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Irán: el pavo real despliega sus alas; nada volverá a ser lo mismo
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José Zorrilla

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Irán: el pavo real despliega sus alas; nada volverá a ser lo mismo

No se equivoquen. Mas allá del petróleo y del gas, el acuerdo del 5+1 con Irán es algo tan decisivo como lo pudo ser en su día el nacimiento del Estado de Israel o la invasión de Irak

Foto: Una iraní simpatizante del presidente Hasán Rouhaní celebra en Teherán su victoria en las elecciones, el 16 de junio de 2013 (Reuters).
Una iraní simpatizante del presidente Hasán Rouhaní celebra en Teherán su victoria en las elecciones, el 16 de junio de 2013 (Reuters).

Irán vuelve a la comunidad internacional y en breve comenzará a percibir una renta de hidrocarburos de 100bn/año. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias? Lo primero es decir que habrá de pasar algo de tiempo hasta que pueda hacerse un balance ponderado. Pero el lector debería saber que la imagen de los iraníes sobre sí mismos es muy alta. Se consideran herederos de uno de los grandes Imperios de la humanidad, conocen la importancia del espacio que ocupan, y que va desde el Mediterráneo hasta el Asia Central, y aprecian la herencia cultural que han creado y que todavía subsiste en su entorno. Baste decir que el farsi fue la lengua oficial de Afganistán hasta 1945 y que todavía en Bokhara y Samarkanda es la lengua madre de muchos de sus habitantes, como lo es de Tayikistán en su totalidad.

Por otra parte, perciben como una injusticia el que su ausencia haya configurado un Oriente Medio extraño, un lugar en el que una pandilla de beduinos analfabetos, es decir, las monarquías del Golfo, o unos salteadores de caminos nómadas, léase, los turcos, hacen y deshacen a su antojo mientras que el antiguo trono de Darío y Jerjes, uno de los dos ojos del mundo, según les trataba el antiguo Imperio Romano, esté aherrojado en unas sanciones hijas del orden colonial.

Así pues, lo que nosotros vivimos como nuevo, Irán lo vive como la recuperación del orden natural de las cosas. En cuanto a las consecuencias, creo la primera va a ser que el precio del gas y del petróleo va a seguir estable o a la baja, como consecuencia de la entrada de toda esa nueva oferta en el mercado, y que en reservas supone cerca del 20% mundial. Para Europa, gas y petróleo toman una nueva dimensión pues Irán puede constituirse en una alternativa válida a Rusia.

En el orden geoestratégico, se abre una discrepancia entre EEUU e Israel. Estados Unidos está luchando con Irán contra el ISIS. Los israelíes han abierto hospitales en sus fronteras para los yihadistas heridos. Y es que Netanyahu ha llegado a hacer de esto una cuestión personal. Pero en EEUU ha triunfado la tesis de que, en el actual estado del Medio Oriente, bombardear Irán hubiera sido apocalíptico. Dicho en el sentido literal, porque Rusia ya había advertido que no lo consentiría. Dentro de Israel, por otra parte, no creo que el acuerdo con Irán sirva para desbloquear el proceso de paz con los palestinos.

Mas allá del petróleo y del gas, el acuerdo del 5+1 con Irán es algo tan decisivo como lo pudo ser en su día el nacimiento del Estado de Israel o la invasión de Irak

Es razonable asumir que la enemistad histórica con Turquía persistirá, como viene siendo el caso desde que en 1.500 los Safávidas se hicieron chiítas para diferenciarse del Imperio Otomano. Ahora la prenda de la discordia es Siria. Para Turquía, y con ella todos los suníes, es imperativo eliminar al alauita Bachar al Asad. Por el contrario, para Teherán es vital que eso no suceda pues Siria es el puente que consiente llegar a Líbano y amenazar a Israel por la vía de Hezbolá.

También es lógico asumir que las diversas insurgencias chíitas en la zona recibirán medios crecientes para mantener sus respectivas luchas. Houthies en Yemen, chíitas en Bahréin, Afganistán y Arabia Saudí, están de enhorabuena. Caso especial es el de Irak. No sabemos cómo evolucionarán los acontecimientos en lo que queda de ese país. La parte chíita, fronteriza con el Golfo de Bab-al-Mandel, quizás pueda incluso pensar en una forma especial de relación con Irán. En cuanto al norte kurdo, las cosas van de otra manera. Tanto Turquía como Irán no ven con simpatía la causa de este pueblo, que sufre el doble ataque de sunitas y chíitas sin que Occidente haga nada por ellos.

En el campo de las amistades, es de suponer que la relación entre Irán y Rusia, algo cargada históricamente, se abra a una relación estratégica sin límites, pues el papel de la diplomacia rusa en la solución ha sido determinante. Otro país que sin duda se beneficiará del fin del bloqueo es China, compradora mundial de última instancia. Con Francia es posible que suceda lo contrario, pues ella es la responsable del retraso en la firma del acuerdo, listo ya para la firma en noviembre, cuando Fabius lo paró. Veremos si Irán le castiga.

Pero es en el orden general de las cosas dentro del mundo musulmán, dónde se va a ver un cambio planetario. Con Libia, Siria, Egipto, Irak, Líbano y Bahréin fuera o casi fuera de juego, sea por fracasos de modelo, agotamiento de liderazgos, invasiones, insurgencias, primaveras, terrorismo o cualquier otra causa, emerge el país del trono del pavo real. El que vio nacer a Ommar Kayyam y Firdausi, el de las alfombras de palacio y sus diez mil nudos de seda por cm cuadrado, el que enseñó geografía, historia, arquitectura, e iconografías, desde Xian hasta Granada, el que celebró por primera vez la fiesta de la primavera, el Navruz, que hoy se festeja en toda Asia, vuelve con grandes posibilidades de convertirse en el centro de la credibilidad política y estratégica de la Umma. No se equivoquen. Mas allá del petróleo y del gas, el acuerdo del 5+1 con Irán es algo tan decisivo como lo pudo ser en su día el nacimiento del Estado de Israel o la invasión de Irak.

Good hunting, por cierto, a nuestros empresarios.

Irán vuelve a la comunidad internacional y en breve comenzará a percibir una renta de hidrocarburos de 100bn/año. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias? Lo primero es decir que habrá de pasar algo de tiempo hasta que pueda hacerse un balance ponderado. Pero el lector debería saber que la imagen de los iraníes sobre sí mismos es muy alta. Se consideran herederos de uno de los grandes Imperios de la humanidad, conocen la importancia del espacio que ocupan, y que va desde el Mediterráneo hasta el Asia Central, y aprecian la herencia cultural que han creado y que todavía subsiste en su entorno. Baste decir que el farsi fue la lengua oficial de Afganistán hasta 1945 y que todavía en Bokhara y Samarkanda es la lengua madre de muchos de sus habitantes, como lo es de Tayikistán en su totalidad.

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