Florentino, Évole, los juegos de manos y el paso de puntillas por el 'Castor'

Jordi Évole dedicó ayer su homilía semanal a la obra y milagros del presidente de ACS, Florentino Pérez, que graciosamente concedía una entrevista al Follonero para subrayar sus méritos y, al fin y al cabo, explicar sus fracasos. A priori, todo eran preguntas en el sector. ¿Por qué Florentino se prestaba a la disección del showman? ¿Acaso el director de Informativos de laSexta, Antonio García-Ferreras, próximo al presidente del Real Madrid y siempre en los anhelos del empresario para retomar la dirección de Comunicación del club, no le había advertido del juicio sumarísimo al que se exponía? Sólo poderosas razones podrían llevar a Pérez, astuto como pocos, a jugar ese partido.

Por ejemplo, ¿y si todo formaba parte de una compensación de Florentino a Salvados por haber frenado un programa monográfico sobre el polémico proyecto Castor? No se juega poco el presidente de ACS en ese empeño. El depósito de gas Castor, ubicado en la costa castellonense, está paralizado por la oleada de seísmos que se produjo en octubre de 2013 después de que el Gobierno pusiera pie en pared. Está por decidir quién asume el coste de una inversión que superó los 1.700 millones de euros y que se ha convertido ahora en un problema para todos. La constructora de Florentino controla la firma Escal UGS, concesionaria del proyecto.

La tesis al menos se compadecería bien con la entrevista, en la que Évole pasó de puntillas por el episodio. Para el presidente, “la alarma generada no se corresponde con la realidad”, no ha habido temblores en casas y, aunque el depósito puede funcionar en 2014, “los almacenes de gas con la crisis son menos necesarios”. Ninguna contraparte para rebatirle, ninguna mención a quién se rascará el bolsillo… Prefirió centrarse el programa en la ya lejana recalificación de la ciudad deportiva del Real Madrid –que permitió que el club saldara sus deudas–, en los créditos de Caja Madrid para el fichaje de futbolistas o en la mística del Bernabéu como enclave para cerrar negocios. Sin alfombra roja, pero casi.

De hecho, también se pasó de puntillas por otro delos grandes temas en el universoFlorentino, esto es, sus relaciones/presiones con los medios de comunicación, en concreto en el ámbito deportivo. Claro que, a fin de cuentas, lo más seguro es que la entrevista se fraguara de la manera más normal, sin pactos de fondo. Pese a aceptar la tozudez de loshechos, ¿quién podría resistirse a especular ante una propuesta tan extraña como la de anoche en un espacio tan festivo como este confidente? Évole sabe mucho de juegos y charadas. Basta recordar su penúltimo programa sobre el 23-F. Claro que la realidad es a menudo mucho más descorazonadora que la ficción.