Aquí tres amigos: Yorgos Papandreu, Silvio Berlusconi y Rodríguez Zapatero

Hace unas semanas poníamos de manifiesto el lío de poder en el que está inmersa Europa. Desde que el paquete de ayudas aprobado en Bruselas “arreglase” lo de Grecia, ha ocurrido de todo y por su orden. En cinco días, Papandreu  ha pasado de amenazar con un referéndum a anunciar su marcha, habrá gobierno de coalición, los griegos tendrán que pagar lo que deben si quieren seguir formado parte del club del Euro y en febrero tendrán elecciones legislativas.

El segundo envite lo vive ahora Berlusconi, quien se debate entre la dimisión y el órdago, según la prensa italiana. Berlusconi no es Papandreu y Roma no es Atenas. Grecia supone el 2% del PIB de la Eurozona; Italia es una de las integrantes del G-8 y la tercera gran economía de la Eurozona. Palabras mayores. Salvar a Italia de la quiebra es poco menos que imposible. Sin embargo, la prima de riesgo alcanzada por la deuda italiana hace insostenible la situación del país. Quinientos puntos básicos de diferencial son demasiados para Alemania, cansada de tanta promesa rota. Y en tercer lugar está la España de Zapatero, que también se encuentra entre los países peligrosos. Sí, a la cola de todos ellos, pero entre los países peligrosos.

El paro de la Eurozona está en el 10,2% de media y el del España en el 22%. Alemania tiene un paro del 6,5% y el doble de habitantes que España

Si no hubiera elecciones dentro de once días, es probable que nuestra prima de riesgo también se hubiera disparado. Ayer, en la reunión del Eurogrupo a la que asistió la ministra Salgado, se barajó una posible multa a España de 1.000 millones de euros -el 0,1% del PIB- por tener la tasa de paro más alta que se conoce en Occidente. El paro de la Eurozona está en el 10,2% de media y el del España en el 22%. Alemania tiene un paro del 6,5% y el doble de habitantes que España. Según Salgado, “la reunión fue bien y todo el mundo nos felicitó”. Esta mujer lleva años viviendo en Matrix, una realidad paralela que se constituye a base de modelitos Varela y Benarroch. Para ella, no pasa nada, porque será ella la que pase a la Historia en semana y media.

Salgado tan solo se encarga de estampar su firma, con la que manifiesta su acuerdo con las medidas de la UE, incluida la multa para los que vengan a hacerse cargo de su endemoniada herencia. Los 1.000 millones de euros de posible multa, 166.000 millones de las antiguas pesetas, es lo que piensa recaudar Rubalcaba en impuestos “para ricos de verdad” y utilizarlo como subvención para los “menos ricos” (los empresarios) y crear empleo.

Vaya por Dios, ahora resulta que su impuesto fantasma tendrá que ir a pagar, en forma de multa, la cruda realidad de 5 millones de parados. ¿Buscará más ricos de verdad Rubalcaba para compensar?  En todo caso, da igual porque el que tendrá que sacarlo de algún sitio será Rajoy. A él le tocará pagar las cuentas de Salgado y Rubalcaba (“Si tú me dices ven…”).

Rajoy, el líder del PP que previsiblemente llegará a la Moncloa el 23 de diciembre con unos ministros nombrados en la mañana de la Nochebuena. La última gracia de Zapatero a España se llama “atar de pies y manos al nuevo gobierno”. Debate de investidura 22 y 23 de diciembre. El 24, ministros sin poder entrar en sus ministerios. Con la mitad de los funcionarios de vacaciones, nombramientos de secretarios de estado, etc..., la semana del 26 al 31 de diciembre. Y para empezar a trabajar, la semana del 9 de enero. Total, que desde el 20 de noviembre al 9 de enero, a verlas venir. Seguro que Merkel brinda con champán por el 2012 en España.