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Hoy te toca despedir a ti: ¿qué vas a hacer?
Qué fácil es decir “yo lo haría diferente”; qué sencillo cuestionar cuando vemos cómo han despedido a un amigo o compañero; pero ¿y si te tocara
Qué fácil es decir “yo lo haría diferente”; qué sencillo cuestionar cuando vemos cómo han despedido a un amigo o compañero; pero ¿y si te tocara a ti hacerlo?, ¿y si fueras tú el que tuviera que despedir a alguien… qué harías?
Es el momento de ponernos en la piel del otro, del que despide. Vamos a pensar que eso que tanto criticamos nos toca hacerlo a nosotros. Porque no me lo negaréis: en los últimos años, desgraciadamente, todos hemos vivido de cerca o de lejos el despido de alguna persona, o puede que incluso el nuestro propio. Normalmente, y salvo honrosas excepciones, que siempre las hay, no conozco a nadie que diga “qué suerte, ¡hoy me han despedido y lo han hecho tan bien!”.
Pero claro, es aquí donde surge el dilema: ¿es posible hacer bien algo que sabemos que causa un daño al otro?, ¿te lo habías preguntado alguna vez? Generalmente, cuando vemos cómo despiden a alguien se nos ocurren mil críticas, consideraciones y se nos llena la boca diciendo cómo lo habríamos hecho nosotros; pero ¿y tú?, ¿lo harías mejor? Reflexionemos juntos:
1. Sobre las causas del despido: está claro que en los últimos años hemos visto un sinfín de razones ajenas al propio trabajador, así que tienes que elegir qué decir:
a) Yo no tengo ninguna responsabilidad sobre lo que está pasando, me obligan a hacerlo.
b) La decisión que se ha tomado es prescindir de tus servicios.
2. Sobre el momento:
a) Un día cualquiera, durante el día.
b) Un viernes a la tarde.
c) Un día entre semana a última hora.
d) Por e-mail o por correo (claro que Facebook también podría servir).
3. Sobre la forma
a) Concreta, concisa y sin entrar en valoraciones.
b) Poniéndote en su lugar y llorando juntos.
c) Explicando la situación, empatizando con la persona, pero sin entrar en valoraciones.
4. Gestionando alternativas
a) Esto es lo que hay.
b) Ofreciendo un plan de soporte a la recolocación con una empresa autorizada.
c) Te ayudaré dando buenas referencias.
Ahora eres tú quien debe elegir: ¿qué escoges? Por supuesto que también puedes añadir un montón de alternativas más, pero las básicas creo que están. ¿Has elegido? Si la respuesta es sí y ya sabes cómo vas a despedir; ¿has encontrado la fórmula perfecta?
Lamentablemente no existe la fórmula perfecta, no creo que haya manera humana de hacer algo doloroso sin causar daño a la persona afectada. Creo que está claro: como mucho podemos aspirar a escoger la forma menos malaLamentablemente no existe la fórmula perfecta, no creo que haya manera humana de hacer algo doloroso sin causar daño a la persona afectada; sé que es fácil cuando son los demás los que lo hacen, pero mucho más difícil cuando nos tenemos que poner en su piel o cuando somos nosotros los que tenemos que despedir. Creo que está claro: como mucho podemos aspirar a escoger la forma menos mala.
Al final, los pasos a seguir son sencillos, pero importantes y difíciles:
- Comunica la decisión de forma clara.
- Explica las razones que han llevado a la decisión de manera concreta y concisa.
- Escucha y responde sin entrar en valoraciones personales.
- Informa sobre las condiciones de salida.
- Informa sobre cómo abandonar el trabajo y hazlo de forma digna, sin que la persona tenga que esconderse o no pueda despedirse.
- Planifica con la persona afectada cómo hará el traspaso de lo que estaba haciendo.
- Ofrece alternativas para que pueda encontrar empleo lo más rápidamente posible con un programa de recolocación o outplacement.
Y ahora que tenemos la fórmula, yo me pregunto: ¿es suficiente para que pienses que tú sí lo harías mejor? Yo no sé qué decir; sinceramente, no he visto a nadie dar las gracias por cómo ha sido despedido, lo que no evita que sí haya visto a personas sufrir por la forma lamentable en que se les desvinculó. ¿Y tú como lo harías?
*Nekane Rodríguez, directora general de Lee Hecht Harrison, Grupo Adecco.
Qué fácil es decir “yo lo haría diferente”; qué sencillo cuestionar cuando vemos cómo han despedido a un amigo o compañero; pero ¿y si te tocara a ti hacerlo?, ¿y si fueras tú el que tuviera que despedir a alguien… qué harías?