Entre hoyos de golf, Fainé fichó como jefe de seguridad de La Caixa al ‘garganta profunda’ de ZP en el 11-M

El golf, ese deporte al que muchos tildan de elitista, no sólo sirve para hacer negocios. Y, si no, que se lo pregunten al director general de La Caixa, Isidro Fainé, quien entre hoyo y hoyo ha conseguido fichar como flamante jefe de seguridad de la entidad de ahorro catalana nada más y nada menos que al jefe Superior de Policía de Madrid, Miguel Ángel Fernández Rancaño.

Quizá el nombre de este comisario de Policía no les diga mucho a demasiada gente, pero tal vez nuestros lectores se sitúen mejor si les revelamos que fue uno de los acusados desde las filas del PP de traicionar al Gobierno de Aznar, en su condición de garganta profunda de los socialistas en las jornadas que sucedieron al atentado del 11-M.

Él siempre lo ha negado. Sin embargo, su rara habilidad para sobrevivir a todo cambio político -nada más producirse la victoria de los populares en 1996, aseguran que rompió su carné del PSOE y se afilió al PP siendo jefe Superior de Policía de La Coruña- han reforzado esa fama de perfecto relaciones públicas que le ha acompañado en todos sus destinos.

De hecho, en Barcelona, donde también ejerció como máximo responsable policial tras su paso por Galicia, y antes de recalar en Madrid, el comisario Fernández Rancaño tejió una importante red de contactos en los más importantes círculos económicos. Allí se hizo asiduo del selecto Club de Golf de El Prat, donde, entre hoyo y hoyo, confraternizó con la cúpula de La Caixa, especialmente con Fainé.

A pesar de los servicios prestados que algunos le atribuyen, las serias diferencias que ha tenido con los máximos responsables socialistas de Interior le han obligado a tirar de aquellas amistades para encontrar un trabajo en el sector privado. Por cierto, seguramente con un sueldo mucho mejor que el que tenía como funcionario público.