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Campa toma posesión como secretario de Estado de Economía entre apuestas de que “durará dos meses”
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Campa toma posesión como secretario de Estado de Economía entre apuestas de que “durará dos meses”

A sus 44 años José Manuel Campa pertenece a una generación de economistas con ideas propias e iniciativas de cambio. Por eso hay quien asegura que

A sus 44 años José Manuel Campa pertenece a una generación de economistas con ideas propias e iniciativas de cambio. Por eso hay quien asegura que el “profe independiente” durará dos meses en el cargo de Zetapé. Sus amigos lo llaman Manolo y, entre risas, cuentan que es “un cuarentón avejentado por las bibliotecas, sin experiencia política, curtido en la universidad, hiperactivo y con facilidad para el peritaje de alto standing”. Vivió su american dream, se doctoró en Harvard, trabajo en Nueva York y allí encontró el amor en Wendy con quien se casó y con la que ha tenido tres retoños. Victoria es una de sus hijas, “un nombre internacional elegido porque tanto en inglés como en español representa el triunfo”. Su esposa pertenece a la crème judía de la Gran Manzana neoyorquina; hay quien cotillea que el enlace fue recogido en las notas de sociedad del New York Times. Los que conocen a Wendy la definen como “una americana con los pies en la tierra, sensata hasta la médula”.

 

La historia parece un cuento de hadas donde el hada madrina encuentra al economista perfecto para arreglar el desaguisado del Ejecutivo ZP. En su etapa americana dicen que Campa se codeó con Larry Summers, asesor económico de Obama, y con Nouriel Roubini, el gurú de la crisis actual. Nadie pone en cuestión su brillantez como analista internacional, ni como catedrático ejemplar. Sin embargo, surgen dudas sobre si sus ideas encajan con las propuestas del partido socialista: ¿Tendrá el number two capacidad de maniobra o se supeditará a las órdenes de su jefa Elena Salgado y el gran líder Zapatero?”. Veremos.

El tecnócrata proviene de una dinastía empresarial asturiana en tercera generación. En el Principado se licenció con sobresaliente en Económicas y Derecho. Dicen que su amigo Pedro Luis Fernández, presidente de GAM, le pasaba los apuntes de Economía mientras él seguía las clases de Derecho. Todos sus profesores cuentan maravillas de “uno de los alumnos más brillantes que pasó por las aulas”. Luego, se matriculó en una de las universidades más elitistas de América y obtuvo un “Ph.D. in Economics” con su disertación sobre “Firm Investment under Exchange Rate”.

Tras su nombramiento, hay que reseñar que el nuevo secretario de Estado de Economía defiende el abaratamiento del despido y la reducción salarial. ¿Figuran dichas medidas en los postulados del Partido Socialista? Según el profesor, “aunque se bajen los sueldos, la caída del IPC y de los tipos permitirán mantener el poder adquisitivo”. ¿Qué opinará su jefe Zetapé? Izquierda Unida de Asturias acusa al presidente Rodríguez Zapatero de recurrir a Campa para “practicar políticas de derechas”.

Sea como fuere, Campa ha sido uno de los 100 economistas que suscribió la propuesta para la reactivación laboral en España, o lo que es lo mismo, una controvertida medida que apuesta por ganar en competitividad implantando políticas que no van a gustar a los sindicatos. Ahora llega la hora de la verdad. Una cosa es predicar desde las aulas y otra liderar la política económica de un país en recesión.

En el CV de Campa sorprenden sus contribuciones en los foros económicos internacionales más prestigiosos, participó en grupos de trabajo en la Universidad de Harvard y enamoró a sus alumnos con sus clases magistrales en el IESE (la Escuela de Negocios de la Universidad de Navarra, administrada por el Opus Dei). Además, se ha interesado por los negocios familiares de sus padres y tíos, y participa en distintas sociedades como accionista. Hasta el pasado viernes fue consejero de la cotizada GAM, donde los malvados critican que compró acciones a 20 euros que hoy valen 5. Asimismo, posee una consultora con otros socios y ha ejercido de perito arbitral-judicial en litigios tan polémicos como el emprendido por los hermanos Areces Fuentes, sobrinos de Isidoro Álvarez, en el pleito que les enfrentó contra El Corte Inglés, o el juicio de César Alierta y su sobrino, en el ‘caso Tabacalera’.

Sorprende que Zapatero no haya acudido a una persona militante del PSOE sino a un profesional de las finanzas. Quizá ante el negro panorama haya decidido apostar por la profesionalidad frente a la ‘familia’. Al menos, Campa coincide con el Gobierno en la reciente decisión de no seguir favoreciendo fiscalmente al sector de la vivienda: “No se puede incentivar fiscalmente la inversión en vivienda y que no ocurra lo mismo con otros sectores productivos”, propugnaba el catedrático hace casi tres años.

A sus 44 años José Manuel Campa pertenece a una generación de economistas con ideas propias e iniciativas de cambio. Por eso hay quien asegura que el “profe independiente” durará dos meses en el cargo de Zetapé. Sus amigos lo llaman Manolo y, entre risas, cuentan que es “un cuarentón avejentado por las bibliotecas, sin experiencia política, curtido en la universidad, hiperactivo y con facilidad para el peritaje de alto standing”. Vivió su american dream, se doctoró en Harvard, trabajo en Nueva York y allí encontró el amor en Wendy con quien se casó y con la que ha tenido tres retoños. Victoria es una de sus hijas, “un nombre internacional elegido porque tanto en inglés como en español representa el triunfo”. Su esposa pertenece a la crème judía de la Gran Manzana neoyorquina; hay quien cotillea que el enlace fue recogido en las notas de sociedad del New York Times. Los que conocen a Wendy la definen como “una americana con los pies en la tierra, sensata hasta la médula”.