Arias Cañete sufre un endemoniamiento

En el Hotel Intercontinental de Madrid, antiguo Castellana Hilton, se celebró este martes un desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press.

El protagonista no era otro que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete pero pareció que todavía la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, continuaba no se sabe si en promoción o en rehabilitación pues despertó el mismo revuelo mediático que Arias. Y ello a pesar de que el día anterior daba el campanazo ante el “prietas las filas” que se declaró desde Génova para arroparla en un desayuno parecido. Hoy fue acompañada por una coleta y el siempre correcto Carlos Floriano haciendo ambos una pareja encantadora.

Arias Cañete es madrileño aunque tiene giros de andaluz, está casado con una Domecq a la que probablemente conoció cuando fue destinado a Jerez al sacar en el 74 (qué gran año señores) su oposición como abogado del Estado.

Delante del empresario Juan Miguel Villar Mir, pronunció el apellido Bárcenas sin que se le cayera la lengua y mostró todo su apoyo a Cospedal en un asunto que cree que se va a resolver positivamente. 

Delante del vicepresidente de Ferrovial,  Joaquín Ayuso, de los pocos directivos rubios que tenemos en España, aseguró el ministro que el hotel del Algarrobico se derrumbará por parte de una constructora, mientras que Manuel Manrique, presidente de Sacyr, le hacía un gesto como diciendo; que yo también he venido a verte.  

Los hermanos Fernando y Carlos Falcó, tan aficionados al buen vino como a las señoras estupendas, escuchaban con suma atención en su condición de propietarios de múltiples tierras de labranza y productores de artículos gourmet.

Luis Delso atendía a partes iguales a lo que decía el ministro y a lo que le salía por la pantalla del móvil mientras que Mario Armero, vicepresidente de Anfac, escuchaba decir que exportamos más productos agrícolas que coches a pesar de que estamos bien posicionados en este sector.

El CEO de FCC, uno de los paganinis del desayuno, Juan Béjar, es un directivo que lleva toda la vida en la compañía y ante las curvas que se avecinan la propiedad Koplowitz ha querido ser amarreta y no hacer experimentos. He de confesar que a su antecesor Baldomero Falcones le tengo mucho aprecio pero no soy yo quien quita ni pone Rey.

También estaba entre el público el presidente de Leche Pascual, Tomás Pascual Gómez-Cuétara. Él en si mismo representa lo mejor del desayuno, la leche y los zumos del padre y las galletas de mamá. Invitarle a estos actos es siempre complicado pues la calidad es su razón de ser y no me quiero imaginar la que puede liar si se encuentra un bollo manío, como dicen en Andalucía. 

A pesar de lo que digan los sindicatos, ver a Antonio Vázquez es un placer. Como recién salido del baño tras canturrear algo, engominado hasta las cejas e impecablemente vestido me consta que busca lo mejor para Iberia pero ésa compañía hace tiempo que se perdió igual que nos pasó en Trafalgar. 

Se hizo famoso don Miguel Arias Cañete en el Gobierno de Aznar por asistir a todas las catas de productos que se hacían por toda España. Así le vimos comiendo callos, sardinas, paellas y mariscos a horas intempestivas. Ahora ha cambiado su dieta por la de yogures pasados de fecha (como el que escribe esta crónica) pero estoy seguro de que la complementa con algo más pues esa tripa no se consigue a base de Danone y Yoplait. Hay que recordar que aunque en su época no había trazas de caballo en los alimentos ni tampoco restos fecales en las tartas, las vacas locas estaban en todo su apogeo.  

Noté un nerviosismo entre el servicio del hotel que me llamó la atención hasta que reparé en que el ministro, cuando no lo era, afirmó que en España ya no quedan camareros como los de antes en referencia a aquellos que van con la chaquetilla limpia y bien abotonada y te tratan de usted. Es cierto que ahora hay que pedirles por favor que te atienda pues andan liados entre ellos hablando de sus cosas.

Cañete leyó un discurso a toda mecha, tanto que a veces se trabucaba, y en el que sin ambages recordó que lo de la herencia recibida no es un mantra ni una leyenda urbana del PP sino la cruda realidad de este Ejecutivo. Llegó a afirmar que ha recibido temas endemoniados, porque han hipotecado su capacidad de maniobra, y calificó al anterior Gobierno como loco a la hora de dar primas a las renovables y no saber medir las consecuencias de sus actos. Ya se acuerdan que la ministra Carmen Calvo llegó a afirmar que el dinero público no es de nadie. Parece que otros miembros y miembras de aquél Gabinete compartían la misma tesis.

La tranquilidad según don Miguel, es que ahora sí tenemos un Gobierno que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo así que todo lo pesquero, alimentario y demás se verá resuelto. De hecho, puso como ejemplo que él está todo el día en Bruselas resolviendo incendios, pues Rajoy es muy exigente con su equipo, mientras sus predecesores en el cargo iban a Bruselas de Pascuas a Ramos. Es tranquilizador saber que los de ahora además de eficaces son trabajadores.