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La rectificación de Román Prieto y la verdad
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Federico Quevedo

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La rectificación de Román Prieto y la verdad

El expresidente de la Caja Rural de Extremadura me ha enviado esta carta a raíz de mi columna del pasado fin de semana titulada El día

El expresidente de la Caja Rural de Extremadura me ha enviado esta carta a raíz de mi columna del pasado fin de semana titulada El día que ardió Troya en la Extremadura de Monago. El texto de la carta es el siguiente:

“Estimado Sr. Federico Quevedo;

Me decido a escribirle –después de algún titubeo– porque creo que los lectores de El Confidencial se merecen –nos merecemos– ser informados en la verdad.

Su artículo del pasado día 5 de Julio titulado “El día que ardió Troya en la Extremadura de Monago” contiene inexactitudes y/o falsedades en la información –no entro en la opinión, de la que es muy libre de tener la que le plazca– que paso a detallarle, al menos, en lo que yo conozco;

Primera.- Caja Rural de Extremadura no fue absorbida, en ningún momento, por Caja Rural del Sur (que no es la suma de San Fernando y el Monte, sino de Caja Rural de Sevilla y Caja Rural de Huelva). Lo que se produjo entre las Rurales de Extremadura, Córdoba y Sur fue un SIP en Junio del año 2011.

Segunda.- En lo que a mí respecta, no fui llamado por la Junta (como Ud. afirma), sino por los trabajadores de Caja Rural de Extremadura que estaban siendo “humillados” en el trato diario que les daban los Directivos de La Rural del Sur. Y fui llamado, no por mi cercanía a IU (como Ud. afirma), sino porque había sido directivo de la entidad durante trece años en su época más floreciente –permítame la autoestima–. Con el aval de los trabajadores me presenté a la elección para ocupar el cargo de Presidente y resulté elegido por una asamblea general de socios –no de la Junta; no de IU– por el 87% de los votos. Ya el día de mi elección anuncié que mi misión era la de sacar a la Rural de Extremadura del SIP con la del Sur y que, una vez concluido el trabajo, dejaría la Presidencia (ya sé, caso insólito). Es importante esto último para entender mi marcha, que nada tiene que ver con lo que expone.

Tercero.- Nunca, jamás, el Banco de España, una vez conseguida la salida del SIP, le dijo al Gobierno de Extremadura, que “debe cambiar al Presidente y al Director General” como Ud. afirma porque “tenía un alto índice de morosidad”. Y ello, entre otras razones, porque del alto índice de morosidad serían responsables, bien los directivos de Caja Rural del Sur (que habían mandado en la entidad los dos años antes), bien los directivos y presidentes anteriores de la de Extremadura pero, nunca de los que acabábamos de llegar, como es fácil de entender. No obstante, por si tiene alguna duda al respecto, tengo a su disposición un escrito del Banco de España confirmando lo que le acabo de exponer.

Cuarto.- Tampoco es cierto como Ud. afirma que “la Junta me presionara para que echara al Director General y, después, dimitiera”. Como he expuesto más arriba, salidos del SIP, mi objetivo como Presidente estaba plenamente cumplido.

Quinto.- Falso que yo “recusara a la Junta Rectora y al Director General para crear un vacío de poder”. Basta con mirar las Actas del propio Consejo para verificar que, en ningún momento –aunque hubieran cesado a ambos– habría vacío de poder. Más falso aún que tuviera pretensión alguna de ser reelegido, por los Consejeros, Presidente. Debe saber el Sr. Quevedo que la presidencia de la entidad no se nombra de entre los Sres. Consejeros, sino que la elección del mismo es directa y personal por la Asamblea General y que, mientras no se inscriben los nuevos cargos, continúan en los mismos los Consejeros y presidente anteriores.

Vuelve a errar cuando asegura que “la maniobra lleva a una asamblea general para el 29 de Junio” –en realidad fue el 28– , porque esa asamblea es obligada por ley para aprobar o no las Cuentas Anuales de cada ejercicio antes de que termine el mes de junio de cada año. Sí es cierto que soy yo quien, con el voto de otros tres Consejeros, forzamos que el asunto del cese de los Sres. Consejeros fuera debatido por la Asamblea general. No entro en las causas de tal petición porque, entiendo, no es objeto de esta carta.

