¿Qué será lo que tiene el ‘indepe’? Cuando las españolistas se ennovian con separatistas

Los polos opuestos se atraen. Esta es una de las leyes de la física que muchos han podido comprobar con un simple imán. En política, esta ley también es aplicable. Es cierto que muchas parejas tienen responsabilidades políticas, pero en la mayoría de las ocasiones, sus ideologías son similares. Ahí está el caso de José María Aznar y Ana Botella, por ejemplo. Pero más difícil es encontrar a políticos que se atraen en la intimidad y se insultan (o poco menos) en público. Pero haberlos, haylos. Es el caso de dos valores en alza como Andrea Levy (PP) e Inés Arrimadas (Ciutadans), embelesadas por dos independentistas de pro. Mami, ¿qué será lo que tiene el indepe?

Curiosamente, dos de las caras nuevas que han cobrado peso específico en la esfera política en los últimos meses se han enrollado con partenaires de ideología totalmente opuesta. La primera de esas caras es Andrea Levy, recientemente ascendida a responsable de Estudios y Programas del PP nacional, un lugar a la derecha del padre Mariano Rajoy, en el sillón que antes ocupaba Esteban González Pons. Gran amiga de la presidenta popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, Andrea se hizo habitual en algunas tertulias de la capital catalana a las que acudía como representante de su partido. Y allí conoció al escritor y profesor universitario Enric Vila, un reconocido independentista con el que nadie sospecharía que ella pegaba.

Pero la química del amor sigue reglas vetadas a la política: sí que pegaron, y mucho. Andrea, además, se integró plenamente en el círculo soberanista de Vila, quien el pasado 29 de junio escribía en un artículo titulado 'Polvorín': “Madrid no está mucho mejor y la prueba es que el Estado se está lavando la cara dando cuerda a jóvenes cínicos con una concepción banal de España y del poder”. Días después, su pareja era elegida para un puesto de altísima responsabilidad dentro del partido gobernante. ¿Pelea familiar? ¿Pareja de mente abierta y moderna? ¿O distanciamiento porque ya no se hacen tilín y hay otra persona por en medio? Más vale que Levy le dedique espacio y tiempo a su pareja o el polvorín lo tendrá en su casa, porque el profesor es de los que cree firmemente que Cataluña es una colonia (que huele de diferentes maneras, depende de dónde aplique uno la nariz) y que ha de tomarse la revancha por su mano.

El caso de Inés Arrimadas no es muy diferente: su pareja es el diputado convergente Xavier Cima, otro independentista convencido que ha formado parte de ocho comisiones parlamentarias. Inés también es una activa diputada con participación en nueve comisiones. Y ambos coincidieron en las de Empresa y Empleo, Igualdad de las Personas y Juventud. Cima es, además, teniente de alcalde en Ripoll y vicepresidente del consejo comarcal del Ripollès, un reducto de soberanistas.

A propósito, hace unos cuantos días, Cima recomendaba a través de su cuenta de Twitter un artículo de Bernat Dedéu. Un artículo, por cierto, extraordinariamente banal, con planteamientos maniqueístas y con tics que sólo caben y tienen audiencia en reducidos círculos independentistas, mucho menos en una audiencia formada. Como, por ejemplo, referirse a la presidenta del PP catalán como Sánchez-Camarga. Muy efectista pero escrito para los tuyos. ¿Y quién es este recomendado? Un íntimo amigo precisamente de Andrea Levy y de su novio, Enric Vila. El círculo se cierra.