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Leopoldo Abadía

Desde San Quirico

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De 2015 a 2016

¿Cuál ha sido la mejor noticia económica de 2015? ¿Y la peor durante el pasado año? ¿Pero qué pasará durante 2016? Cataluña seguirá aquí

Foto: Oficina del Inem. (EFE)
Oficina del Inem. (EFE)

Me preguntan en una entrevista cuál ha sido la mejor noticia económica de 2015 y cuál la peor.

1. Para mí, la buena es que las cosas van mejorando, no espectacularmente, pero mejorando.

2. El famoso déficit de 91.000 millones en 2011 está ahora en 42.000, 1.000 millones por arriba o 1.000 millones por abajo.

En 2016, este déficit tiene que quedar en 28.000 y ya está. Lo del 'ya está' quiere decir que a eso nos comprometimos y que ese es el déficit 'definitivo', que habrá que mantener, pero que no habrá que reducir. (Si se reduce, sería una muestra de buen sentido, pero no es 'obligatorio'). O sea, que este año se acaban los recortes, las subidas de impuestos, las privatizaciones y todas las medidas que, con dolor, sudor y lágrimas, se han sufrido en España. Seremos una familia que gastará al año 28.000 millones más de lo que ingresará, pero eso, aun siendo mucho, está bien visto en Europa.

(Entre paréntesis, el 'ya está' tampoco significa que, a partir de ahora, nos liemos la manta a la cabeza y, hala, otra vez a gastar, como en los tiempos locos. Significa que, ya que hemos aprendido, a bofetadas, a usar la cabeza en nuestro comportamiento, lo que hemos aprendido ha de ser definitivo. O sea, que a partir de ahora cada propuesta política maravillosa ha de venir acompañada de dos preguntas: a) cuánto nos costará; b) de dónde sacaremos el dinero).

3. Otra cosa buena. Comparando la EPA a 31 de diciembre de 2014 con la de 30 de septiembre de 2015, porque la de 31 de diciembre, como es natural, no ha salido todavía, veo que la cifra de personas sin empleo ha bajado de 5.457.700 a 4.850.800, o sea, 606.900, que no está nada mal.

O sea, que este año se acaban los recortes, las subidas de impuestos, las privatizaciones y todas las medidas que, con dolor, sudor y lágrimas se han sufrido

Como en la radio tengo poco tiempo y aquí, poco espacio, y, además, no se me ocurren más cosas, paso a la peor noticia económica del año.

1. Para mí, la peor noticia económica es la incertidumbre política, por mi vieja manía, ya reflejada en un párrafo anterior, de que todo lo político cuesta dinero.

2. Y, profundizando un poco más, creo que lo malo no es la incertidumbre, sino cómo la manejan estos chicos. Leo un artículo de Antón Costas en 'La Vanguardia', en el que dice que los resultados de las últimas elecciones generales han sido una bendición, porque "han permitido recoger bien las preferencias sociales sobre el tipo de políticas y el cambio político que los ciudadanos desean".

Al principio, me ha sorprendido un poco, porque no sé si es verdad que todos llevamos un dictador en nuestro interior, pero que yo lo llevo, seguro. A mí, eso de negociar y pactar me cansa, y me encanta el ordeno y mando, pero, con el artículo de Antón, al que respeto mucho, he empezado a ver que a estos mozos también les cansa negociar y pactar. Puede ser que todas las afirmaciones rotundas sean de cara a la galería, pero a base de apariciones en la tele o tuits más o menos desafortunados, pocas veces afortunados, hacen que los de la galería nos regocijemos cuando 'el nuestro' ha dicho algo, no constructivo por supuesto, contra 'el otro', y que a los del otro les pase lo mismo con los tuits del uno. Olvidándose el uno y el otro de que esto no es un partido de fútbol, en que los entrenadores y los jugadores más chuletillas 'calientan' el partido la semana anterior poniendo verde al contrario o recordando a la afición que hace 20 años, un jugador muy bruto del otro equipo le rompió la tibia y el peroné a la estrella del nuestro.

3. La incertidumbre política tiene, como he dicho más arriba, sus consecuencias económicas: a) que puede subir la prima de riesgo, que hará que los intereses sean más altos, que hará que aumente el déficit, que hará que haya que subir impuestos y hacer recortes, y vuelta a empezar; b) que el que tiene dinero para invertir se lo piense un poco "hasta que se aclare la situación", frase que se oye con frecuencia en estos momentos y que hace que el inversor, mientras tanto, encuentre algo interesante en otro país y se lleve el dinero allí; c) que esto tenga consecuencias en el empleo, d) y otras cosas, que no pongo, por las mismas razones de falta de espacio y de falta de ideas.

Una vez que he hablado de lo mejor y de lo peor de 2015, me dicen que, como el mago Félix, haga predicciones sobre lo que va a pasar en 2016. Predicciones que puedo hacer con toda libertad, pero que quedan grabadas, como quedó mi profecía de que la señora Yellen no subiría los intereses en Estados Unidos, y al día siguiente subieron. Por cierto, no había oído hablar nunca del mago Félix, pero en Google me he enterado de que tiene un año más que yo y que es "astrólogo, brujo, escritor y futurólogo". ¡Toma castaña! Ya se ve que no tengo nada que hacer si me comparan con este señor.

Pero tengo que decir algo. Digo que pasarán 14 cosas, todas ellas con la condición de que, a nivel político (¡otra vez!), no se hagan bobadas.

