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El mapamundi medieval más antiguo del mundo, en 3D gracias a un taller español
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Celia Maza

Las manillas del Big -Ben

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El mapamundi medieval más antiguo del mundo, en 3D gracias a un taller español

  Jerusalén se encontraba en el centro, como punto de origen del que salían todos los caminos, orientados hacia el este, en vez del norte. Había

 

Jerusalén se encontraba en el centro, como punto de origen del que salían todos los caminos, orientados hacia el este, en vez del norte. Había 420 ciudades y entre los animales, aves, criaturas extrañas y monstruos, reinaban los hombres, diferenciados en 32 razas. Así era cómo los eruditos del siglo XIII interpretan el mundo, tanto en lo espiritual como en términos geográficos. Los detalles están representados, a través de más de 1000 dibujos, en el Mappa Mundi de Hereford, el mapa medieval más importante que se conserva en la actualidad.

La obra de arte, de valor incalculable, se exhibe con máximo cuidado en la catedral de Hereford (Inglaterra), donde se ha tenido que construir un panel especial con un sistema de control climático para su conservación. Pero ahora, por primera vez, el público la podrá tocar, ver de cerca e incluso sentir los trazos del compás y las reglas que se emplearon para su ejecución, hace más de 700 años. Y todo, sin dañar ni un ápice la valiosa pieza.

El milagro lo ha obrado Factum Arte, un taller innovador, con equipo internacional y sede en Madrid que ha creado una extraordinaria reproducción tridimensional de la superficie del pergamino más grande (158 cm por 133 cm) e importante de este tipo. El único otro mapa mundi de tamaño comparable fue el de Ebstorf, destruido en 1942 durante el bombardeo de Hanover. 

Utilizando la última tecnología de escaneado digital -que registra los datos sin contacto físico con la pieza- se ha elaborado un relieve que, fresado en escayola, revela con un nivel de detalle sin precedentes cómo fue elaborado el mapa.

La escayola fue presentada este sábado en el Hay Festival, un importante certamen donde anualmente se dan cita literatos y artistas reputados a nivel internacional. Siempre hay presentaciones curiosas e interesantes y en esta edición, el relieve medieval se ha convertido en la gran estrella.

El autor Jerry Brotton presentó su libro History of the World in Twelve Maps  (La historia del mundo en doce mapas) y aprovechando que uno de los capítulos está dedicado al pergamino, Adam Lowe, el fundador de Factum Arte, y su colaborador Jerry Brotton, catedrático especializado en cartografía histórica, ofrecieron los detalles del preciado tesoro.

Lowe es un gran desconocido para el público, pero lo cierto en su taller en Madrid es donde cobran forma las ideas de artistas de la talla de Anish Kapoor o  Marc Quinn. El británico tan pronto organiza exposiciones dedicadas a Piranesi -que tanto alabó Mario Vargas Llosa- como reproduce réplicas de las joyas artísticas más extraordinarias del planeta, a través de la tecnología elaborada por su propio equipo.

Quizá esta última faceta pueda resultar, a priori, un tanto controvertida. Al fin y al cabo, en la calle, siempre se ha pensado que copiar obras de arte  es ilegal y malicioso. Pero no es el caso. Los expertos aseguran que gracias a los facsímiles elaborados en su taller, el público puede tener acceso a joyas que, de otra manera, podrían ser vistas sólo por un grupo reducido de elegidos. 

El ejemplo más conocido es la tumba de Tutankamón. A raíz de su descubrimiento en 1922, se produjo el estallido mundial de la pasión por la egiptología haciendo de esta cámara funeraria, uno de los monumentos más visitados del mundo. El problema es que miles de turistas entrando cada año al estrecho lugar iban dañando irreversiblemente este patrimonio milenario. 

En 2011, el Consejo Supremo de Antigüedades egipcio anunció que la tumba tendría que cerrarse al público. Fue entonces cuando Factum Arte llevó a cabo, con un trabajo que duró tres años, una réplica tan exacta que los especialistas pasaron a llamarla “clon”. Una vez se ha localizado un emplazamiento en la entrada del Valle de los Reyes cerca de la Casa de Howard Carter, el facsímil se instalará allí a modo de compromiso con un turismo sostenible. Lowe ha llevado así a lo más alto el arte de la copia.

Carlos Bayod Lucini, arquitecto y uno de los responsables de proyectos de conservación de la organización, asegura a El Confidencial que la intención siempre es hacer saber al público que está contemplando una copia y que con ello esta ayudando a preservar el original. “Es más, en algunas ocasiones, gracias a los facsímiles se puede vivir la increíble experiencia de ver la pieza en el lugar para el que fue concebida”, recalca.

Es el caso de Las bodas de Caná, de Veronese. El original se encuentra en el Museo del Louvre, después de que Napoleón se apropiara de él durante la Campaña de Italia, en 1797. Pero la réplica elaborada por el taller madrileño puede verse en el Monasterio de San Giorgio Maggiore, en Venecia, lugar para el que se creó originalmente. “La gente sabe que es una copia y a pesar de que puedan ir con expectativas bajas luego se quedan maravillados porque no es lo mismo verlo allí, con esa luz y en ese escenario, que en una sala llena de gente donde la Mona Lisa se lleva todo el protagonismo”, recalca Bayod Lucini.

El arquitecto fue uno de los miembros del equipo que acompañó a Lowe a la catedral de Heredord a principios de este año para presenciar la apertura de la caja sellada que contenía el mapamundi de más de 700 años de antigüedad.

“Gracias a un sofisticado sistema, elaborado por nosotros, escaneamos en 3D la superficie del pergamino recogiendo el relieve, las ondulaciones y las marcas creadas por el paso del tiempo. Nunca antes se había hecho algo similar y estamos convencidos de que ahora los expertos tendrán más datos para analizar los misterios, el autor y en definitiva la biografía de esta pieza tan enigmática”.