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Los gurús de Internet se citan en uno de los clubes más demodé de Madrid
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Los gurús de Internet se citan en uno de los clubes más demodé de Madrid

La etiqueta es un concepto casi en desuso. En Madrid, centro neurálgico de convenciones y ágapes varios, apenas quedan tres o cuatro clubes que exijan corbata

La etiqueta es un concepto casi en desuso. En Madrid, centro neurálgico de convenciones y ágapes varios, apenas quedan tres o cuatro clubes que exijan corbata a sus miembros. Uno de ellos es el Club Financiero Génova, sito en la calle Marqués de la Ensenada y cuya terraza con vistas a Colón bien merece el astronómico precio que alcanza allí un café con leche. 

Más de 3.000 metros cuadrados, piscina incluida, ungidos de la tradición más demodé. De lo estricto de su proceder puede dar fe la reina Sofía, a la que le fue negado el acceso en 1972 por su condición de mujer. La primera dama admitida fue doña Blanca Sterling de Ojeda que, pese a pagar religiosamente las cuotas, tenía vetado el acceso a las salas privadas. 

Se trata de un club por el que han pasado "desde escritores internacionales hasta toreros", pero  no "prensa rosa y gente de la farándula, a no ser que hayan sido invitados por algo concreto", explica su directora a Vanity Fair.

Y es precisamente allí, una vez al mes, donde se los prebostes del internet patrio se juntan para darle un repaso al sector a ritmo de piano y 'skyline'. ¿Que por qué los Aquilino Peña (Kibo Ventures), Eneko Knörr (Ideateca), Yago Arbeloa (Sync), Alejandro Suárez (Publispain), Joshua Novick (Antevenio) o Gustavo García (BuyVIP) han escogido tan relamido espacio como lugar de reunión? "Porque nos hace gracia el contraste. Para casi todos es la única vez que nos ponemos corbata, es un momento especial", explica uno de los asistentes. 

Solo el acceso directo a la piscina del ático permite entrar en ropa de 'sport'. Para el resto de estancias es obligatoria la americana y la corbata: "Aunque es la única condición, siempre hay alguno al que se le olvida y tiene que ponerse una de esas corbatas azules, horrorosas, que te dan en el club. Les solemos poner el nombre por detrás para ver si a alguno le toca la del otro", bromea. 

¿Y el que peor se lleva con la prenda? "Sin duda el que se ve más 'marciano' es Luis Martín Cabiedes. Imagínate, un tipo que es filósofo, que siempre va por ahí con su vieja mochila... definitivamente no termina de cuajar con el estilo", concluyen desde el Financiero de Génova. Y es que de la fibra óptica al piano bar solo hay un paso.

La etiqueta es un concepto casi en desuso. En Madrid, centro neurálgico de convenciones y ágapes varios, apenas quedan tres o cuatro clubes que exijan corbata a sus miembros. Uno de ellos es el Club Financiero Génova, sito en la calle Marqués de la Ensenada y cuya terraza con vistas a Colón bien merece el astronómico precio que alcanza allí un café con leche.