Es noticia
Y llegó el corralito…
  1. España
  2. Facturas Pendientes
Pilar García de la Granja

Facturas Pendientes

Por
Pilar García de la Granja

Y llegó el corralito…

Parecía imposible que Europa pudiera importar las prácticas financieras más criticadas puestas en marcha en Argentina. El sistema financiero de Chipre está en quiebra, y los

Parecía imposible que Europa pudiera importar las prácticas financieras más criticadas puestas en marcha en Argentina. El sistema financiero de Chipre está en quiebra, y los europeos han decidido tomar una decisión excepcional que consiste, ni más ni menos, en requisar parte de los depósitos bancarios de los chipriotas. Todos aquellos que tienen una cuenta en una entidad financiera de este pequeño país que supone el 0,2% de PIB de la Eurozona sufrirán una quita. La ley de Chipre contemplaba que, en caso de quiebra o default, los depósitos hasta 100.000 euros por cuenta y titular estaban garantizados. ¿Les suena a ustedes de algo?

La noticia de la expropiación forzosa de los depósitos, los ahorros bancarios de los ciudadanos, es un error, a mi juicio, gravísimo por parte de la Unión Europea. En primer lugar por la cuantía del mismo, 10.000 millones de euros, a estas alturas de la película no pueden acabar de un plumazo con la propiedad privada bancaria (es decir, que el dinero depositado en los bancos es de los depositantes, no del Estado o del banco). Dicen que Chipre es el paraíso de las mafias rusas, y que el rescate no era posible sin una quita a particulares porque se podría entender que la Eurozona estaba salvando a los mafiosos rusos y sus "lavados de dinero procedente de actividades ilícitas". Y, como no se lucha contra el fraude fiscal de las mafias, les salvamos (a los mafiosos) fastidiándoles un poquito (requisando el 10% de sus depósitos), pero también al resto de la población.

En segundo lugar, el corralito en Chipre es un error de cálculo para la estabilidad y el futuro de la unión bancaria europea.  A mi juicio, no es razonable pensar que los problemas de liquidez o solvencia de la banca se pueden arreglar con la expropiación de los depósitos. ¿Acaso no hay mecanismos previos de supervisión y control? El hecho de "confiscar" parte de los ahorros a los ciudadanos y no penalizar a los culpables de los desmanes, es decir políticos y gestores, terminará con el crédito primero, y la paciencia después, de los ciudadanos.

El respeto por la propiedad privada, las normas que nos hemos dado y el sentido común se pierden en situaciones desesperadas. Recuperar esos valores exige algo más que voluntad. El camino para dejar de ser Argentina será terrible. Y las elecciones se perderán o se ganaran igual, al tiempoSi hay un problema de solvencia en la banca de Chipre, que se intervenga y que se subasten de forma ordenada sus activos. Y, por supuesto, que se mantenga la normativa que garantiza los depósitos hasta los 100.000 euros. La inseguridad jurídica que se instala en Europa con algo tan sagrado como la integridad de depósito bancario es directamente proporcional a los intereses que deberán pagar a los inversores que decidan invertir en la Eurozona.

Y, en tercer lugar, queda el crédito de la Unión Europea en sí. Unos políticos incapaces de tomar medidas en favor de la unidad de mercado, de la libertad de mercado y de la propiedad privada. Trampas en el solitario para engañar con artificios contables sobre los déficits públicos que ellos mismos se han impuesto, trampas en el solitario en el salvamento de las entidades financieras y la creación y valoración de los bancos malos, y trampas en el solitario en la búsqueda de medidas para incentivar el crecimiento económico. Todo es mucho más sencillo: sin dinero no hay ni crecimiento, ni gasto, ni consumo. Sin dinero quiebran los países y los bancos, las familias y las empresas. Sin dinero parece complicado salir de esta crisis que han creado, como en todas, algunos listos que abusaron del dinero.

Esta es la primera ocasión en que la UE se comporta como si fuera Argentina. Ha decidido solucionar el problema bancario de un país miembro expropiando parcialmente sus depósitos sin procedimiento previo, sin indemnización, sin motivo alguno de fondo, aunque la negociación en marcha suavice en algo el porcentaje de la expropiación a los tenedores de depósitos de menos de 100.000 euros. El daño ya está hecho. Que los europeos hayamos decidido ser Argentina tiene consecuencias en el corto plazo, desde luego. Pero lo peor no será lo que estamos ya viendo.

Lo peor será que, en adelante, ante cualquier crisis bancaria, será inevitable aplicar esta solución tercermundista, inútil y destructora de cualquier sentido del Estado de derecho, esa categoría que tanto reclamamos los europeos –y, especialmente, los españoles- en nuestros tratos con algunos países latinoamericanos. El respeto por la propiedad privada,  las normas que nos hemos dado y el sentido común se pierden en situaciones desesperadas. Recuperar esos valores exige algo más que voluntad. El camino para dejar de ser Argentina será terrible. Y las elecciones se perderán o se ganaran igual, al tiempo. 

Parecía imposible que Europa pudiera importar las prácticas financieras más criticadas puestas en marcha en Argentina. El sistema financiero de Chipre está en quiebra, y los europeos han decidido tomar una decisión excepcional que consiste, ni más ni menos, en requisar parte de los depósitos bancarios de los chipriotas. Todos aquellos que tienen una cuenta en una entidad financiera de este pequeño país que supone el 0,2% de PIB de la Eurozona sufrirán una quita. La ley de Chipre contemplaba que, en caso de quiebra o default, los depósitos hasta 100.000 euros por cuenta y titular estaban garantizados. ¿Les suena a ustedes de algo?