Sexto.-Falso lo que Ud. Afirma, que “el Sr. Nogales tenga un préstamo vinculado a una sociedad que tiene conjunta con el que suscribe”. Ruboriza que Ud. pueda realizar tal afirmación sin contrastar, aunque sea mínimamente, su veracidad. No tengo, ni he tenido, sociedad alguna con el Sr. Nogales ni con nadie de su entorno político o personal.

La sociedad a la que Ud. alude fue aprobada por el Consejo Rector de Caja Rural de Extremadura –del que yo no formaba parte– en septiembre del año 1995 y yo aparezco en los “papeles” porque fui el apoderado, como Secretario General de la misma, en aquella ocasión en nombre y representación de la Entidad como es normal en todo tipo de sociedades mercantiles.

En cuanto al préstamo –dado los años que han pasado– desconozco quién estudió su concesión y quién la aprobó, teniendo en cuenta que, por su cuantía, había, al menos, cinco personas en la entidad que podían hacerlo, entre ellas el Director y Subdirector General, entre los que no me encontraba. Desconozco también por qué, durante dieciséis años, no se ha reclamado por la entidad el pago del mismo. Informo al Sr. Quevedo que yo salí de la misma en febrero del año 2002, luego, imagino, –tómelo a modo de distensión– tal actuar negligente no me será también imputado. Por cierto, a día de hoy, los socios seguimos sin saber si tales conductas se han seguido sólo con el Sr. Nogales o también con el resto de “fallidos”.

Séptimo.- En cuanto a la celebración de la Asamblea General, habrá que estar a lo que resulte de sus incidencias e impugnaciones. Como no estuve presente, me callo mi parecer. Un detalle de menor importancia: tampoco es cierto que “nunca había ido tanta gente a la asamblea”. En Junio del año 1988 hubo una Asamblea General para recuperar la entidad por sus legítimos dueños en la que se dobló en número de socios asistentes.

Octavo y último.- Falso que “al Sr. Nogales se le haya concedido otro préstamo por 300.000 euros sin garantías (por quien esto suscribe) y que se encuentra en situación de morosidad”. Desconozco si la entidad, en estos once años que no he estado en la misma, ha concedido algún préstamo al Sr. Nogales pero –obvio es decirlo– no ha podido ser concedido por mí y, puedo asegurarle que, durante los trece años que estuve en la misma, TAMPOCO.

Sr. Quevedo; como le decía al principio, los medios de comunicación –y entre estos, los impresos y digitales– son pilares maestros de nuestra democracia pero, para que ello siga siendo así, la información –reitero que la opinión es cosa de cada uno– debe ser veraz. Le he seguido, y le sigo, en algunas de las tertulias en que interviene, porque me parecen algunas de sus aportaciones muy interesantes. No comprendo por ello cómo ha podido Ud. escribir esta columna sin el contraste de la información que le han facilitado, habida cuenta que escribe Ud. por “oídos”. Aún lo entiendo menos teniendo en cuenta que le hubiera bastado, para tal contraste, con haberse puesto en contacto directo conmigo.

Le ruego por último que, dado que lo escrito por Ud. ofende a mi persona, rectifique en lo que a mí se refiere, o haga pública esta carta en el respetado medio El Confidencial.

Muy atentamente, Román Prieto Muñoz, DNI 8.793.232-X. Badajoz, a siete de Julio de dos mil catorce.

Primero: Es cierto que en el artículo del pasado fin de semana hay un error y dos imprecisiones. El error fue confundir la fusión de la Caja Rural de Extremadura con la fusión de las cajas de ahorros. Y la imprecisión, fruto de la necesidad de no alargar demasiado el texto, fue no explicitar que se trataba de un SIP. La segunda imprecisión fue situar la fecha de la última Asamblea el 29 de junio en lugar del 28, es decir, 24 horas antes.

Segundo: Es bastante evidente que los órganos de Gobierno de la Caja se eligen en una Asamblea a la que, por cierto, fueron pocos empleados con muchas representaciones y el Consejo controlado. Tanto es así que en la última Asamblea del pasado 28 de junio la propuesta del presidente pierde por más del 90% de los votos de esos empleados que él mismo dice que tanto le aprecian.

