salarial, no sea que los españoles que viven de un salario se hagan ilusiones antes de tiempo.

Eso, nunca, pues los planes de recuperación económica se basan precisamente en la devaluación salarial, según fórmula magistral del expresidente de la patronal Díaz Ferrán, que ahora está en la cárcel. Recordemos: trabajar más y cobrar menos. “Cualquier tipo de trabajo es mejor que el desempleo”, dice De Guindos. Doctrina oficial para la salida de la crisis. Una pretensión desordenada de quienes acaban de ser calificados por el Papa Francisco como los nuevos esclavos (trabajo escaso y mal pagado) arruinaría el discurso oficial del crecimiento del PIB por encima del 2% para este año, la mejora de la competitividad, el desplome de la prima de riesgo y la confianza de los inversores. Todo ello, eso sí, en una economía que debe todo lo que produce.

Las declaraciones del ministro de Economía y Competitividad rejuvenecen el orteguiano contraste entre la España oficial y la España real, aplicado al seguimiento político y mediático de la campaña de autoestima planificada en Moncloa. Lo cual incluye la promesa de llegar a la cifra de 800.000 nuevos puestos de trabajo entre el año que se fue y el año que entra. Pero excluye la incómoda incursión en la mala calidad del empleo que se crea, así como en los problemas de pobreza, desigualdad, exclusión social y deterioro de los servicios públicos. Es el coste social exigido por la política de recuperación económica. La factura se endosa, por supuesto, a las capas más débiles de la sociedad. O sea, a los de siempre.

En resumen, que Rajoy y Guindos ponen de los nervios a sus adversarios políticos y sindicales mientras optan por colocarse en la parte oficial de la España de 2015, que no es precisamente donde están los parados de solemnidad, los comedores sociales, las ONG, las asociaciones humanitarias, los desahuciados, los dependientes y los jóvenes universitarios que se buscan la vida en el extranjero después de ser expulsados de nuestro mercado laboral.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue ayer a la radio para hacer los deberes que el presidente Rajoy le ha puesto ante los cada vez más cercanos tests de stress electorales. A él y al resto de los ministros. Así les cierra la boca a los de Génova. Cospedal y Floriano no paraban de quejarse en voz baja por la desidia del Gobierno cuando toca tirar del carro en vísperas de las elecciones territoriales. Id por esos caminos y predicad la buena nueva de la recuperación y el “despegue”. Es la consigna.

Papa Francisco Política Luis de Guindos