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La ingrata realidad de los datos tras el éxito mediático de Podemos
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La ingrata realidad de los datos tras el éxito mediático de Podemos

De cómo buena parte de los medios de comunicación no se han enterado de los resultados de las municipales, o no han sabido leerlos, y pueden llevar a Podemos a un error estratégico mayúsculo

Foto: El candidato de Zaragoza en Común a la alcaldía de Zaragoza, Pedro Santisteve, junto a Pablo Iglesias y Pablo Echenique. (EFE)
El candidato de Zaragoza en Común a la alcaldía de Zaragoza, Pedro Santisteve, junto a Pablo Iglesias y Pablo Echenique. (EFE)

Como ocurriera con los demóscopos desde las elecciones europeas, los periodistas parecen haberse subido también a la ola de Podemos. Y da la impresión de que no han leído correctamente los resultados de los pasados comicios, ávidos por enterrar con trazo grueso en la misma ceremonia a IU y a UPyD, ambos, sin embargo, con resultados bastante diferentes.

Las candidaturas podemistas han alcanzado un 14% de los votos en las autonómicas, únicos resultados en los que es posible medir su fuerza, ya que en las municipales, o no se presentaron, o lo hicieron en candidaturas llamadas de unidad popular dónde en absoluto eran la fuerza hegemómica, en contra de lo que se ha difundido y los tertulianos han amplificado. Ese 14% es exactamente la mitad del 28% que llegaron darles los sondeos en algún momento del pasado año y sobre cuyo error de cálculo demoscópico advertí en El Confidencial el pasado 8 de noviembre ('El suflé de Podemos en la cocina del CIS'); perdón por la autocita.

Ese resultado, en cualquier caso, le permite ser clave en seis comunidades autónomas porque los escaños de Podemos permitirían completar una mayoría de izquierdas, si bien con el PSOE como fuerza mayoritaria. Un 14 por ciento que era más o menos lo que todos los sondeos anteriores a las Europeas de 2014 daban a IU, entonces referente frente al bipartidismo, junto a UPyD. Es decir que Podemos, a nivel autonómico, se ha quedado con las expectativas de crecimiento de IU y se ha convertido en apoyo indispensable para el PSOE, exactamente lo que Pablo Iglesias ha criticado de la coalición de Cayo Lara y Alberto Garzón. Misma situación sólo que un cambio de siglas: Podemos por IU. En las autonómicas, el fracaso de los seguidores de Cayo Lara, con sus propias siglas, fue incontestable. Y todos de acuerdo.

Trazo grueso interesado en las municipales

Pero las municipales no han sido más de lo mismo. Aquí el papel de bastantes medios informativos y opinativos ha sido sorprendente, con la connivencia de Podemos, claro, que ha guardado silencio, como es lógico, dado que la lectura les beneficiaba. Han hecho tabla rasa con los resultados obtenidos por la candidaturas de convergencia de la izquierda y se los han adjudicado sin más a los podemitas bajo calificativos como “marcas blancas de Podemos”, “bajo el paraguas de Podemos”… cuando se da la circunstancia de que en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valladolid, A Coruña o Santiago, por citar algunos ejemplos, estaba los seguidores de Pablo Iglesias, pero en absoluto eran ni hegemónicos ni determinantes en esas candidaturas llamadas de unidad popular. Veamos algunos ejemplos:

-En A Coruña y Santiago han triunfado las mareas, con concejales para la Anova de Beiras, EU-IU, independientes, pero no para Podemos, cuyos candidatos oficiales, tras algunos conflictos internos, no lograron triunfar en las primarias y quedaron en puestos alejados de los que otorgaban acta de concejal.

Allí dónde hubo convergencia, hubo éxito. Si alguien en Podemos no lo entiende así puede provocar un frenazo histórico a las aspiraciones de la ciudadanía

-En Barcelona la lista encabezada por Ada Colau ha conseguido diez sillones en el Ayuntamiento: cuatro son para ICV, socio de IU en Cataluña, otros tantos para Guanyem o independientes y dos, sólo dos, para Podemos.

-En Madrid es donde más concejales ha logrado colocar el partido de Iglesias. Ocho de los 20 elegidos son podemitas, pero sólo cuatro de la lista oficial, los otros cuatro fueron en listas críticas y alternativas. El sector mayoritario de IU en Madrid, el dirigido por el vencedor de las primarias internas, Mauricio Valiente, logró colocar a 5 concejales de su lista. Y no hace falta recordar que la propia ManuelaCarmena ya remarcó en varias ocasiones que ella no era de Podemos y que no le pidieran explicaciones sobre lo que el partido de Iglesias hiciera y dijera.

5 concejales de Zaragoza en Común son de IU

Hay un dato que refleja claramente lo que decimos: en Madrid ciudad, Podemos, con su propia marca, obtuvo 280.000 mil votos para las autonómicas; sin embargo la lista de convergencia de la izquierda Ahora Madrid obtuvo 520.000, un 90% más. Y aún así los medios, con la connivencia de Podemos, siguen hablado de marcas blancas cuando no directamente de votos para el partido de Iglesias.

-Zaragoza es quizás el caso más llamativo, donde cinco de los nueve concejales de la candidatura Zaragoza en Común, pertenecen a IU, los otros cuatro son independientes. Los podemitas que se personaron en la lista de casi 60 aspirantes sometida a primarias no obtuvieron puestos de salida.

Zaragoza es quizás el caso más llamativo. 5 de los 9 concejales de la candidatura Zaragoza en Común pertenecen a IU, los otros 4 son independientes

¿Alguien puede decir que Podemosha sido el vencedor de las elecciones y que IU se ha hundido? Los de Alberto Garzón, con su marca, han logrado igualar sus resultados de 2011 con más de 2.200 concejales, cifra bastante mayor y de mayor calado si sumamos los obtenidos con las candidaturas de convergencia, como estamos viendo.

Podemos debería tomar nota de los resultados reales y no perderse con la apresurada y poco documentada interpretación que han dado periodistas y analistas. Como recordaba recientemente el líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, “no hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero”. Que la izquierda puede tener opciones en las generales, seguro; pero con una política de convergencia clara y sin falsos protagonismos basados en resultados ficticios. Desde las andaluzas parece claro que ninguna de las fuerzas políticas rupturistas por sí misma puede lograr un vuelco en la actual situación y que es necesario, como recuerdan desde IU, Ganemos, Compromís o Anova, hablar, dialogar establecer una estrategia de acuerdos y alianzas.

La ciudadanía ha emergido y allí dónde hubo convergencia y participación, hubo éxito a la izquierda del PSOE. Si alguien no lo entiende así –y Podemos hasta ahora ha demostrado no entenderlo–puede provocar un frenazo histórico a las aspiraciones de la ciudadanía y de esa izquierda rupturista.

Como ocurriera con los demóscopos desde las elecciones europeas, los periodistas parecen haberse subido también a la ola de Podemos. Y da la impresión de que no han leído correctamente los resultados de los pasados comicios, ávidos por enterrar con trazo grueso en la misma ceremonia a IU y a UPyD, ambos, sin embargo, con resultados bastante diferentes.

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