1. Ya lo he dicho antes, pero como entra en las predicciones, me perdonaréis que lo repita: el déficit llegará a la meta de 28.000 millones. Y si no llega y nos quedamos en 29.000, no pasa nada, aunque Moscovici ponga cara de enfadado.

La prima de riesgo se mantendrá manejable, entendiendo por “manejable“ que los intereses que pagaremos por la deuda serán manejables

2. La deuda se mantendrá en un billón de euros, o sea, rondando el PIB, como nos recordarán repetidamente los periódicos, diciendo que dónde vamos a parar.

3. La prima de riesgo se mantendrá manejable, entendiendo por 'manejable' que los intereses que pagaremos por la deuda serán manejables, como unos 30.000 millones de euros.

4. Seguirá bajando el número de personas sin empleo, según la EPA. La creación de empleo vendrá de las empresas y los bancos, que, más o menos saneados y más o menos capitalizados (sigo pensando en Europa), se animarán a hacer de bancos, sin caer en la tentación de ayudar a que se creen burbujas, que para burbujas ya hemos tenido bastante.

5. Y si las empresas van funcionando, el PIB crecerá, pero, para hacer los cálculos de memoria, yo seguiré pensando que es un billón de euros.

6. Como es natural, seguiremos en Europa. El BCE continuará con su política de dinero fácil, porque las cosas todavía no están para dinero 'difícil'.

7. Y, como seguiremos en Europa, obedeceremos a Europa, como lo llevamos haciendo desde hace muchos años.

8. De la Fed no quiero hablar, porque, visto lo visto, no le he cogido todavía el tranquillo a Janet Yellen y supongo que, en cuanto pueda, pega otra subidica a los tipos de interés y luego otra. Después, ya hablaremos. Dependerá del impacto en los que tengan hipotecas con interés variable, que pueden estar tristes porque se les encarecerá el recibo mensual; de los ahorradores, que estarán contentos porque cobrarán más por sus ahorros; del comportamiento de la bolsa, del que no tengo ni idea, etc.

9. En España, cuando llegue el momento, o sea, cuando haya negociaciones de verdad y no en los titulares de los periódicos y cuando nuestros empleados los políticos se enteren de que hay que llegar a acuerdos, cediendo yo un poco y tú un poco en lo que tú y yo podamos ceder, empezaremos tranquilamente a revisar la Constitución, por si hubiera que cambiar algo. 'Tranquilamente' quiere decir que lo haremos sin urgencias, no "mal, pero rápido", sino "bien y sin prisas", en dos años, tres, cuatro, los que hagan falta. Como es natural, encargando la revisión a personas serias, de fiar, no al primer cantamañanas que no se ha leído la Constitución actual ni sabe por qué se puso este artículo y por qué se redactó así aquel otro. Al llegar aquí, digo lo de siempre: que, gracias a Dios, aún viven tres personas -Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez-Llorca y Miquel Roca- de las que redactaron la Constitución, y sería una pérdida posmoderna (no sé a qué viene esta palabra puesta aquí, pero queda bien) desperdiciar talentos importantes para algo tan importante y encargar el trabajo con urgencia a unos cuantos chisgarabises (¿se dice así?).

10. He dicho antes que estas cosas sucederán si no hacemos bobadas. Luego he hablado de que seguiremos en Europa. Precisamente esa es la protección contra las bobadas, porque la decisión, más o menos obligada, de ser europeos, ha sido la más acertada de los últimos 54 años. Por tanto, todo el que diga que hay que irse de Europa, que no hay derecho a que Angela mande, que no pagaremos la deuda y que nacionalizaremos todo lo nacionalizable y parte de lo no nacionalizable, porque así lo ha hecho Maduro y mira qué bien les va, será escuchado con atención, esperando a que acabe y podamos trabajar tranquilos.

Como también es natural, Cataluña seguirá siendo española, porque a todos nos conviene, incluidos los catalanes nacidos en Cataluña

11. Como también es natural, Cataluña seguirá siendo española, porque a todos nos conviene, incluidos los catalanes nacidos en Cataluña y los no catalanes, nacidos, por ejemplo, en Zaragoza, que vivimos aquí. Este año habrá mucho ruido, porque cada vez nos gusta más el lío, pero, al final, Cataluña seguirá siendo tan española como Castilla y León.

12. En España, algún político que otro desaparecerá de la escena pública, gracias a la Divina Providencia, que nunca nos abandona. Alguno reaparecerá en el Senado o en el Parlamento Europeo, porque de algún modo hay que ganarse la vida y no sabe usted lo competitivo que está el sector privado.

13. Se seguirá produciendo un proceso de recentralización que hará que algunas autonomías se quejen, pero hijas mías, haberos portado bien.

14. Los políticos seguirán diciendo que el poder adquisitivo de las pensiones está garantizado, pero no les hagáis mucho caso, porque cuando falla la base (pocos niños y muchos viejos), déjate de buenas intenciones y hazte, si puedes, un plan privado. Hasta aquí llego. No sigo, porque no se me ocurre nada más. Y como siempre, porque me estoy comiendo el plazo de entrega del artículo. Lo acabo el 31 de diciembre, deseando a todos que acierte en las profecías positivas y que me equivoque en las negativas, porque mis aciertos o mis desaciertos tienen poca importancia. Lo importante es que el año que viene, los que hagan leído esto, puedan decir que estuve acertado cuando les deseé ¡FELIZ AÑO 2016!

Me preguntan en una entrevista cuál ha sido la mejor noticia económica de 2015 y cuál la peor.

PIB Miquel Roca i Junyent