Es noticia
Las elecciones europeas abren una tregua en la lucha por el poder en el PSOE
  1. España
  2. Interiores
Gonzalo López Alba

Interiores

Por

Las elecciones europeas abren una tregua en la lucha por el poder en el PSOE

Dice la tradición que hasta los partidos atribuyen una importancia secundaria a las elecciones euroepas, pero esto cambia en una coyuntura crítica como la actual

Foto: La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. (EFE)
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano. (EFE)

Dice la tradición que hasta los partidos políticos atribuyen una importancia secundaria a las elecciones al Parlamento Europeo –las primeras se celebraron en 1979–, pero las tradiciones acostumbran a quebrarse en coyunturas críticas. Y en una coyuntura crítica se encuentran Europa y España, el PP y el PSOE, así como los grupos minoritarios que están en fase de crecimiento y los nacionalistas que han tomado la deriva soberanista. De modo que, al menos en esta ocasión, más que como secundarias, los partidos españoles afrontan estos comicios como una suerte de primarias, que tendrán una segunda vuelta en los municipales y autonómicos de 2015, y la final en las siguientes elecciones generales.

Una derrota del PP no modificará su mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, pero probablemente le obligaría a ejercerla de forma menos autoritaria; y una victoria del PSOE no será el síntoma inequívoco de un cambio de ciclo, pero devolvería a las filas socialistas el ánimo de que es posible recuperar el poder en 2015. Al contrario, una victoria del PP sería probablemente interpretada como un “cheque en blanco” al Gobierno y un alejamiento de la posibilidad de que el PSOE resurja como alternativa con vistas a la próxima legislatura.

Los socialistas se reagrupan en torno a la candidatura de Elena Valenciano

El crecimiento que registren las fuerzas minoritarias o de nuevo cuño, aunque no pueda convertirse aritméticamente en una proyección para las elecciones generales –la circunscripción única favorece la proporcionalidad en la atribución de escaños y el voto de castigo a los partidos mayoritarios puede ser volátil–, servirá de predictor de hasta dónde pueden escalar posiciones en detrimento del bipartidismo. Y los resultados en Cataluña serán utilizados como un espejo de la evolución del pulso entre separatistas y unionistas.

El reagrupamiento socialista

Por lo pronto, sin que aún haya comenzado la campaña oficial, las elecciones europeas ya han tenido un impacto directo en el PSOE. Por primera vez desde febrero de 2012, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba fue elegido secretario general, todo el partido ha cerrado filas en torno a una propuesta suya: la designación de Elena Valenciano como cabeza de lista. Será un paréntesis, porque inmediatamente después arrancará la campaña para las primarias internas, que inevitablemente dará lugar a roces y enemistades, pero por corta que sea la tregua es un escenario novedoso tras dos años de permanentes escaramuzas en la lucha por el poder orgánico.

Este cierre de filas tiene un componente ‘espontáneo’ porque a todos en el PSOE, sean dirigentes territoriales o precandidatos, oficialistas o críticos, les va mucho en el resultado de estos comicios ya que todos se verán beneficiados por un escenario de recuperación o lastrados en sus propias expectativas por una nueva derrota. Pero también ha sido un empeño personal de la vicesecretaria general, que condicionó la aceptación de la candidatura a que fuera “compartida y apoyada” por todo el partido.

No fue el suyo un mero planteamiento de principios, sino un requisito que se plasmó en la cena de secretarios generales que se celebró en Madrid el 7 de febrero, tres días antes de la aprobación oficial de su candidatura por la Ejecutiva. Pero Valenciano no se limitó a forzar esta cumbre de apoyo, sino que se encargó de hablar personalmente con los notables del partido, como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfonso Guerra, Javier Solana o José Borrell; con los precandidatos para las primarias, incluida Carmen Chacón; y con algunos de los dirigentes territoriales más críticos con la dirección, como el madrileño Tomás Gómez. Y, por supuesto, habló con Susana Díaz, sin la que no se da un paso desde que asumió el liderazgo institucional y orgánico en Andalucía.

Un ‘test’ para las municipales

Para Susana Díaz también es “imprescindible” ganar las elecciones europeas. Aunque ella no se presenta, serán las primeras que se celebran bajo su liderazgo y sabe que, además de la lectura que se haga a nivel estatal, habrá también un escrutinio territorializado. Pero, sobre todo, la lideresa andaluza sabe del impacto anímico que ese resultado tendrá para la militancia que ha de batirse el cobre en las municipales de 2015, que sí le afectan directamente como secretaria general de Andalucía.

Díaz, como secretaria de Organización que fue, es más consciente que nadie de que si han podido resistir en la Junta de Andalucía ha sido gracias al poder local del PSOE, que gobierna en más de 400 de los 772 municipios de Andalucía. Su reto es, manteniendo ese colchón, recuperar la mayoría en las capitales de provincia que perdieron en el hundimiento de 2011.

La precampaña de los precandidatos

La campaña de las europeas también servirá para que los precandidatos a las primarias puedan ir presentándose ante la militancia, ya que está previsto que participen en la misma, pero bajo una premisa: “No vamos a hacer una campaña de candidatos, sino una campaña de candidata, que es Elena Valenciano”, se subraya con rotundidad desde Ferraz. Todos han aceptado asumir un papel de apoyo y acompañamiento, que no necesariamente se traducirá en actos conjuntos con Valenciano, pero inevitablemente serán escrutados y cada uno intentará marcar su impronta.

Más allá de los muros del PSOE y de las fronteras de España, el hecho de que la candidatura sea encabezada por la número dos del partido refuerza a los socialistas españoles ante sus correligionarios europeos. De las reuniones que mantuvo la semana pasada en Bruselas, Valenciano extrajo la impresión de que un español tiene muchas posibilidades de convertirse en portavoz o presidente del Grupo Socialista Europeo, ella misma o Jáuregui.

Dice la tradición que hasta los partidos políticos atribuyen una importancia secundaria a las elecciones al Parlamento Europeo –las primeras se celebraron en 1979–, pero las tradiciones acostumbran a quebrarse en coyunturas críticas. Y en una coyuntura crítica se encuentran Europa y España, el PP y el PSOE, así como los grupos minoritarios que están en fase de crecimiento y los nacionalistas que han tomado la deriva soberanista. De modo que, al menos en esta ocasión, más que como secundarias, los partidos españoles afrontan estos comicios como una suerte de primarias, que tendrán una segunda vuelta en los municipales y autonómicos de 2015, y la final en las siguientes elecciones generales.

Elena Valenciano Susana Díaz Alfredo Pérez Rubalcaba