"Es una vergüenza": la huelga que está torpedeando el Mobile (y a Barcelona)

Barcelona. 20:00 horas de ayer lunes. Miles de personas salen aún de la Fira Gran Vía donde se celebra el Mobile World Congress. Yo soy una de ellas y estoy a punto de adentrarme en el infierno. ¿Cómo llegar a mi hotel en plena huelga de metro? Cola para el taxi: "50 minutos", me dicen. "Dos calles más abajo pasan más taxis". Lo intento. Desisto tras 20 minutos agitando el brazo. Pruebo con el tren y, sorpresa, solo tarda 10 minutos. Tres paradas después, en el transbordo al metro, se acabó la suerte: otros 20 minutos de espera. Más de hora y media después llego a destino tras un trayecto que en condiciones normales no debería haber llevado ni media hora en transporte público. Bienvenido al Mobile World Congress. Bienvenido a Barcelona.

"Esto es una vergüenza". Es la frase que se repite una y otra vez en los atestados pasillos y salas del Mobile World Congress. Y se oye en todos los idiomas. Le pregunto a un colega periodista que teclea frenético a mi lado en la sala de prensa. Se llama Amin Ashaari, viene de Kuala Lumpur (Malasia) y está cabreado.

"El metro estaba cerrado y no había taxis. Acabamos en un bus que tardó casi una hora en llevarnos, estaba todo colapsado. Es un caos"

"Tenemos que planificar todo con dos horas de antelación, nos levantamos a las 6:00. Ayer salimos de la feria, cogimos el tren y luego la parada de metro estaba cerrada. Intentamos coger un taxi, no había. Acabamos en un bus que tardó casi una hora en llevarnos al hotel, estaba todo colapsado. Es el tercer año que vengo y es el peor con diferencia. Es un caos", dice Ashaari meneando la cabeza.

Quizá sea cosa de periodistas, así que me doy una vuelta por la feria y pregunto al azar. Marcim Nagrodzki, directivo de Altaria Solutions en Polonia, ha tenido suerte. "Hoy he cogido el metro para llegar al Mobile y no he tenido problema". Ayer, la huelga corría a cargo de los trabajadores de metro. Hoy, de los de la compañía de autobuses. El paro está convocado por sindicatos con representación minoritaria en el comité de empresa entre las 9:00 y las 11:00 y las 19:30 y las 21:30, justo en hora punta. La organización de la feria, la GSMA, ha puesto a disposición de los asistentes una flota de autobuses para transportarlos entre Fira Gran Vía, en L'Hospitalet de Llobregat, y Barcelona ciudad. Pero ni eso ha funcionado. El colapso de tráfico en el centro de la ciudad, algo habitual, era hoy mucho mayor.

"He cogido el 'shuttle' de la GSMA esta mañana y ha tardado 45 minutos en llegar. Este año es un desastre. Es inaceptable que no estén preparados para algo así", dice Marko Koiv cuando le pregunto. Viene de Estonia y cree que la huelga de transporte va a hacer mucho daño a la reputación de Barcelona y la GSMA como organizadores del evento. "No creo que le deban quitar la feria a Barcelona, pero desde luego es algo que no se puede volver a repetir".

Anoche, las negociaciones entre los trabajadores del metro y la empresa acabaron sin acuerdo. La reunión entre ambas partes, llevada a cabo en la Secretaría de Trabajo de la Generalitat entre las 20:30 y las 3:00 de la madrugada, dejó patente las diferencias. La disputa esá motivada por la exigencia de los trabajadores a una mejora en sus condiciones laborales, entre ellas, eliminar la congelación salarial de los últimos cuatro años. La empresa aceptaría las nuevas exigencias cuando se firme el nuevo convenio, pero los sindicatos quieren que entren en vigor de forma inmediata.

Corts Catalanes blocked by demonstrators this morning. Barcelona really doesnt make commuting easy #MWC16 #Ovummwc16 pic.twitter.com/F6ncH3wSKP

Si nada cambia, mañana miércoles se vivirá otra jornada de huelga de metro. Sin metro, los taxis volverán a estar colapsados. Imposible hacerse con uno sin colas que pueden durar más de 40 minutos en hora punta. Ni las aplicaciones de taxis funcionan: Hailo tenía ayer una cola de 35 personas en espera si intentabas reservar uno con esta 'app'.

"La organización ha dejado tirados a los asistentes. Quienes hacen la huelga saben que la mayoría de gente no se puede permitir un taxi, buscan causar el mayor daño posible", me dice Arieh Ghnassia, que ha venido desde Burdeos. Él también me mira cabreado al pronunciar las palabras en boca de muchos este Mobile World Congress. "Es una vergüenza".