Carme Chacón, pendiente de Santiago Carrillo: le visita y le llama frecuentemente

Con 97 años de vida a sus espaldas, Santiago Carrillo puede presumir de no pocas amistades que se preocupan por él, ahora que su estado de salud le ha causado más de un quebradero de cabeza. Sin embargo, no todos son viejos ‘camaradas’ o compañeros de viaje de la Transición, ya que el histórico dirigente comunista se ha ganado también el cariño de actores políticos mucho más recientes.

Es el caso de Carme Chacón, 56 años más joven que el exsecretario general del PCE y fiel apoyo de Carrillo en los últimos tiempos. Tras el último ‘sobresalto’ sanitario (fue ingresado hace dos semanas por un problema de riego sanguíneo), la exministra de Defensa no tardó en rendirle visita en su casa para animarle en su recuperación, y desde entonces son frecuentes las llamadas para interesarse por su estado.

Un afecto de carácter mutuo, ya que precisamente el último acto al que acudió Carrillo antes de ser ingresado en el hospital Gregorio Marañón fue una conferencia pronunciada por la diputada socialista en San Lorenzo del Escorial con motivo de los cursos de verano de la Universidad Complutense. Carrillo ya había mostrado su aprecio por Chacón con motivo del 38º Congreso del PSOE, en el que la exministra disputaba el liderato del partido a Alfredo Pérez Rubalcaba. “Si yo fuera militante socialista votaría a Carme Chacón”, declaró entonces. “Tiene todas mis simpatías”.

Aún convaleciente de su reciente ingreso hospitalario (el tercero en los últimos meses tras una apendicitis y una infección urinaria), Carrillo pasa el caluroso verano madrileño en su piso junto al Parque del Retiro, rodeado de libros y de dibujos dedicados por Picasso y Alberti. Apenas se sienta ya en su despacho, a pesar de que tiene un libro pendiente de entrega y ha interrumpido sus intervenciones en el programa ‘La Ventana’ de la cadena SER.

No obstante, sus achaques no han acabado con su conocida afición al tabaco, si bien el otrora empedernido fumador ha debido reducir sensiblemente su número de cigarros diarios. A su lado, su infatigable esposa Carmen sigue siendo su mejor asistente y ejerce como ‘filtro’ con el mundo exterior, ocupándose entre otras cosas de gestionar sus llamadas telefónicas, entre las que nunca falta alguna de su amiga Carme.