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Las “manos fuertes” también caen
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Kike Vázquez

Perlas de Kike

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Las “manos fuertes” también caen

A veces nos parece que las “manos fuertes” del mercado, esas con dinero de procedencia institucional o con amplios recursos, son omnipotentes y siempre ganan. Y

A veces nos parece que las “manos fuertes” del mercado, esas con dinero de procedencia institucional o con amplios recursos, son omnipotentes y siempre ganan. Y cierto es que algunas de esas manos son tan fuertes que es difícil no pensar así: véase el caso de BlackRock, la mayor gestora del planeta con 4,1 billones de dólares en activos bajo gestión y principal accionista de la mitad de las 30 mayores empresas del mundo. Sin embargo no todos los grandes inversores son iguales, ni todos los grandes inversores ganan siempre, y es que en ocasiones las “manos fuertes” también caen.

Se preguntarán si existe un ejemplo de tal cosa, y efectivamente lo hay. ¿Les suena “FX Concepts”? Quizá por su nombre no a muchos. ¿Y “John Taylor”, su fundador y CEO? Quizá sigamos en las mismas, a pesar de ser una persona muy mediática en la prensa anglosajona. Pues bien, FX Concepts llegó a ser el mayor hedge fund del mundo en divisas con 14 mil millones de dólares bajo gestión en los momentos previos de la presente crisis, a partir de ahí, y tras una serie de desventuras, comenzó su declive, hasta convertirse hoy en día en un hedge fund arruinado.

Sus orígenes se remontan a finales de los años 70 y principios de los 80, al igual que los de Ray Dalio. En concreto Ray Dalio fundó Bridgewater en el año 1975, y J. Taylor hizo lo propio con FX Concepts en el año 1981. Al principio ambos se dedicaban a lo mismo, “research” y “newsletters” sobre el riesgo de divisa y los tipos de interés, enfocando su trabajo a grandes corporaciones e inversores institucionales. Les va bien y pronto evolucionan, de “aconsejar” pasan a “gestionar”. Taylor se concentra en el “forex” negociando capital externo a partir del año 1988, y Dalio expande su actividad primero a la renta renta fija a partir del año 1987, y posteriormente a cualquier activo, con “Pure Alpha” en el 1991.

A partir de ahí Dalio se consolida como gran gestor “macro”, recibiendo innumerables premios y prestigio internacional: en el año 2003 posee ya 38 mil millones de dólares y los inversores internacionales se lo rifan. Por su parte Taylor, tras algún altibajo, constituye su fondo estrella “Global Currency Program” en marzo de 2001, éste consigue una rentabilidad neta del 26% en dicho año, del 13% en 2002 y del 29% en 2003 y convierte a Taylor en otro de los niños bonitos de los inversores institucionales. En años venideros Bridgewater se alza con el apodo de “hedge fund más grande del mundo” y FX Concepts con el de “hedge fund más grande del mundo en divisas”. Casi nada, menuda cantera tiene Manhattan.

¿Cómo es posible que ese “hedge fund más grande del mundo en divisas” haya terminado arruinado? Es difícil de explicar, especialmente observando los resultados de 2008, cuando consiguen alcanzar una rentabilidad neta del 11,5% en un mercado colapsado. Según este excelente artículo que recoge los comentarios de extrabajadores y gente relacionada con la empresa, el motivo principal ha sido la “miopía” y la falta de adaptación hacia un mundo que, tras la crisis, ha cambiado. Los modelos y estrategias dejaron de funcionar, pero nadie pareció darse cuenta hasta que fue demasiado tarde.

Al parecer los grandes bonus comenzaron a ser la regla en la segunda mitad de la década pasada, por ejemplo en el año 2008 se estima que Taylor se llevó a casa la nada despreciable cifra de 250 millones de dólares. Si bien tras ese glorioso año se pasó a un 2009 en el que su fondo estrella, en el que estaba casi todo el dinero institucional, perdió un -18%. Eso no impidió que en el año 2010 Taylor se comprase una planta de 370 metros cuadrados en Central Park con 20 millones provenientes de FX Concepts.

