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La apuesta de Alicia
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Joan Tapia

Confidencias Catalanas

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La apuesta de Alicia

La centralidad catalana es cosa de dos: CiU (en la Generalitat) y el PSC (hasta hace poco imbatible en municipales y legislativas). El PP era la

La centralidad catalana es cosa de dos: CiU (en la Generalitat) y el PSC (hasta hace poco imbatible en municipales y legislativas). El PP era la tercera fuerza -o la cuarta cuando ERC lo superaba- y quedaba fuera del consenso catalanista que comparten los otros partidos (CiU, PSC, Esquerra Republicana e IC-IU). La consecuencia es que en las elecciones españolas, el PPC queda detrás del PSC, lo que da al PSOE una prima. En el 2011 -CiU las ganó por primera vez-, la ventaja del PSC sobre el PPC bajó a 3 diputados (llegó a 17 en el 2008), pero la caída socialista benefició mas a CiU.

Desde el 2008 -cuando Rajoy hizo presidenta del PPC a Alicia Sánchez Camacho-, se pretende abrir otra etapa. La idea es que si el PP recupera centralidad tendrá más peso en Catalunya y el PSOE perderá una ventaja sobre el PP en España. Este guión exige suavizar los tics contrarios al catalanismo. Y puede funcionar.  

Primero, porque Sánchez Camacho es una profesional insistente (en exceso) que no pierde oportunidades y que conoce el PPC como la palma de su mano. Segundo, porque el resultado de las autonómicas catalanas del 2010 (18 diputados) fue el mejor de la historia, superando la marca de Vidal-Quadras. Tercero, porque CiU no tiene mayoría y precisa aliados para gobernar. Y  Sánchez-Camacho -con la ayuda del portavoz parlamentario, Enric Millo, que viene del partido de Durán- sabe cortar el dividendo.

La idea es que si el PP recupera centralidad tendrá más peso en Catalunya y el PSOE perderá una ventaja sobre el PP en España

La semana pasada fue clave (por segundo año) para aprobar el presupuesto de la Generalitat. Y no se limitó a apoyar (como hacía el PPC con Pujol) sino que exigió cambiar partidas importantes como la tasa turística y el euro por receta. Y CiU firmó que se comprometía a pactar recortes futuros.

Ganar en centralidad e influencia

Artur Mas tiene presupuesto, pero Rajoy amarra un aliado y el PPC logra que la primera fuerza del catalanismo bendiga su sentido de la responsabilidad. CiU tendrá difícil decir que el PPC es anticatalán. Además, hay electores moderados que pueden dudar entre ambos partidos. Y ganar centralidad e influencia puede pasar en el futuro por participar en el Govern de la Generalitat. Rajoy cree que sería un paso de gigante en la normalización del PP en Catalunya.  

Aunque no será fácil. La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha cerrado la puerta a la gestión individualizada del aeropuerto y ha insistido en el corredor central ferroviario (en detrimento del mediterráneo), lo que enerva al catalanismo y al empresariado más cercano al PP, incluida la patronal (Foment). Pero Sánchez Camacho es terca. Tiene gran complicidad con Rajoy y Cospedal y ha sido elegida en Sevilla presidente del comité electoral del PP con lo que será -presume- la primera catalana (y catalán) con despacho en Génova.  

La apuesta es que la cautelosa apertura al catalanismo, su papel de bisagra en Catalunya y su visibilidad como dirigente de un PP centrista – cuando se le inquirió por el discurso de Aznar en Sevilla respondió rápida que le gustó el de Rajoy- haga que la centralidad catalana sea cosa de tres. Y si el PSC sigue en el bache y CiU en el soberanismo, que eriza a su electorado no nacionalista…  

La centralidad catalana es cosa de dos: CiU (en la Generalitat) y el PSC (hasta hace poco imbatible en municipales y legislativas). El PP era la tercera fuerza -o la cuarta cuando ERC lo superaba- y quedaba fuera del consenso catalanista que comparten los otros partidos (CiU, PSC, Esquerra Republicana e IC-IU). La consecuencia es que en las elecciones españolas, el PPC queda detrás del PSC, lo que da al PSOE una prima. En el 2011 -CiU las ganó por primera vez-, la ventaja del PSC sobre el PPC bajó a 3 diputados (llegó a 17 en el 2008), pero la caída socialista benefició mas a CiU.