Los quebraderos de Luis del Olmo para alquilar sus oficinas ‘prime’ en el centro de Barcelona

Reinventarse o morir. Cuando los números no salen y la crisis se ceba con todos los sectores, no hay otra solución que valga. Lejos de desaparecer, uno de los grandes periodistas del panorama radiofónico español está buscando fórmulas para rentabilizar sus propiedades y reducir costes en sus negocios. Una estrategia que, a la vista de los acontecimientos, no está saliendo todo lo bien que esperaba.

 

A Luis del Olmo, propietario de Onda Rambla (asociada con Punto Radio) y de la televisión local catalana Canal 25, la caída de publicidad en los medios tradicionales está azotando su cuenta de resultados, razón por la cual ha prescindido de la mitad de la plantilla de Canal 25.

 

Pero ahora lo que más preocupa al locutor es sacar tajada del edificio que ocupan los estudios de Onda Rambla en plena Diagonal de Barcelona, una de las zonas más cotizadas de la ciudad. Hace algo menos de un año alquiló la planta baja a una casa de novias. En vista del éxito pensó alquilar el resto de las plantas que posee en el mismo edificio y que no están ocupadas por los estudios de radio. Pensó que sería pan comido. Por eso, decidió apretar un poco al personal del departamento publicitario y comercial, junto a los de administración, y librar una planta entera.

 

Sin embargo, y a pesar de lo prime de la ubicación, el piso sigue con el cartelito de “en alquiler” desde el pasado mes de septiembre. Y es que alquilar algo, tal como están las cosas, es casi una misión imposible.

 

Del Olmo no es una de esas personas que se rindan fácilmente, y no escarmentado con su intento fallido de alquiler, su último movimiento ha sido probar suerte con los otros bajos del edificio, también de su propiedad. Para hacerlo, ha sacado de la planta al personal de asistencia técnica de la radio, les ha reubicado junto a la redacción de programas, y ha puesto en alquiler este otro piso. De momento, el negocio no está teniendo ningún resultado.

 

El comentario de algunos de los empleados de Onda Rambla es que la emisora se parece cada vez más al camarote de los Hermanos Marx que a otra cosa, ya que han de trabajar cada día más apelotonados.