La noche solo para chicos de Pedro Sánchez

El lunes por la noche, Pedro Sánchez y ocho amigos se dieron un homenaje en el Madrid de los Austrias, en el restaurante El Landó, propiedad del mesonero Lucio y uno de los preferidos de los grandes empresarios y banqueros, ya que tiene el mismo nivel de calidad que Casa Lucio, pero resulta mucho más discreto. La carta es parecida, de cocina tradicional, aunque los precios son más elevados. Un menú de carta compuesto por un primero, un segundo y postre con vino de la casa y sin copas no baja de los 70 euros por persona.

El ex secretario general del PSOE apareció a las 10 de la noche vestido con la chupa de cuero de color negro que tanto utiliza en su vida privada, camiseta oscura y pantalón vaquero. Sánchez no pasó desapercibido, porque el grupo que lo acompañaba resultaba muy peculiar. Ocho amigos más los escoltas que previamente supervisaron el lugar. Según confirman testigos presenciales, la comitiva parecía formar parte de una película americana con trama de reunión secreta: “Fue llegar y entrar rápidamente a uno de los comedores privados. A él se le reconoció, pero todo fue tan rápido que no pudimos ver si entre el grupo había alguna otra persona conocida”.

Según cuentan a este medio, entre los comensales del restaurante hubo algunos comentarios en voz alta poco favorables a Sánchez. El político y sus amigos hicieron oídos sordos, asumieron esos comentarios y no manifestaron su malestar, aunque el tono fue lo suficientemente elevado para que escucharan los reproches. Mientras duró la cena, no salió ningún comensal del reservado ni para fumar, y pasada la una de la madrugada aún continuaban con la reunión navideña.

El menú elegido por Sánchez y sus amistades fue el típico de El Landó. Aperitivos a base de jamón ibérico, boquerones en vinagre y aceitunas gordales. Como plato fuerte, solomillo, huevos estrellados, callos y merluza rebozada. De postre, torrijas y arroz con leche.

Este restaurante ha sido siempre uno de los preferidos del rey Juan Carlos, que lo frecuentaba cuando no quería llamar la atención. Por ejemplo, cuando se reunió con sus tres hijos para explicarles su relación con la princesa Corinna, que en aquel momento se encontraba en su máximo apogeo. Todo lo contrario a sus cenas y almuerzos en Casa Lucio, como fue una de las últimas reuniones con los cuatro presidentes de Gobierno vivos. Ese día eligió una mesa bien visible que compartió con Felipe González, Rajoy, Zapatero y Aznar.