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Cara y cruz del mecanismo automático de suspensión de la bolsa china

Los participantes del mercado se sorprendieron por esta volatilidad extrema y se dividieron claramente en dos facciones, los partidarios frente a los críticos del Circuit Breaker

Foto: Paneles de cotización. (EFE)
Paneles de cotización. (EFE)

En septiembre de 2015 los reguladores chinos expresaron su intención de poner en marcha el mecanismo de suspensión automática de la negociación en bolsa (que han denominado Panda Circuit Breaker) mediante un borrador de reglamento. Tres meses más tarde, el 4 de diciembre de 2015, se anunció la aplicación de dicho mecanismo. Irónicamente, durante el primer día de cotización, el 4 enero de 2016, se tuvo que poner a prueba.

El Índice de la bolsa de Shanghai registró un descenso desde el mismo momento de la apertura. A las 13:13 horas, tuvo que ser suspendido durante 15 minutos, cuando los precios cayeron un 5%.

Al reanudarse la cotización a las 13:28 horas, los precios cayeron en picado un 7%, hasta las 13:30 horas. En este momento la negociación fue suspendida para el resto de la sesión. Entre ambas suspensiones medió un intervalo de solo dos minutos, lo que es un claro indicador de la extrema volatilidad del mercado.

Los participantes del mercado se sorprendieron por esta volatilidad extrema y se dividieron claramente en dos facciones: los partidarios frente a los críticos del Circuit Breaker.

Los partidarios argumentan a favor de las bondades de este sistema: limitar la volatilidad del mercado, dando a los participantes en el mercado tiempo para reconsiderar sus posiciones. En otras palabras, los partidarios del Circuit Breaker creen que, al proporcionar a los inversores un período de reflexión, se espera que se calme el miedo y el pánico que se produce en momento de descensos acusados del mercado.

Los partidarios del Circuit Breaker creen que, al proporcionar a los inversores un período de reflexión, se espera que se calme el pánico

Además de eso, los partidarios también sostienen que el período de reflexión proporciona tiempo para que aumente del flujo de la información y que, por tanto, se restaure el equilibrio entre compradores y vendedores. También piensan que con el tiempo los inversores se acostumbrarán a este mecanismo, lo que conllevará una disminución de la volatilidad del mercado en general.

Sin embargo, los críticos piensan que se va a dar el efecto totalmente contrario. En primer lugar, sostienen que los Circuit Breakers drenan liquidez y disminuyen la profundidad del mercado. En segundo lugar, se lamentan de que este mecanismo deje atrapados a los inversores que tenían posiciones abiertas, dado que no se les permite tramitar órdenes que reflejen su visión de la situación del mercado en ese momento.

En tercer lugar, los críticos argumentan que los Circuit Breakers podrían no ser un mecanismo adecuado en un mercado de orientación minorista como el chino. Su lógica es que cuando se impide a los inversores vender, surgen la irracionalidad y el miedo, lo que lleva a una mayor presión vendedora. Una vez que se reanuda la sesión al día siguiente, se pueden producir más ventas inducidas por el pánico.

En el contexto anterior, los reguladores chinos declararon ese mismo día a los medios de comunicación, en defensa del uso del nuevo sistema de Circuit Breaker, que el mecanismo protege a los inversores y calma los mercados. Los reguladores, sin embargo, también mencionaron que se requeriría cierto tiempo hasta que los participantes en los mercados se adapten a las nuevas reglas de funcionamiento. Además, admitieron también que el mecanismo requiere algunos ajustes adicionales.

Si bien incorporar en los mercados el Circuit Breaker es una salvaguarda, también puede ser perjudicial para la actividad bursátil

En CFA Institute estamos de acuerdo, en líneas generales, con la puesta en práctica por parte de las bolsas de valores de estos Circuit Breakers o mecanismos automáticos de suspensión de negociación, para limitar y gestionar las actividad bursátil en momentos de excesiva volatilidad.

Sin embargo, también observamos que si bien incorporar en los mercados el Circuit Breaker es una salvaguarda, también puede ser perjudicial para la actividad bursátil y puede ralentizar el proceso de formación de precios.

Por ejemplo, los mecanismos que inhiben los movimientos extremos de precios pueden impedir la formación de precios en momentos en que se difunden en el mercado noticias fundamentales; en cuanto se toca el límite de precio que dispara el mecanismo de suspensión, se limita el proceso natural de ajuste de precios. Por lo tanto, el Circuit Breaker sólo debe ser considerado como un mecanismo de último recurso para estabilizar los mercados.

En otras palabras, siempre hay un precio (efecto secundario) por intervenir en el mercado, y el Circuit Breaker es uno de ellos, y no es una excepción.

Precisamente por eso, hay una gran necesidad de que el mecanismo de suspensión automática de la negociación se aplique de forma armonizada en todos los mercados de valores, para que los inversores tengan expectativas y garantías análogas sea cual fuere el mercado en el que negocien.

Además, también sería ideal si las bolsas difundieran de forma activa cual es el modo en que opera el mecanismo que tengan implantado. Esto proporcionaría a los inversores la tan necesaria transparencia en el ámbito de la negociación, y conocimiento sobre las salvaguardas existentes.

Original: Alan Lok, CFA, Director de Política de Mercado de Capitales en Asia Pacifico de CFA Institute.

Adaptación: Ana Hernández, Ph.D. CFA, Consejera de CFA Society Spain

En septiembre de 2015 los reguladores chinos expresaron su intención de poner en marcha el mecanismo de suspensión automática de la negociación en bolsa (que han denominado Panda Circuit Breaker) mediante un borrador de reglamento. Tres meses más tarde, el 4 de diciembre de 2015, se anunció la aplicación de dicho mecanismo. Irónicamente, durante el primer día de cotización, el 4 enero de 2016, se tuvo que poner a prueba.

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