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‘El Mundo’ prescinde de su periodista en Casa Real por un 'quítame allá esa Corinna'
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‘El Mundo’ prescinde de su periodista en Casa Real por un 'quítame allá esa Corinna'

Quién le iba a decir a Ana Romero, periodista del diario El Mundo especializada en Casa Real, que el día que abdicaría el rey Juan Carlos

Quién le iba a decir a Ana Romero, periodista del diario El Mundo especializada en Casa Real, que el día que abdicaría el rey Juan Carlos iba a ser su último en el rotativo que ella misma fundó junto con el ya exdirector Pedro J. Ramírez. La frase que provocó que su jefe, Casimiro García-Abadillo, le mandara a casa, fue una referencia en el texto que firmaba Romero sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la ‘amiga íntima’ del Monarca.

En la edición que el diario lanzó por la tarde, la periodista se refirió así a la alemana. Un adjetivo, el de ‘amiga íntima’, que no gustó al sucesor de Pedro J. Ramírez. La veterana periodista, la primera corresponsal española que consiguió entrevistarse personalmente con la propia Corinna gracias a sus contactos con el mundo diplomático, quitó la referencia, como se le exigió, pero se negó a firmar la información con la que abría el periódico el día que se publicaba una información histórica. Antes de negarse, le espetó a su actual jefe que con el anteriorpatrón (Pedro J.) no existían censuras.

La versión oficial de los nuevos patrones de El Mundo es que hubo un rifirrafe, sí, "como los hay en todos los periódicos", pero aseguran a este confidente que Ana Romero, "a día de hoy, sigue en nómina de este diario". Fuentes cercanas a la periodista aseguran que "es cierto que todavía no tiene el finiquito en casa", pero insisten en que el despido ya se ha producido verbalmente.

Dos de los periodistas de la casa que más defendieron ayer a su compañera, que ya no acudió a la oficina, fueron –como no podía ser de otra manera– los dos corresponsales en Nueva York: María Ramírez (hija de Pedro J.) y su esposo, el también periodista Eduardo Suárez. La primera publicó abiertamente en su perfil de Twitter a primera hora de la mañana en el otro lado del Atlántico la disputa entre el sucesor de su padre y su compañera: “Muy triste por lo que está pasando en mi periódico: censura. Mi admiración profesional hacia la gran reportera Ana Romero Galán”; “la crónica principal de la abdicación del rey aparece hoy sin firma en El Mundo. Muy fuerte. #elreyabdica #freespeach”.

Su marido, compañero de Romero, también se sumó a la ola de indignación de la hija de Pedro J. y utilizó la misma red social para dejar patente su malestar con la dirección del periódico que le envió a Nueva York cuando su suegro era el director. “Censurar una crónica es un sinsentido. ¿Hay alguien que no sepa que Corinna fue la amante del Rey?”; "Un periodista debe poder recordar a sus lectores quién es Corinna. Quien no le deja hacerlo vulnera la libertad de expresión".

La indignación también indignó a aquellos que, aseguran, "nunca" han sido censurados en sus informaciones. La sección de España al completo firmó un comunicado a última hora de ayer en el que cierran filas en torno a la nueva cúpula del rotativo asegurando que "nunca nuestras informaciones, crónicas, reportajes o entrevistas han sido objeto de censura por parte de los responsables editoriales". Entre los firmantes aparecen periodistas pesados del periódico como Lucía Méndez, Marisa Cruz, Rafael J. Álvarez, Fernando Lázaro o Ángeles Escrivá.

Ramírez y Suárez también tuvieron sus más y sus menos cuando García-Abadillo asumió las riendas de El Mundo. El actual director quería enviar a la pareja a Bruselas para que, desde allí, se encargaran de la corresponsalía itinerante por Europa y se movieran por el continente según las circunstancias del momento. Pero ambos se negaron. Quizá ahora, con este rechazo público a las nuevas normas de la casa, sean los siguientes que corran la misma suerte queAna Romero, que en sus dos décadas en el rotativo ha pasado por las corresponsalías de Londres, Nueva York y Abu Dabi, antes de centrarse de lleno en la información de la Casa Real.

Quién le iba a decir a Ana Romero, periodista del diario El Mundo especializada en Casa Real, que el día que abdicaría el rey Juan Carlos iba a ser su último en el rotativo que ella misma fundó junto con el ya exdirector Pedro J. Ramírez. La frase que provocó que su jefe, Casimiro García-Abadillo, le mandara a casa, fue una referencia en el texto que firmaba Romero sobre Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la ‘amiga íntima’ del Monarca.

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