El salmo 2

Durante una temporada, el rey David se portó bastante mal. Se lió con la mujer de Urías, uno de sus generales, y luego mandó alpobrecicoal sitio más peligroso de la batalla para que se lo cargaran y no se enterase de que su mujer estaba esperando un crío, cuyo padre era el susodicho David. (Luego, el chaval, Salomón, salió muy listo, pero eso no demuestra más que lo que ya sabemos: que Dios escribe recto con renglones torcidos).

El rey, después, se arregló. Sentó la cabeza y se dejó de frivolidades. Y escribió unos cuantos salmos, como 150 o así, según he visto en Wikipedia, que califica a los salmos como“poesía religiosahebrea”.También he visto un altorrelieve que está en el Museo del Louvre, en el que aparece David dictando salmos a cuatro escribas que debían pensar:“como éste siga inspirado, no acabamos”.

Por casualidad, encuentro en mi biblioteca el Libro de los Salmos. Tropiezo con el salmo 2, que empieza preguntándose por qué las naciones trazan planes vanos. David nació hacia el año 1040 antes de Cristo, o sea, que escribiría -dictaría, por lo del altorrelieve- este salmo hacia el año 1000, pasadas sus veleidades con la mujer de Urías, y supongo que con algunas otras señoras que se le pondrían a tiro.

Planes vanos en el año 1000 antes de Cristo. Me roza el pesimismo por un momento y, antes de que se vaya, pienso que han pasado 3.000 años y que seguimos llenos de planes vanos. O sea, que -vuelvo al optimismo-, no es verdad lo de que "cualquier tiempo pasado fue mejor"y es verdad que antes también se hacían tonterías. Y alguna canallada que otra, porque lo de Urías, lo mires por donde lo mires, fue una canallada.

Esto me ayuda a ver las cosas con perspectiva, o sea, como“desde arriba”,aclarando que este“desde arriba”es porque intento salir un poco del lío diario, no porque me considere superior a nadie, que uno ya es lo suficientemente mayor como para darse cuenta de que no es el más listo del barrio.

Sigo depromode mi libro sobrecómo hacerse mayor y no volverse un gruñón. A los de mi editorial y a mí nos ilusionaría mucho que éste no fuera un plan vano, porque el objetivo de lapromoes que muchos piensen que el libro es muy bueno y que hay que comprarlo en seguida, por si se acaba la segunda edición, que salió el otro día, y antes de que la editorial decida sacar la tercera. (Todo esto es publicidad, pero liga con lo que quiero decir).

Voy a las emisoras de radio y a la tele. Vienen algunos periodistas al hotel, cosa que agradezco mucho porque así me canso menos, llevan el libro en la mano, algunos subrayado…, y me preguntan por la situación económica. Sonriente, les recuerdo que“yo he venido a presentar mi libro”y, sonrientes, me vuelven a preguntar por la situación económica.

Esto me hace pensar que lo de“primum vivere, deinde philosophare”,algunos lo traducen así:“a ver si podemos llegar a fin de mes, que luego ya intentaremos no ser gruñones. Y, por cierto, ¿cómo está la situación económica?”

Siguen pasando bastantes cosas. Como ha sucedido siempre. Nos enteramos en seguida y, además, vemos a los protagonistas.

Obama y Raúl Castro, hablando a la vez. Obama nació un año después de que Estados Unidos decidiera el bloqueo. Raúl tenía entonces 29 años. O sea, uno no se enteró de lo que era el bloqueo hasta bastantes años después y al otro se le ha olvidado lo que es elno bloqueo.

¡Buena noticia! Por las consecuencias económicas, porque me parece que Cuba está hecha un asco. Pero más importante, por lo del odio. Que sí, que ya lo sé, que es una manía mía. Pero estoy orgulloso de esa manía, porque si yo odio a alguien, es a los sembradores de odio. Que los hay, en Estados Unidos, en Cuba y hasta más cerca de San Quirico. (En San Quirico, ni uno.) Y si se firma algo que haga que a los cubanos no se les revuelva el estómago cuando les hablen de los estadounidenses, mejor. (Y, por favor, que nadie me recuerde que los hermanos Castro no son precisamente dos monjitas de la Caridad.)

A unos cuantos kilómetros de Cuba, un amigo de los Castro, Putin, ha hecho el bobo, robando Crimea a Ucrania e intentando robarles un trozo más. Y le han contestado bajando el precio del petróleo, entre elfrackingde Estados Unidos y el llamado“amigosaudí”,que no cierra el grifo mientras no se lo mande el que manda (USA, claro). Vladimir hizo los presupuestos basándose en un precio del petróleo. Y el precio ha bajado mucho. Y a ver quién aguanta unos gastos gordos con unos ingresos flacos. ¡Ay, Vladimir, qué imprudente y qué ingenuo! Mucha KGB y, al final, descubrimos que te falta un hervor. Acabo de leer en un periódico argentino que estás enamorado. Ahora se entiende todo.

En España, las cifras son más pequeñas, pero no hay que despreciarlas por eso. Mariano, Fátima, Cándido, Ignacio, Juan y Antonio se han reunido para firmar una ayuda de 426 euros al mes para los parados de larga duración. Me pareció mucha gente para unafirmica, pero, en estas cosas, es mejor que sobre alguno y que no falte nadie, porque si, al cabo de unos meses, uno se arrepiente, siempre se le puede enseñar la foto y decirle:“tú firmaste”.

Dicen que esta medida afecta a 450.000 personas, con lo que multiplicando por 426 y por 12, representa 2.304 millones de euros al año, que van al apartado“Gastos”de los Presupuestos Generales del Estado. Como somos pobres, esta es una cantidad importante y se comprende mejor que se hayan reunido tantos para firmar. Porque, dese Bruselas, nos controlan el déficit y si aumentamos los gastos en 2.304 millones, nos preguntarán de dónde los vamos a sacar. Estos de Bruselas, tan quisquillosos como siempre.

O sea, muchas noticias. En tiempos del rey David también pasaban muchas cosas. Cada guerra representaba mucho dinero, que se obtendría como ahora, cobrando más impuestos, vendiendo algún castillo previa la auditoría correspondiente, o endeudándose con algún prestamista que pasaría por allí.

Cada guerra traería consigo muchos miles de muertos, porque, en aquella época, las guerras erana lo bestia. En eso no hemos cambiado nada, porque toda guerra es una bestialidad. Y siembra odio…y no sigo por este camino porque volvería a hablar de los sembradores.

No sé si, en tiempos de David, había partidos políticos. Supongo que no, porque David era mucho David, pero habría corrillos, y faccioncillas, y grupitos, discutiendo unos con otros. Y dentro de cada grupito, un señor recién llegado,jovencico, intentando abrirse paso allí dentro. Y todos ellos, venga a reñir y venga a perder el tiempo y venga a olvidarse de que ellos mismos se llamaban a sí mismos“servidores públicos”.

Yo creo que no ha cambiado nada. Quizá las formas. Si a David le sobraba un general, lo liquidaba. Si aquí sobra un Fiscal General del Estado, dimite.

Como he empezado por el salmo, y luego he seguido por lo deprimum vivere,termino diciendo quenihil novum sub sole, porque cada vez estoy más convencido de que nunca se nos ocurre nada nuevo.

P.S.

Repaso el artículo y lo corrijo aquí, porque, gracias a Dios, no odio ni a los sembradores de odio. Pero me caen muy mal. Eso no es odio. Es simplemente asco.