Tercero: Diga lo que diga Román Prieto, existía preocupación en el Banco de España por los incumplimientos del Plan de Viabilidad por parte de la Caja Rural, y que para el Banco de España el problema radicaba en la falta de profesionalización de sus directivos, como se puede ver en los siguientes enlaces:

Un informe desvela que Caja Rural de Extremadura está incumpliendo su plan de viabilidad

El PP insiste en “profesionalizar” la Dirección General de Caja Rural tras el “incumplimiento” del plan de viabilidad

El PSOE critica la intervención de Monago en Caja Rural, y el PP dice que defiende a los trabajadores

Es también más que evidente que IU avala la posición de la Junta y de Román Prieto, en contra de la posición del PSOE y del exconsejero de Economía, Antonio Fernández:

IU propone restricciones para los empleados de las cajas rurales en el voto delegado

Cuarto: El objetivo de Román Prieto no era sólo sacar a la Rural del SIP, sino fusionarla con Caja Almendralejo, razón por la cual la mayoría de los empleados se puso en contra. Pero el plan de Prieto está avalado por la Junta de Extremadura, que también apostaba por el relevo del director general, González Piélago, y de hecho amenaza con que si no se produce ese relevo la caja sería intervenida:

El presidente de Caja Rural Extremadura anuncia que la fusión con Caja Almendralejo podría materializarse el 1 de enero de 2014

Caja Rural preguntará al Banco de España si mantiene el apoyo al director general

Román Prieto renunciará a la presidencia de Caja Rural el jueves

Lo cierto es que la situación de la Rural se hacía insostenible y crecen las acusaciones de injerencia a la Junta de Extremadura presidida por Monago:

Nueve meses convulsos para Caja Rural

El PSOE exige el cese de la "injerencias políticas" de la Junta en Caja Rural

Mientras tanto, desde los medios afines al Gobierno extremeño se ‘ataca’ al director general y se le acusa de haber concedido descubiertos:

Piélago fue sancionado en 2013 por su entidad por conceder descubiertos

Al tiempo que los empleados de la Caja Rural denuncian presiones de la Junta:

Un grupo de empleados de Caja Rural denuncia presiones políticas a sus consejeros

Y, por supuesto, también la oposición acusa a Monago, Nogales y Prieto de tratar a la Caja Rural como su propio cortijo:

El PSOE dice que denunciará "cualquier injerencia política" en Caja Rural

Quinto: En su escrito, Román Prieto niega que quisiera recusar al Consejo y al director general de la Caja, pero no parece que las cosas fueras exactamente como él dice:

Prieto fuerza una asamblea para votar el consejo y el director en Caja Rural

Pero es en esta entrevista concedida a Extremadura 7 donde queda claro quién dice la verdad cuando Román Prieto afirma en el minuto 3 lo siguiente: “Entonces forcé de acuerdo a la ley y los estatutos, que vayan dos puntos en el orden del día, uno es la dimisión en bloque del Consejo Rector y otro es la consecuencia de esa dimisión que sería la destitución o remoción del Director General”.

¿Qué él no pensaba presentarse a la reelección? En eso se puede creer su palabra o la de las fuentes de este diario que aseguran que si tenía previsto que los nuevos consejeros lo eligieran otra vez como presidente.

Sexto: Sobre el asunto de los préstamos, quizás el más farragoso de todos. Prieto niega haber sido socio de Nogales en ninguna de sus empresas, pero las cosas parecen ser de otra manera. Sobre el primer préstamo es interesante esta información:

Caja Rural reclamará judicialmente a Alejandro Nogales un préstamo impagado

Pero más interesante aún es esta otra sobre el segundo préstamo a una sociedad en la que aparece Román Prieto como socio en nombre de la Caja Rural –en mi artículo nunca se afirmaba que lo fuera a título personal– y que asciende a otros 14.000 euros a la citada empresa de la que Nogales es administrador. Curiosamente, cuando a Prieto se le preguntó por esta sociedad, no parecía acordarse mucho de ella…

Caja Rural demanda otros 14.000 euros a una empresa de la que Nogales es administrador

Lo cierto es que ninguno de estos préstamos se reclamó durante su presidencia…

Séptimo: No merece más comentarios salvo que Prieto no niega el intento de su propio hijo junto a Luis Cortés para ‘reventar’ la Asamblea e impugnar las votaciones.

Y octavo: Obviamente Prieto lo niega, pero este periodista se limita a dar cuenta de lo que se dice en un dossier sobre un nuevo préstamo de 300.000 euros en una operación que, siempre según esa información, estaría también implicado un hermano del diputado de IU Alejandro Nogales. Pero, desde luego, no se ha hecho ninguna acusación.

El expresidente de la Caja Rural de Extremadura me ha enviado esta carta a raíz de mi columna del pasado fin de semana titulada El día que ardió Troya en la Extremadura de Monago. El texto de la carta es el siguiente:

José Antonio Monago Extremadura Banco de España