Es noticia
De paladines del cambio a teloneros de Rajoy
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

De paladines del cambio a teloneros de Rajoy

Los tres partidos patrocinadores del cambio hicieron más vistosa su común aversión a Rajoy que su presunta apuesta por la gobernabilidad en nombre de los intereses generales

Foto: Los candidatos a la presidencia del Gobierno de Ciudadanos, Albert Rivera (i); PSOE, Pedro Sánchez (c), y Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)
Los candidatos a la presidencia del Gobierno de Ciudadanos, Albert Rivera (i); PSOE, Pedro Sánchez (c), y Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Manuel Iglesias iban de precursores del cambio con aversión al inmovilismo del PP en las elecciones del 20 de diciembre. Pero, mire usted por dónde, se han convertido en teloneros de Mariano Rajoy, el inmóvil, en vísperas de las elecciones del 26 de junio, cuyos análisis preliminares vienen colgados de dos grandes perchas: la abstención y el voto útil.

Cuatro meses perdidos y la perdiz está borracha. Los líderes del PSOE, Ciudadanos y Podemos no pararon de moverse. Como Groucho Marx en el sidecar de 'Sopa de ganso', nunca hicieron tantos viajes sin ir a ninguna parte, mientras creaban las condiciones para que, seis meses después, se repitiera el triunfo electoral del PP. Ahora con mayor número de escaños en la renovada orografía parlamentaria.

Me filtran una encuesta encargada por la gran patronal CEOE anunciando para la repetición electoral de junio una abstención cinco puntos mayor que la de diciembre. Este dato, punto arriba o punto abajo, descabala absolutamente la atribución de escaños a favor de la fuerza con mayor índice de fidelidad. Esa fuerza es el PP, con tendencia a recuperar votantes de Ciudadanos disconformes con su inesperado sesgo hacia la izquierda (pacto con el PSOE). Supone que la nueva ola abstencionista afecta mayoritariamente a PSOE y partidos de nueva planta, Ciudadanos en menor medida, penalizados por su incapacidad de formar un Gobierno y, en el caso del PSOE, por impedir que lo formara el partido ganador de las elecciones.

La nueva ola abstencionista afecta a PSOE y partidos de nueva planta, Ciudadanos en menor medida, penalizados por su incapacidad de formar Gobierno

El estudio de la CEOE es coincidente con los análisis de distintos partidos en sus dos trazos más gruesos. Primero, aumentará la abstención. Segundo, las mayores cotas de desaliento se localizan en la izquierda. Solo una variable puede cambiar esta prospectiva: el desenlace de las negociaciones entre Podemos e Izquierda Unida. Los negociadores de ambas fuerzas buscan la fórmula que pueda resultar más rentable en las urnas sin renunciar a sus respectivas marcas. La pelota está en el aire. Es evidente que el resultado será muy relevante para la causa electoral del PSOE (el fantasma del 'sorpasso' de Podemos planea sobre Ferraz), que en estos momentos es un partido estancado en las encuestas y con un serio problema de credibilidad en su dirección.

Todo lo demás, incluido el encuentro Rajoy-Puigdemont de ayer, encaja en los minutos basura de una legislatura en la que tanto el Gobierno como el Congreso de los Diputados estuvieron marcados por el signo de la provisionalidad. Lo cual hace aún más extravagante el presunto conflicto institucional (en realidad, puro vacío normativo, que no es lo mismo) respecto a los límites del control parlamentario a un Gobierno en funciones que debe su legitimidad a una Cámara ya disuelta.

Los tres partidos patrocinadores del cambio hicieron más vistosa su común aversión a Rajoy que su presunta apuesta por la gobernabilidad en nombre de los intereses generales y en funcion del cambio prometido en sus campañas electorales. En lo primero, promovieron sesiones de control fantasma e inútiles mociones derogatorias. En lo segundo, no pasaron del teatro, puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro. La gobernabilidad sucumbió en los espacios que la inteligencia de Sánchez e Iglesias reservan a sus respectivos egos. Qué le vamos a hacer.

Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Manuel Iglesias iban de precursores del cambio con aversión al inmovilismo del PP en las elecciones del 20 de diciembre. Pero, mire usted por dónde, se han convertido en teloneros de Mariano Rajoy, el inmóvil, en vísperas de las elecciones del 26 de junio, cuyos análisis preliminares vienen colgados de dos grandes perchas: la abstención y el voto útil.

Mariano Rajoy Pedro Sánchez