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China saca su “bazooka”: 10 billones de yuanes
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Kike Vázquez

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China saca su “bazooka”: 10 billones de yuanes

Primero fue Draghi quien dijo eso de que el BCE iba a hacer “whatever it takes” para salvar el euro. Y consiguió cumplir con las expectativas.

Primero fue Draghi quien dijo eso de que el BCE iba a hacer “whatever it takes” para salvar el euro. Y consiguió cumplir con las expectativas. Superar a Draghi parecía difícil pero Bernanke tenía que intentarlo, así que esta semana nos sorprende con un “QE” que no conoce límites, durará hasta que haga falta. ¿Cuándo es eso? Nadie lo sabe, pero no se especula con meses sino con años. Así que los mercados volvieron a aplaudir, y las expectativas volvieron a cumplirse. ¿Es imposible ir más allá? No lo sabemos, pero alguien lo está intentando, y ese alguien se llama China. En los últimos meses sus autoridades locales y municipales han anunciado estímulos de manera compulsiva, hasta alcanzar una cifra absolutamente mareante ¡Más de 10 billones de yuanes!

 

Y que nadie se equivoque, esos billones son “españoles”, es decir, hablamos de 10 trillones de yuanes en cifras anglosajonas, o lo que es lo mismo 1,6 billones de dólares, 1,2 billones de euros, un cuarto de su PIB o más que el PIB de España. Una cifra loca, vamos. Basta decir que el que bautizaron como “nuclear stimulus” en 2008 era de solo 4 billones de yuanes (4 trillones anglosajones), creando una autentica espiral de inversión en activos fijos, ¿alguien se imagina como sería un estímulo 2,5 veces el anterior? Yo al menos no. ¡Y todo ello sin contar que la “National Development and Reform Commission”, de carácter estatal, ha aprobado recientemente otro nuevo estímulo de casi un billón de yuanes!

 

Las cifras han pasado desapercibidas para la mayoría de medios, pero algunos como el Financial Times se hacen eco:

 

Provincial and municipal governments have unveiled spending plans that total more than Rmb10tn ($1.6tn). The NDRC, a powerful central planning agency, has also approved about Rmb1tn worth of urban rail, road and waterway projects.

 

¿Y por qué nadie se hace eco? Simplemente porque nadie se lo cree, nadie confía en las autoridades locales chinas, por ello planes como el de Tianjin para gastar 1,5 billones de yuanes en 4 años, el de Chongqing también de 1,5 billones de yuanes a 3 años, Changsha en Hunan, Anhui, Guizhou, Ningbo en Zhejian y muchísimos otros simplemente levantan dudas. Algunos de ellos incluso superan el total del PIB de la región, algo así como si Madrid y Catalunya anunciasen sendos planes de 200 mil millones de euros. Y todo ello sin contar, como anteriormente mencionaba, que ya en 2008 se aprobó otro estímulo de grandes dimensiones. Cifras que no hay por donde coger.

 

Ciertamente el anuncio del NDRC ha cambiado las percepciones, si alguien tiene recursos para estimular la economía ese es el Gobierno Central, por lo que a pesar del “humo” de los gobiernos regionales dicho anuncio se ha interpretado como que “algo hay”. En palabras de un analista de Nomura:

 

They also add more credibility to the wave of local government investment plans announced over the past several months which total RMB11.6trn or 23% of GDP and dwarf the 2008 fiscal stimulus of RMB4trn or 13% of GDP.

 

 

Economía

 

No solo eso, está el “gran motivo” para confiar en un estímulo chino: la economía no está sana. Atrás quedan esos tiempos donde algunos bancos de inversión señalaban cifras del 9% de crecimiento para 2012. Luego vino el “peor de lo esperado” y las previsiones bajaron al 8%-9%. Ahora seguimos bajando y la práctica totalidad de previsiones apuntan al 7%-8%. Morgan Stanley al 7,5%, Goldman Sachs 7,6% , BAML al 7,7%, 7,7%-7,8% desde fuentes próximas al gobierno… y así un gran etcétera.  El consenso ahora mismo es lo que hace dos trimestres se llamaba ser muy pesimista.

 

Pero no es para menos, todos los indicadores apuntan a un crecimiento pobre para este año: las exportaciones crecen mínimamente, las importaciones caen, señalando especialmente a las de petróleo, el PMI decepciona… Podría poner más ejemplos pero la conclusión es que no se divisa optimismo por ningún sitio, y la única pregunta es si en algún momento vamos a ver un punto de inflexión o no. Y ese punto de inflexión se llama estimulo por parte del Gobierno, de ahí el interés en los anuncios de los gobiernos locales o del NDRC.

 

 

Dudas sobre los planes

 

Las dudas a pesar del reciente apoyo del gobierno central con partidas de 1 billón, son más que razonables. No porque de realizarse no fuese el aclamado punto de inflexión, el problema es que la economía ya ha sido “sobrestimulada” y volver por el mismo camino solo llevaría a los mismos problemas que se viven actualmente pero con consecuencias mucho más severas. Y es más, nada garantiza los mismos resultados de antaño, puesto que el anterior plan no consistió solo en 4 billones de yuanes, fue eso, fueron créditos, fue real estate… fue locura colectiva.

