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El tropiezo del Rey en el Círculo de Economía preocupa a los médicos de Zarzuela
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El tropiezo del Rey en el Círculo de Economía preocupa a los médicos de Zarzuela

El incidente –que pudo ser un serio accidente si varios de los presentes no lo hubieran evitado-, tuvo lugar el jueves 29 de mayo pasado en

El incidente –que pudo ser un serio accidente si varios de los presentes no lo hubieran evitado-, tuvo lugar el jueves 29 de mayo pasado en Barcelona, con motivo de la cena de celebración del cincuentenario del Círculo de Economía. Cuando se disponía a bajar las escaleras, mal montadas por cierto, del escenario donde presidía el ágape, el Rey Juan Carlos perdió el equilibrio y comenzó a caer con estrépito, como si de un peso muerto se tratara. Por fortuna no llegó a golpearse, porque varias personas que se hallaban en su derredor se precipitaron en su ayuda, logrando sujetarle e impidiendo que se golpease la cabeza.

Es cierto que también los ex presidentes de la Generalitat Jordi Pujol y Pascual Maragall tuvieron problemas con la misma escalera, pero eso no ha tranquilizado al personal médico que atiende la salud de Su Majestad. Y es que instantes antes de que el tacón del zapato del pie izquierdo real se quedara enganchado, a don Juan Carlos se le vio unas décimas de segundo desorientado, como si hubiera perdido toda referencia espacial, como si no supiera si tocaba bajar o subir, como perdido. Unas décimas de segundo, cierto, pero suficientes para alertar a los médicos.

Porque el incidente ha vuelto a poner sobre la mesa un problema viejo que creían superado. Ocurrió hace un par de años o tres, y se prolongó durante una buena temporada en que el Rey sufrió episodios de vértigo y pérdida del equilibrio, de modo que cuando se asomaba a un balcón o descendía de un avión o se apeaba de un coche o simplemente se levantaba de una silla tras haber permanecido un tiempo sentado, necesitaba ser ayudado y discretamente sujetado del brazo por un ayuda de cámara para no caerse.

Las caídas reales son, de siempre, antológicas y han dado lugar a no pocas chanzas en el entorno familiar, porque don Juan Carlos, a cuenta en parte de su espectacular arquitectura, no se cae como una persona normal cuando tropieza, sino que se cae literalmente “con todo el equipo”, llevándose por delante cuantas mesas, sillas y obstáculos varios encuentre por delante, aparatosamente y con gran estruendo. Y ello desde jovencito, ya sea en Palacio o esquiando, en el campo o en el barco.

Las causas del vértigo y pérdida del equilibrio, con frecuencia asociadas a un zumbido en los oídos, parecen estar relacionadas con problemas del oído interno del Rey que vienen de lejos y que se han agravado con el paso del tiempo. La inveterada afición a la caza parece ser la responsable de la notoria sordera que sufre don Juan Carlos, situación agravada por el uso casi diario del helicóptero –artilugio mecánico mortal de necesidad para los conductos auditivos-, medio de transporte casi obligado a la hora de hacer frente a los constantes desplazamientoa que el cargo reclama.

El vértigo, la sensación de inestabilidad o pérdida del equilibrio también pueden ser signo de un accidente más grave de tipo cerebrovascular, posibilidad totalmente descartada en el caso que nos ocupa. El Rey acumula ya muchos achaques encima, problemas de próstata, de cadera, etc., pero los exámenes médicos y análisis clínicos a que se somete con frecuencia muestran una perfecta salud cardiovascular, sin rastro de colesteroles o cualquier otra clase de 'oles'.

El incidente –que pudo ser un serio accidente si varios de los presentes no lo hubieran evitado-, tuvo lugar el jueves 29 de mayo pasado en Barcelona, con motivo de la cena de celebración del cincuentenario del Círculo de Economía. Cuando se disponía a bajar las escaleras, mal montadas por cierto, del escenario donde presidía el ágape, el Rey Juan Carlos perdió el equilibrio y comenzó a caer con estrépito, como si de un peso muerto se tratara. Por fortuna no llegó a golpearse, porque varias personas que se hallaban en su derredor se precipitaron en su ayuda, logrando sujetarle e impidiendo que se golpease la cabeza.

Rey Don Juan Carlos