Es noticia
El pedófilo y la BBC
  1. Mundo
  2. Europa Europa
Aurora Mínguez

Europa Europa

Por
Aurora Mínguez

El pedófilo y la BBC

¡Qué estupendo! ¡Ya ha empezado el pim pam pum contra otro de los grandes símbolos del periodismo de calidad mundial! Con el escándalo Savile, la BBC,

¡Qué estupendo! ¡Ya ha empezado el pim pam pum contra otro de los grandes símbolos del periodismo de calidad mundial! Con el escándalo Savile, la BBC, es verdad, está atravesando la peor crisis de sus 90 años de vida. Se dice que está a punto de caer una de las joyas de la corona del periodismo independiente en Gran Bretaña y todo porque un par de jefes decidieron ocultar las fechorías de un pedófilo indecente pero muy famoso.

Como de costumbre, los primeros que hincan el diente son los que llevan años y años intentando minar los cimientos de la 'Auntie', que dispone de una credibilidad, pero también de una financiación estatal asegurada, que muchos envidian. Y son precisamente la gente del 'Sun' con su  jefe, el magnate Rupert Murdoch –sí, ese que no se enteraba de que sus empleados pinchaban teléfonos para conseguir noticias- quienes se han puesto a la cabeza de esta cruzada revanchista, dispuestos a asestar un golpe mortal a quien ha sido durante decenios un baluarte de buen periodismo, sobre todo, del periodismo de investigación, y una referencia para todos los corresponsales y enviados especiales. 

En tiempos tan confusos como los que vivimos, es cuando son más necesarios los análisis contrastados, realizado por periodistas bien formados, y una información de calidad, no sesgada por intereses privados. Algo como lo que ofrece la BBC y a la que muchos mencionan como una referencia a seguir y copiar . Una Institución respetable que, naturalmente, puede cometer errores. Y en la que sus jefes máximos dimiten

Fue la misma BBC la que desveló los abusos sexuales contra menores de Jimmy Savile, aunque luego el responsable del programa decidiera no emitirlo para no modificar la programación navideña del año pasado en la que estaba previsto un espacio homenaje al presentador, fallecido hacía unos meses y enormemente popular. Esos abusos y el carácter libertino de Savile, que eran conocidos entre colegas, no fueron tenidos en cuenta ni denunciados por sus jefes de la BBC pero tampoco por ningún otro medio británico, y menos aún por la prensa amarilla, lo que resulta sorprendente.

Acoso y envidia

Lo doloroso de este asunto es que el error de cálculo o los intentos de ocultar estos casos de pedofilia (hay ya 400 denuncias, algunas de las cuales se remontan a los años sesenta y setenta y a actos que habrían tenido lugar incluso en los estudios de la propia televisión) por parte de los actuales responsables de la BBC amenaza con teñir de gris años de excelente desempeño profesional por parte de redactores y jefes que han hecho bien su trabajo y que han defendido, cada uno en la medida de sus posibilidades, la independencia de su empresa frente a cualquier gobierno o cualquier institución. Y lo más llamativo es que este escándalo se produce en medio del desplome financiero de muchos medios de prensa en todo el mundo, lo cual recrudece el sentimiento de envidia frente a esa BBC que cuesta anualmente 4.500 millones de euros (3.600 millones de libras) pagados a través de un canon. Ese acuerdo con el Estado británico, el Royal Charter, se mantiene por otros cuatro años, y luego habrá que revisarlo. Pero, entre tanto, no faltarán voces que pedirán una revisión inmediata de ese convenio, buscando como excusa el caso Savile.

Otro tanto, sin escándalos de pedofilia por medio -afortunadamente-, se está produciendo en otros países europeos en el capítulo de los medios de comunicación financiados con dinero público. Los enemigos de este sector audiovisual que no vive exclusivamente de la publicidad y que representa -todavía- un servicio público, no dejan pasar la oportunidad de pedir cuentas a sus rivales y de reprocharles contenidos tan frívolos y comerciales como los que ellos defienden a capa y espada por aquello de la libertad de expresión. 

En tiempos tan confusos como los que vivimos, es cuando son más necesarios los análisis contrastados, realizado por periodistas bien formados, y una información de calidad, no sesgada por intereses privados. Algo como lo que ofrece la BBC y a la que muchos mencionan como una referencia a seguir y copiar . Una Institución respetable que, naturalmente, puede cometer errores. Y en la que sus jefes máximos dimiten. Ocurrió en el 2004 cuando el presidente y el director general dejaron sus cargos tras reconocer errores en el caso Hutton, y tal vez podría ocurrir de nuevo con George Entwistle, el actual máximo responsable, cuando concluyan las dos investigaciones que ya están en marcha. A pesar de todo, la BBC, vieja y con problemas, sigue siendo para el 62% de los británicos un motivo de orgullo y un 45% siguen fiándose al cien por cien de sus contenidos informativos, elaborados por 23.000 personas desplegadas por todo el mundo. No es perfecta, pero continúa siendo un ejemplo.

¡Qué estupendo! ¡Ya ha empezado el pim pam pum contra otro de los grandes símbolos del periodismo de calidad mundial! Con el escándalo Savile, la BBC, es verdad, está atravesando la peor crisis de sus 90 años de vida. Se dice que está a punto de caer una de las joyas de la corona del periodismo independiente en Gran Bretaña y todo porque un par de jefes decidieron ocultar las fechorías de un pedófilo indecente pero muy famoso.