El padre Ángel revoluciona San Antón: abierta 'non stop', wifi y máquinas para donativos

El ubicuo padre Ángel –perejil de todas las salsas… políticas–se dispone a revolucionar por completo la popular parroquia madrileña de San Antón, ubicada en la calle Hortaleza. La Fundación Mensajeros de la Paz que preside este conocido religioso ha sido la elegida por el arzobispo Carlos Osoro para que se haga cargo de este templo al que acuden, cada 17 de enero, los madrileños y sus mascotas. En línea con la primavera de Francisco propiciada por el papa en el Vaticano, el padre Ángel quiere hacer de esta iglesia un“hospital de campaña” que esté abierto los 365 días del año, que ofrezca conexión wifi y que esté dispuesta en cualquier momento a atender las necesidades de los más pobres.

“Me duele pasar por iglesias con las puertas cerradas. Las de San Antón siempre van a estar abiertas para todo aquel que necesite ayuda: para quien quiera rezar o confesarse, para quien necesite que alguien le escuche, o para quien precise un café caliente”, ha explicado el impulsor de la iniciativa, el padre Ángel.

La Fundación Mensajeros de la Paz reabrirá la parroquia con un proyecto religioso, social y cultural, con atención para todos los que lo necesiten. Desde el templo se prestará atención social y espiritual y contará con un programa de actividades culturales. La iniciativa incluirá servicio de acogida y ayudas sociales, ropero y Banco Solidario.

El padre Ángel quiere que este templo sea una casa solidaria “para compartir un oasis de silencio y oración” y, según ha detallado, habrá siempre también un lugar para la reflexión, el diálogo o la oración. Otras novedades pasan por hacer del templo un lugar de fácil acceso para personas con movilidad reducida, máquinas para realizar donaciones y “cepillos abiertos”. Modernidad en estado puro.

También estará abierta de modo continuado a las visitas culturales, pues se trata de un templo declarado Bien de Interés Cultural que data de mediados del siglo XVIII y en cuyo interior se conservan varias obras artísticas de gran valor, como el Cristo de los Niños, del siglo XVII, y un magnífico órgano de principios del XIX. Además, el reloj de su torre es el de uso público más antiguo de Madrid y se conservan las reliquias de San Valentín, patrón de los enamorados.

El padre Ángel ha asegurado estar “muy contento” porque el proyecto cuenta con las bendiciones y el apoyo del arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y porque se va a realizar en una iglesia en la que durante muchos siglos los Padres Escolapios dieron educación a los niños pobres de Madrid.