 

Ahora las empresas no sienten lo mismo, se estima que la utilización de capacidad productiva ha pasado del 80% en momentos previos a la crisis al 60% actualmente, los beneficios cada día son menores, al igual que los “profits warnings”, especialmente en acero, construcción, materiales, empresas públicas… ¿De qué serviría otro estímulo basado en inversión si actualmente sobra prácticamente la mitad de la capacidad del país y los beneficios van a menos? ¿Quién va a invertir exactamente? ¿Y por qué? ¿Con qué racionalidad económica? Quizá la misma racionalidad económica de algunas SOEs (empresas públicas) que a pesar de operar en sectores en caída libre, como el acero, no paran la producción porque sería demasiado perjudicial para el empleo.

 

 

Pero hay más, porque el reciente “QE infinito” de Bernanke muy probablemente apoyará, incentivará y aumentará la tendencia en soft-commodities que ya se venía produciendo, por lo que las tendencias inflacionarias podrían volver a China a pesar de los insatisfactorios números macro. Y eso significa protestas, y para que no haya protestas tiene que haber trabajo, y para que exista trabajo tiene que haber actividad económica y eso significa estímulo. Pero claro, estimular e inflación no son buenos amigos. Por otra parte las subidas de salarios llevan tiempo erosionando la competitividad, otro factor que perjudica las cuentas de resultados y a la economía.

 

Financiación

 

¿Quién financiará los proyectos? Ciertamente el gobierno central tiene más recursos que los gobiernos de occidente, pero tampoco lo sobreestimemos. Ahora mismo la recaudación está cayendo un -6,2% interanual en agosto. Además se calcula que entre un 25%-50% debería de venir de las autoridades locales con una alta dependencia de la recalificación de suelo, y no olvidemos la cantidad de proyectos del estímulo anterior que no generan fondos para pagar la deuda… Por lo que el debate ha pasado a si los nuevos proyectos deben de ser cofinanciados con la iniciativa privada.

 

Ojalá, porque la otra posibilidad son los bancos, quienes ya han anunciado que cooperarían en la iniciativa. Y es que claro, aunque aparenten bajas tasas de morosidad, la realidad tras crecimientos en el crédito de doble dígito está al caer (“nos dieron crédito que no necesitábamos, así que lo invertimos en Real Estate… ahora no podemos pagar”). Prefieren que la rueda siga girando, y seguir prestando a uno de sus mayores morosos: la administración local. Sus alta rentabilidad es historia, incluso Boston Consulting Group dice que es “difícilmente sostenible”. Y eso sin contar hipotéticos “capital shortfall” en los principales bancos, eso sin contar la salida de capitales, eso sin contar las inyecciones de liquidez que está realizando el PBOC

 

 

Y quizá aun lo más preocupante, se dice que esas salidas de capitales son en gran parte de las altas esferas. Algo muy negativo, pues además de lo obvio (poseen más información) también se da la circunstancia de que en China hay una tremenda desigualdad, lo que quiere decir que una salida de fondos de un pequeño porcentaje de la población es igual a una salida masiva para el conjunto de la economía. En concreto se dice que un 55% de los hogares ahorra “poco o nada”, controlando el 10% de la población el 86% de la riqueza. Una mala noticia para la salida de capitales y una mala noticia para el supuesto “rebalanceo” que debe producirse en la economía, pues se acabaría con el mito del alto ahorro y potencial crecimiento a ritmos actuales vía consumo. Solos unos pocos elegidos ahorrarían de verdad, por lo que las medidas estructurales deberán ser mucho más profundas y tardías en el tiempo.

 

Podríamos seguir hablando de las dudas sobre la situación política que ha alimentado Xi Jinping al desaparecer durante varios días, ¿no está preparado para asumir el cargo? ¿Lo han intentado asesinar? ¿Problemas de salud? Hay rumores para todos los gustos. Desgraciadamente no hace falta ir tan allá, los datos reales ya son lo suficientemente alarmantes. El “bazooka” seguramente tenga algo de cierto, puesto que los cambios políticos suelen venir asociados con aumentos de la inversión, pero desde luego no es lo que cabría esperar ni será la solución a sus males. Aunque, por el momento, tendremos que esperar a "estímulos reales", pues muchos de esos planes incluidos en el estímulo del NDRC ya habían sido aprobados en los planes quinquenales locales anteriormente:

 

Many readers believed that the government suddenly rolled out a RMB 1 trillion stimulus package in the past week ahead of the weak August data, but the truth is that the NDRC just suddenly PUBLISHED the project approvals”. 

 

Traducción: Mucho ruido y pocas nueces.

 

 

Primero fue Draghi quien dijo eso de que el BCE iba a hacer “whatever it takes” para salvar el euro. Y consiguió cumplir con las expectativas. Superar a Draghi parecía difícil pero Bernanke tenía que intentarlo, así que esta semana nos sorprende con un “QE” que no conoce límites, durará hasta que haga falta. ¿Cuándo es eso? Nadie lo sabe, pero no se especula con meses sino con años. Así que los mercados volvieron a aplaudir, y las expectativas volvieron a cumplirse. ¿Es imposible ir más allá? No lo sabemos, pero alguien lo está intentando, y ese alguien se llama China. En los últimos meses sus autoridades locales y municipales han anunciado estímulos de manera compulsiva, hasta alcanzar una cifra absolutamente mareante ¡Más de 10 billones de yuanes!