La compra de esta propiedad levantó una gran polvareda en la firma. AMF, una filial de Credit Suisse que ofrecía recursos a cambio de quedarse con parte de la rentabilidad futura, prestó 20 millones de dólares a FX Concepts en 2006 y otros 20 millones en 2010, dinero éste último con el que Taylor compró su apartamento. Se dice también que se cambio de residencia a Central Park el mismo día que despidió al 20% de la plantilla, lo que creó malestar dentro del hedge fund. Los trabajadores veían como Taylor prefería usar los recursos de la firma en su bienestar personal en vez de evitar las bajas o mejorar los resultados, lo que provocó que poco a poco los empleados más talentosos se fuesen.

Creerse los mejores, no tratar de mejorar, falta de adaptación, premiar las alabanzas en lugar del pensamiento crítico… son algunas de las ideas que salen a colación una y otra vez, como si el dinero les hiciese perder el juicio o eliminase toda disidencia. En 2010 los resultados acompañan con un +12,5%, pero en 2011 vuelve la realidad: -19,5%. A partir de ahí la espiral negativa es fulminante. Los inversores institucionales perdieron la fe en Taylor, y en 2012, tras una rentabilidad del 1% en su principal fondo Global Currency Program, los activos bajo gestión pasan a 3 mil millones de dólares.

Una cifra aun destacable si no fuese por los 14,2 mil millones que manejaban en enero de 2008, y si no fuese porque la espiral no tenía freno. Así, en septiembre de 2013, y tras nuevas caídas de doble dígito, el “San Francisco Employees’ Retirement System” daba la puntilla a FX Concepts decidiendo retirar 450 millones de dólares de los 661 millones que quedaban bajo gestión, siguiendo así la estela de otros como “Pennsylvania Public School Employees' Retirement System” o “Bayerische Versorgungskammer”. En octubre de 2013 se confirma el cierre, y posteriormente la bancarrota.

Ahora la firma debe hacer frente a unas deudas que suman 79 millones de dólares, de los cuales 34 millones se corresponden con lo adeudado a AMF, y en cuyo préstamo Taylor aportó su aval personal para renegociar la deuda ante la imposibilidad de hacerle frente en 2012. Y es que la firma solo ingresó por comisiones 174 mil dólares en 2011, 1 millón en 2012 y 36 mil dólares en 2013. Además FX Concepts ha vendido recientemente por 7,5 millones de dólares la marca, los sistemas y las bases de datos a Ruby Commodities. Por otra parte la vivienda de Central Park se vende en Sotheby’s por 25 millones de dólares.

Así es como termina un hedge fund con 32 años de historia, así es como nace y muere una mano fuerte. Podría parecer que todo es culpa de un chico malo llamado John Taylor, pero lo cierto es que es difícil juzgar sin conocer el 100% de la historia, así como sabiendo que ha invertido muchos millones en investigar sobre la hemofilia que sufre su hijo. Unos le echan la culpa, pero otros dicen simplemente que no se rodeo de la gente adecuada… quién sabe. Lo que sí parece intuirse es que la falta de adaptación y el no cultivar el talento está detrás de muchas de las grandes caídas, quizá por eso Ray Dalio lo escribió en un papel y le llamó “principios”. Por el momento no le va mal.

A veces nos parece que las “manos fuertes” del mercado, esas con dinero de procedencia institucional o con amplios recursos, son omnipotentes y siempre ganan. Y cierto es que algunas de esas manos son tan fuertes que es difícil no pensar así: véase el caso de BlackRock, la mayor gestora del planeta con 4,1 billones de dólares en activos bajo gestión y principal accionista de la mitad de las 30 mayores empresas del mundo. Sin embargo no todos los grandes inversores son iguales, ni todos los grandes inversores ganan siempre, y es que en ocasiones las “manos fuertes” también caen.

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