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Lobbying el Stress Test
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José Luis Pérez Estévez

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Lobbying el Stress Test

Japón y su ‘década perdida’ ha ofrecido una clara lección a los gestores de la presente crisis financiera: por mucha liquidez e incentivos fiscales que se

Japón y su ‘década perdida’ ha ofrecido una clara lección a los gestores de la presente crisis financiera: por mucha liquidez e incentivos fiscales que se ofrezcan para atajar la recesión, el país no recuperará la senda del crecimiento hasta que los activos tóxicos de la banca no se limpien de una vez por todas.

 

De acuerdo a una información publicada este fin de semana por The Wall Street Journal, la banca norteamericana presionó hasta el último minuto para ver suavizada la cifra final del estudio de la FED sobre la solvencia de 19 de sus principales entidades. Bank of America, por ejemplo, vio reducida la estimación inicial de $50.000 a $33.900 millones.  Citigroup, que necesitaba inicialmente capital por un total de $35.000 millones, terminó con una cifra de tan solo $5.500 millones.  El primero ha justificado la variación por ‘algunos errores en las evaluaciones de la FED’, negando cualquier tipo de lobby por su parte. El segundo afirma que el regulador le permitió añadir operaciones pendientes encaminadas a fortalecer su capital.  El mercado recibió muy bien los números oficiales aumentando el viernes las ganancias del sector. En el conjunto de la semana los activos financieros lideraron la subida del 5,9% del S&P500.

Son innumerables los que abogan por una limpieza de activos tóxicos de las entidades bancarias como prerrequisito para que el sector vuelva a su actividad normal y la economía pueda salir de la recesión. Nombres como Roubini, Krugman, Wolf, entre otros, han repetido numerosas veces que si esto implica la nacionalización de algunos de ellos, mejor antes que después. Un sistema capitalista eficiente no puede permitirse entidades ‘demasiado grandes para quebrar’.

No entramos aquí en las generosas premisas tomadas por la FED para calcular sus estimaciones, basadas en postulados muy difíciles de repetir como que el sector vuelva a ver el grado de beneficios del que ha disfrutado en las últimas décadas. Nos limitamos a recordar que una de las principales promesas de Obama en su camino a la Casa Blanca fue que no iba a permitir a los grupos de presión dictar su política.  A juzgar por la información del WSJ, los lobbies ganan por un resonante 1 a 0.

Japón y su ‘década perdida’ ha ofrecido una clara lección a los gestores de la presente crisis financiera: por mucha liquidez e incentivos fiscales que se ofrezcan para atajar la recesión, el país no recuperará la senda del crecimiento hasta que los activos tóxicos de la banca no se limpien de una vez por todas.